Qué hacer si tu bebé tiene los labios agrietados

Tu recién nacido es especialmente susceptible a las afecciones de la piel. Cuando estaban en el útero, estaban recubiertos de una sustancia blanca y espesa llamada vérnix, que protegía su piel. Ahora, su cuerpo tiene que autorregular todos sus sistemas, incluida la piel, que es el órgano más grande del cuerpo.

Aunque la mayoría de las afecciones son inofensivas, hay ocasiones en las que te puede preocupar el aspecto de la piel de tu bebé. Pero, ¿qué pasa con los labios agrietados?

Causas de los labios agrietados

Al igual que los adultos, los labios de tu bebé pueden agrietarse cuando el clima es frío y seco. Los labios agrietados también pueden producirse por un exceso de fricción, como cuando se lamen los labios o se les da el pecho. Aunque tu bebé no debe exponerse excesivamente al sol, la exposición al sol puede ser otra de las razones más comunes de los labios agrietados.

Dado que el estado de la piel de un bebé puede parecer peor de lo que realmente es, es posible que te alarmes por el aspecto de sus labios agrietados. Pero no te preocupes, es muy normal.

Si le das el pecho, los labios de tu bebé pueden parecer secos después de la lactancia debido al contacto constante con tu piel. También es posible que se les forme una ampolla en el labio debido a la fricción durante la lactancia.

Muchos padres confunden esto con labios agrietados. Ver una ampolla en el labio del bebé es muy normal durante la lactancia. Sólo hay que tener cuidado de no reventar la ampolla. En su lugar, deja que se cure o se desprenda por sí sola sin intervenir.

Cómo tratar y prevenir los labios agrietados

La piel de tu bebé es muy sensible y debes tener cuidado con cualquier producto que utilices en su piel, especialmente en sus labios, porque estos productos pueden ser fácilmente ingeridos. Los profesionales de la medicina recomiendan que tu bebé no ingiera nada... leche o fórmula durante los primeros meses de vida. Alimentar accidentalmente a tu bebé con otra cosa, por pequeña que sea la cantidad, puede introducir bacterias en su sensible intestino.

Leche materna. La leche materna es la mejor opción para tratar los labios agrietados. Puedes exprimir la leche de tu pecho directamente sobre los labios de tu bebé o utilizar unas gotas de leche previamente extraída. Si no estás amamantando a tu bebé, pregúntale a una amiga si tiene unas cuantas onzas de leche materna extra que puedas usar para tu recién nacido.

Vaselina. Como la vaselina es suave y no tiene aditivos, es una gran opción para los labios agrietados de tu bebé. Utiliza la cantidad más pequeña y extiéndela por los labios, con cuidado de que no le entre nada en la boca.

Barra de labios sin perfume. Es muy importante leer las etiquetas de los ingredientes de cualquier producto antes de usarlo con tu bebé. El hecho de que algo te parezca suave no significa que sea lo suficientemente suave para tu bebé. Los ingredientes que deben evitarse son los siguientes

  • Alcanfor

  • Eucalipto

  • Lanolina

  • Mentol

  • Octinoxato u oxibenzona

  • Fenol (o fenilo)

  • Galato de propilo

  • Ácido salicílico

Ten en cuenta también los sabores u olores añadidos en las barras de labios. Los aromas y sabores comunes, como la canela, los cítricos y la menta, pueden irritar especialmente la piel de tu bebé y oler muy fuerte para su sensible nariz.

Cómo prevenir la sequedad de la piel

Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, puedes tomar algunas medidas para evitar que la piel y los labios de tu bebé vuelvan a secarse una vez que los hayas ayudado a curarse.

Utiliza un humidificador. Si el aire del lugar donde vives es generalmente seco, prueba a poner un humidificador cerca del lugar donde duerme tu bebé. La humedad añadida en el aire evitará que sus labios y su piel se resequen.

Protégete de los elementos. Si sales con tu bebé y el tiempo es frío y seco, asegúrate de proteger su piel sensible. Puedes utilizar elementos de protección como gorros, guantes, calcetines y ropa para cubrir su cuerpo lo máximo posible. También puedes colocar una manta sobre el asa del portabebés o de la sillita del coche cuando vayas y vengas en él para protegerlo mejor.

Aunque no quieras que tu bebé se caliente en exceso, también necesita protegerse del sol. Si piensas tener a tu bebé bajo la luz directa del sol, invierte en un protector solar aprobado para bebés. Aunque no debes aplicárselo en los labios, puedes mantener a tu bebé en una zona de sombra y aplicarle el protector solar en la piel expuesta al sol.

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