Remedios para los pies hinchados durante el embarazo

La hinchazón es una parte desagradable pero común del embarazo. Cuando el líquido se acumula en zonas como las piernas, los tobillos, los pies, la cara y las manos, se denomina edema. Es posible que lo notes más durante el tercer trimestre. La mayoría de las mujeres tienen lo que los médicos llaman edema fisiológico. Es muy común, y no hay razón para preocuparse.

Tu útero en crecimiento puede interrumpir el flujo sanguíneo y hacer que se quede más líquido en las venas de las piernas. El líquido extra va a parar al tejido cercano. Eso hace que el tejido se hinche.

Tu cuerpo también produce más cantidad de algunas hormonas cuando estás embarazada. Eso también puede hacer que retengas líquido y te veas hinchada.

En raras ocasiones, la hinchazón puede ser un signo de una enfermedad grave, como un coágulo de sangre o algo llamado preeclampsia. Si la hinchazón aparece repentinamente, comunícaselo a tu médico de inmediato.

Lo que puedes hacer

Los pies hinchados no deben ser motivo de preocupación. Suelen desaparecer a las pocas semanas de dar a luz.

Hasta entonces, puedes probar estas soluciones para aliviarlos:

Tómatelo con calma. La hinchazón puede empeorar cuando pasas mucho tiempo de pie y caminando. Descansa a menudo y eleva los pies.

Otra forma de aliviar los pies y alejar el líquido de ellos es mediante suaves masajes en dirección al corazón. Un remojo de sales de Epsom frescas puede aliviar el dolor que puede provocar la hinchazón.

Prueba esta postura de yoga. Coloca las piernas elevadas contra una pared mientras te tumbas de espaldas o sobre tu lado izquierdo. La gran vena que lleva la sangre de la parte inferior del cuerpo al corazón no tendrá el peso del útero sobre ella.

Utiliza calcetines de compresión. Éstas impiden que se acumule líquido. Debes empezar con unas de ligera compresión y ponértelas al despertarte. Son diferentes de otros calcetines o pantalones que aprietan demasiado los tobillos y las pantorrillas y bloquean el flujo sanguíneo.

Muévete un poco. El ejercicio ligero, como varios paseos cortos a lo largo del día, o simplemente flexionar el pie puede ayudar a prevenir la hinchazón que puede producirse cuando se permanece en una misma posición durante demasiado tiempo.

El tiempo en la piscina también puede ser beneficioso. Al caminar en la piscina, los músculos ayudan a eliminar el líquido de los tejidos. Debe hablar con su médico antes de empezar cualquier rutina de ejercicios.

Hidrátese. De ocho a diez vasos de agua al día pueden mantenerte hidratado y ayudar a que tu cuerpo no retenga el exceso de líquido.

Mantenga un peso saludable. Es posible que su médico no quiera que pierda peso ya que está embarazada, pero puede preguntarle si debería hacerlo. Además, averigua cuánta sal y carbohidratos debes tomar. Un exceso de ambos puede provocar hinchazón.

Habla con tu médico. Puede que tengan otras ideas que puedas probar.

Cuándo consultar a su médico

La hinchazón durante el embarazo es normal. Pero a veces, puede ser un signo de algo más grave. Llame a su médico si tiene una hinchazón repentina en la cara y las manos. Llame también si, además de la hinchazón, tiene:

  • Dolores de cabeza intensos

  • Dificultad para respirar

  • Visión borrosa

  • Una pierna enrojecida, con dolor y sensación de calor

  • Ampollas y una erupción roja caliente y sensible

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