Refrigerar la leche de fórmula para bebés: ¿Es seguro?

Tener un nuevo bebé conlleva toda una nueva rutina. Esto incluye la alimentación frecuente de tu bebé. Si decides no darle el pecho y optar por la leche de fórmula, hay algunas cosas que debes saber sobre la preparación y el almacenamiento de la leche de fórmula.

Cómo preparar y almacenar la leche de fórmula

Agua para los biberones de fórmula. Nunca utilice agua del grifo para mezclar los biberones de leche de fórmula a menos que la haya esterilizado primero. El agua del grifo contiene aditivos que pueden ser perjudiciales para los bebés. Utilizar sólo agua embotellada para mezclar la leche de fórmula es la opción más segura para su hijo.

Retira el agua de la fuente de calor. Deje que se enfríe completamente antes de mezclar la leche de fórmula. El agua demasiado caliente puede dañar a tu bebé. Una vez hervida el agua, utilízala o refrigérala antes de una hora. Si permanece fuera más de una hora, viértela y empieza con agua fresca para tus próximos biberones. Como alternativa, puedes comprar agua purificada en jarras en tu supermercado local.

Preparar los biberones. Cada marca de leche de fórmula tiene instrucciones sobre la cantidad de fórmula que debe mezclarse por cada onza. Sigue estrictamente esta pauta. Mezclar demasiada agua puede llenar al bebé sin proporcionarle los nutrientes adecuados. Mezclar demasiada fórmula puede provocar deshidratación o estreñimiento.

Asegúrate de utilizar un biberón limpio para cada toma. Para mantener a tu bebé sano, lava los biberones entre cada uso con agua caliente y jabón y esterilízalos cuando sea necesario.

Almacenamiento de los biberones. Puedes preparar los biberones de leche artificial de uno en uno según la frecuencia con la que tu bebé tenga hambre. La leche de fórmula se conserva bien en el frigorífico hasta 24 horas, por lo que muchos padres prefieren mezclar suficiente leche de fórmula para todo un día. Ten en cuenta cuántas onzas bebe tu bebé por sesión de alimentación y luego mezcla una jarra de fórmula o biberones individuales para cada toma.

Para evitar que se desperdicie, no mezcles más fórmula de la que tu bebé beberá en un periodo de 24 horas. Una vez preparado el biberón o sacado del frigorífico para la toma, utiliza la leche de fórmula antes de una hora o tírala. No se puede volver a refrigerar la leche de fórmula una vez que se ha calentado o alcanza la temperatura ambiente.

La razón por la que los expertos recomiendan tirar la leche de fórmula que no se ha utilizado es porque pueden empezar a crecer bacterias. Los bebés son mucho más sensibles que los adultos a los peligros que suponen las bacterias. Su sistema inmunitario aún no ha tenido la oportunidad de crear los anticuerpos que se utilizan para combatir las enfermedades e infecciones.

Otras consideraciones sobre la alimentación con leche artificial

Vinculación con el bebé. Existe la idea errónea de que no se establecerá un buen vínculo con el bebé si se le alimenta con leche artificial en lugar de darle el pecho. Esto no es cierto. Acércate a tu bebé cuando le des el biberón y comparte el amor. Mantén el contacto visual y habla con tu bebé en voz baja mientras lo alimentas.

La lactancia materna te da la oportunidad de establecer un vínculo con tu bebé, pero la alimentación con leche artificial da a todos los miembros de la familia la oportunidad de establecer un vínculo. Anima a tu padre, a tus hermanos y a tus abuelos a coger y alimentar a tu bebé. Esto ayudará a tu bebé a sentirse conectado y más cómodo con cada miembro de tu familia. También facilitará la transición de que tu bebé esté lejos de ti cuando vuelvas a trabajar.

Ofrecer biberones. Empieza a alimentar a tu bebé con biberones fríos o a temperatura ambiente en lugar de calientes. Tu bebé nunca notará la diferencia si empiezas así. Sin embargo, es posible que rechace los biberones fríos o a temperatura ambiente si empiezas dándole los tibios.

Si tu bebé prefiere los biberones calientes, invierte en un calentador de biberones en lugar de utilizar agua hirviendo o un microondas. Los calentadores de biberones son más seguros porque están diseñados específicamente para biberones y proporcionan una temperatura más constante.

Prueba la temperatura de la leche de fórmula de tu hijo en el dorso de tu mano antes de ofrecerle el biberón. Si está demasiado caliente en tu muñeca, podría quemar la boca de tu bebé.

Pañales. Las cacas de un bebé amamantado son muy diferentes a las de un bebé alimentado con leche artificial. Tu bebé alimentado con leche artificial puede tener heces oscuras y malolientes. Esto no debe ser motivo de preocupación y es muy normal. En general, los pañales de tu bebé tendrán más olor y serán más firmes que si fuera amamantado.

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