Rechazar el biberón: ¿Por qué lo hacen los bebés?

La mayoría de los bebés de todas las edades aceptan el biberón. Puede ser una forma útil de asegurarse de que tu bebé se alimenta en su horario habitual, incluso cuando no estás cerca. Si tu bebé empieza a rechazar el biberón o tiene problemas para comer con él, suele haber una causa subyacente. Con un poco de ensayo y error, deberías ser capaz de llegar al fondo del asunto.

Razones por las que tu bebé puede rechazar el biberón

Hay diferentes razones por las que tu bebé puede rechazar el biberón. Por lo general, puedes probar algunas cosas para llegar al fondo del asunto y conseguir que vuelva a alimentarse en poco tiempo.?

Comprueba la temperatura. Comprueba que la temperatura de la leche es la adecuada. Algunos bebés prefieren la leche fría, mientras que a otros les gusta más caliente.

Comprueba si hay un bloqueo. La tetina del biberón es el orificio por el que sale la leche. A veces se bloquea. Puedes comprobarlo poniendo el biberón boca abajo. La leche debería fluir con bastante rapidez.

Comprueba el tamaño. Las diferentes tetinas pueden afectar al flujo de la leche. Si tu bebé parece frustrado por el flujo de leche, prueba a cambiar de tamaño de tetina.

Comprueba la caducidad. ¿Estás utilizando leche de fórmula para bebés? Comprueba que no esté caducada y que no lleve abierta más tiempo del recomendado.

¿No encuentras nada malo en el biberón o en la leche? Comprueba si tiene algo que ver con tu bebé:

¿Está enfermo? Si tu bebé está resfriado, tiene una infección de oído o de garganta, es posible que le duela o le moleste comer o beber. Si sospechas que está enfermo, pide a tu médico que lo revise.

¿Se distrae? Cuando intentas darle el biberón, ¿parece que su mente está en otra parte? A veces, incluso la televisión puede distraer a los bebés de la alimentación. Asegúrate de que tiene un lugar tranquilo en el que pueda estar conectado con el momento.

¿Está lleno? ¿Has introducido recientemente a tu bebé en la alimentación sólida? Puede que esté demasiado lleno para la leche del biberón.

¿Ha perdido el interés? ¿A tu bebé le gustan los alimentos sólidos? Puede que ya no quiera el biberón, y eso está bien.

Nunca intentes forzar a tu bebé a tomar el biberón. Ten paciencia y vuelve a intentarlo más tarde.

Consejos para ayudar a tu bebé a tomar el biberón

Reduce el apego. Algunos bebés se apegan mucho a la idea de amamantar o tomar el biberón sólo de su madre. A veces es necesario que la mamá esté en otra habitación o fuera de casa para que el bebé tome el biberón de otra persona.

Prueba diferentes posiciones. Los bebés tienden a preferir tomar el biberón en posiciones diferentes a las de la lactancia. Prueba a sentarlo sobre tus rodillas, apoyado para que pueda mirar alrededor de la habitación.

Muévete. Puede ayudar a tu bebé a tomar el biberón si caminas por la habitación. También puedes hacer que rebote o se balancee suavemente mientras le das el biberón.

Deja que se agarre a la tetina del biberón. En lugar de colocar el biberón directamente en la boca del bebé, ponlo cerca de su labio y deja que se agarre a él. Esto simula la acción natural de la lactancia materna.

Envolver el biberón. Muchas madres envuelven el biberón con un paño para eructar o escupir. Esto le recuerda al bebé a su madre y le hace sentirse seguro para comer...

Prueba a probar u oler la leche materna. A veces el sabor de la leche materna puede cambiar o tener un sabor jabonoso. Esto suele deberse a cambios en tu dieta, especialmente si empiezas a tomar suplementos de aceite de pescado. Este tipo de cosas no hacen que tu leche materna sea insegura. Sólo pueden hacer que tenga un mal sabor.

Prueba algo diferente. Si tu bebé rechaza el biberón, prueba a darle tu leche con un recipiente diferente. Puedes probar con un vaso para sorber, una cuchara o incluso un vaso normal. Puedes hacerlo sosteniendo a tu bebé en posición vertical sobre tu regazo. Acerca la leche a su boca con suavidad, dejando que beba a su ritmo...

Otras cosas a tener en cuenta

Si tu bebé sigue rechazando el biberón, no te preocupes. La mayoría de los bebés acaban tomando uno.

Si tienes una rutina con tu bebé en la que le das de comer a la misma hora todos los días, no pasa nada por cambiarla. A veces, a tu bebé le gusta hacer otra cosa, como abrazarlo, jugar o dar un paseo en el cochecito...

Sea como sea, tú y tu bebé encontraréis lo que funciona para mantenerlo alimentado y feliz. Al fin y al cabo, tu bebé te quiere y sabe que estás ahí para ayudarle y asegurarte de que todo va bien.

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