Ejercicio en el embarazo: ¿cuánto es demasiado?

De los archivos del médico

En otoño de 2013, unas fotos de Lea-Ann Ellison, de 35 años, levantando una enorme pesa, con su barriga de 8 meses de embarazo sobresaliendo por debajo de su sujetador deportivo, aparecieron en Facebook y se difundieron rápidamente por Internet. Ellison, ex culturista, dio a luz a un niño sano poco después de que se tomaran las fotos. Pero la imagen de una mujer tan próxima a la fecha de parto haciendo un entrenamiento intenso suscitó muchas críticas, entre ellas la del doctor Raúl Artal.

"Cada vez que ella hiciera ese levantamiento puntual, la sangre se desviaría de todos los órganos internos a los músculos. Sería sinónimo de pisar el cordón umbilical cada pocos minutos durante todo el tiempo que mantuviera esas pesas en alto", dice Artal, profesor y presidente del Departamento de Obstetricia y Ginecología y Salud de la Mujer de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis.

El ejercicio prenatal no es malo, dice Artal. Hace bien al cuerpo de la embarazada por muchas razones. Una de ellas es que ayuda a prevenir la diabetes gestacional, es decir, los niveles altos de azúcar en sangre durante el embarazo.

La cuestión es: ¿cuánto ejercicio es demasiado? El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) ofrece algunas directrices. Recomienda que las mujeres embarazadas eviten los deportes de contacto y las actividades que supongan un riesgo de caída o de lesión del abdomen. Más allá de eso, la decisión depende de la mujer y de su médico.

Las mujeres embarazadas deberían poder hacer la mayoría de los mismos ejercicios que hacían antes de concebir. Caminar, nadar y bailar son opciones seguras. Según el ACOG, las mujeres que no deben hacer ningún tipo de ejercicio durante el embarazo son las que padecen enfermedades cardíacas o pulmonares, un cuello uterino debilitado, presión arterial alta (preeclampsia), problemas con la placenta, hemorragias o riesgo de parto prematuro.

Independientemente de la forma física que tengas, pide el visto bueno de tu médico antes de embarcarte en un programa de fitness durante el embarazo.

Ejercicios que debes evitar durante el embarazo

La mayoría de los ejercicios son probablemente seguros para continuar, pero algunos deben ser pospuestos hasta después del parto, dice Artal.

Buceo: El buceo es una zambullida que ninguna futura mamá debería arriesgarse a hacer. Cuando los buceadores suben a la superficie, pasan por un proceso llamado descompresión para liberar el gas acumulado en su cuerpo. Los bebés no nacidos no están preparados para soportar la descompresión, y las burbujas de gas pueden ser fatales para ellos.

Deportes de contacto: Deja el fútbol, el fútbol americano o el baloncesto para después del parto. Si te golpeas en el estómago durante el juego, puedes poner en peligro la salud de tu bebé.

Esquí alpino: Las pistas no son lugar para una mujer embarazada. No sólo corres el riesgo de caerte durante una carrera de esquí, sino que las altitudes superiores a los 2.000 metros pueden privar al bebé de oxígeno. Si no puedes esperar a la próxima temporada para esquiar, cámbiate al esquí de fondo.

Levantamiento de pesas intenso: El entrenamiento con pesas ligero o moderado está bien, pero levantar peso extremo probablemente no. Esto provoca un menor flujo sanguíneo a la placenta, y existe el riesgo de caerse o dejar caer una pesa sobre un vientre que sobresale.

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