Cómo elegir la temperatura ambiente adecuada para tu bebé

Cuando el dormitorio está demasiado caliente o demasiado frío, es difícil dormir bien. Esto es tan cierto para los bebés como para los adultos. Encontrar la temperatura de la habitación adecuada para tu bebé es importante para mantenerlo seguro y sano.

La mejor temperatura de la habitación para los bebés

Tu bebé no puede expresar con palabras lo que siente, así que depende de ti como padre encontrar la temperatura de la habitación adecuada para él. No es conveniente que la habitación del bebé esté demasiado caliente o demasiado fría. Se recomienda que la mejor temperatura para los bebés sea de entre 68 y 72 grados Fahrenheit o de 20 a 22 grados Celsius.

Los bebés son más sensibles a los cambios de temperatura de la habitación porque son muy pequeños y su cuerpo aún está creciendo. Sin embargo, en torno a las 11 semanas, el cuerpo de los bebés empieza a regular su temperatura por la noche, al igual que los humanos mayores. A las cuatro horas de acostarse, los bebés alcanzan una temperatura corporal mínima de 97,5 grados Fahrenheit.

Puedes controlar la temperatura de la habitación de tu bebé con un termómetro de interior si la habitación no tiene termostato. Sin embargo, no es necesario vigilar constantemente la temperatura ni mantener la calefacción o la refrigeración en funcionamiento durante toda la noche si el bebé está bien vestido para el clima.

Tanto los bebés como los niños pequeños se sienten cómodos a la misma temperatura que los adultos. A veces tu bebé necesitará una capa extra, pero debes vestirlo de la misma manera que te vistes a ti mismo: ni demasiado calor ni demasiado frío.

Por qué es importante la temperatura adecuada

Muchos padres creen que deben abrigar a su bebé, pero esto no es cierto. Es fundamental que el bebé tenga una temperatura estable, que no sea ni demasiado caliente ni demasiado fría. De hecho, el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) aumenta si el bebé tiene demasiado calor. Los niños corren el riesgo de sufrir el SMSL durante toda su infancia, pero el mayor riesgo se da en los primeros seis meses de vida.

El sobrecalentamiento está relacionado con el SMSL, por lo que es importante que no abrigues demasiado a tu bebé en invierno. Intenta mantener su habitación fresca en los meses en que la temperatura exterior supera los 70 grados Fahrenheit. Hay pruebas que sugieren que las altas temperaturas ambientales también están relacionadas con el SMSL.

El bebé tiene demasiado calor o frío?

Al principio, puede ser difícil saber si tu bebé tiene demasiado calor o frío. Sigue estos pasos para ayudarte a averiguar la temperatura ideal para tu pequeño paquete de alegría:

¿El bebé tiene demasiado calor?

Para comprobar si tu bebé tiene demasiado calor, tócale la nuca para ver si está sudando. Los bebés no suelen sudar como los adultos, pero el sudor en el cuello puede indicar que tienen demasiado calor.

También puedes probar a poner la mano en el pecho o las orejas del bebé para comprobar la temperatura de su piel. Evita comprobar las manos y los pies, ya que siempre estarán más fríos que el resto del cuerpo del bebé. La piel de tu bebé puede estar enrojecida o irritable si tiene demasiado calor.

¿Tiene el bebé demasiado frío?

Es un poco más fácil saber si tu bebé tiene demasiado frío. Sus manos y pies pueden ponerse ligeramente azules, lo que es normal en los bebés. Los dedos de las manos y de los pies se sienten bastante fríos al tacto, y el bebé puede incluso temblar. Para calentarse, los bebés tienen que quemar calorías adicionales que no pueden gastar.

Cómo regular la temperatura de tu bebé

Muchos padres envuelven a su bebé para dormir, pero no es necesario. El exceso de mantas y el hecho de envolver al bebé con demasiada fuerza aumentan el riesgo de SMSL. En lugar de ello, opta por poner la mínima cantidad de ropa de cama en su cuna y considera la posibilidad de utilizar un saco de dormir ligero para mantenerlo cómodo. No utilices nunca bolsas de agua caliente ni mantas eléctricas en la cuna.

En los meses más cálidos

Cuando la temperatura exterior es cálida, tu bebé no necesita llevar tanta ropa. Considera la posibilidad de utilizar un ventilador en su habitación para hacer circular el aire, pero no lo apuntes directamente al bebé. Los estudios también demuestran que el uso de un ventilador en la habitación del bebé puede reducir el riesgo de SMSL.

Si no hay peligro, puedes mantener la ventana o la puerta de la habitación del bebé abierta para que entre aire fresco y se mantenga fresco.

En los meses más fríos

Cuando el tiempo se enfríe, utiliza mantas ligeras y transpirables que sólo lleguen al pecho del bebé, o un saco de dormir ligero. Asegúrate de que su cabeza esté descubierta para reducir el riesgo de SMSL.

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