Lo que debe saber sobre la hidropesía fetal

La hidropesía fetal es una afección potencialmente mortal en la que se acumulan cantidades excesivas de líquido en el interior del cuerpo de un bebé no nacido o recién nacido. La acumulación de líquido puede producirse en cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en la zona abdominal, cerca del corazón y los pulmones, y bajo la piel. Si no se trata, el exceso de líquido producido por la hidropesía fetal puede suponer un estrés para el corazón y otros órganos vitales del bebé, poniéndolos en grave peligro.

Signos de hidropesía fetal

Los síntomas de cada bebé pueden variar, pero estos son los más comunes.

Hidropesía fetal durante el embarazo:

Cantidad de líquido amniótico superior a la media

Placenta gruesa

Agrandamiento del bazo y del corazón

Acumulación de líquido alrededor de los órganos, el corazón o los pulmones del bebé

Hidropsia fetal después del embarazo:

Piel pálida

Sudoración intensa

Dificultad para respirar

Agrandamiento del hígado y del bazo

Tipos de hidropesía fetal

Existen 2 tipos de hidropesía fetal:

Hidrops no inmune. Es el tipo más común de hidropesía, que se da en el 80-90% de los casos. Está causada por un trastorno genético o una discapacidad congénita que interfiere en la capacidad del bebé para gestionar los fluidos.

Hidrops inmunitaria. Este tipo más raro se produce cuando hay una incompatibilidad entre los glóbulos rojos de la madre y del bebé. Por ejemplo, cuando una mujer embarazada tiene sangre Rh negativa y su bebé por nacer tiene sangre Rh positiva. El sistema inmunitario de la madre trata los glóbulos rojos Rh positivos del bebé como "invasores extraños" y envía anticuerpos para combatirlos...

Esto lleva a la destrucción de muchos de los glóbulos rojos del bebé, lo que provoca una condición médica llamada anemia. Si el bebé tiene anemia, significa que carece de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar el oxígeno adecuado por su cuerpo. En algunos casos, la anemia sólo crea problemas de salud leves o moderados para el bebé. En otros casos, la anemia puede provocar una insuficiencia cardíaca que pone en peligro la vida del bebé.

Causas de la hidropesía fetal

La hidropesía fetal no es una enfermedad en sí misma. En cambio, es causada por una condición médica diferente. Existen diferentes condiciones médicas y complicaciones que pueden causar hidropesía fetal.

Enfermedad hemolítica del recién nacido. También conocida como eritroblastosis fetal, es un trastorno sanguíneo que se produce cuando los tipos de sangre de la madre y el bebé son incompatibles.

Anemia grave. La anemia es un trastorno sanguíneo común que se produce cuando el cuerpo tiene menos glóbulos rojos de lo normal. Los glóbulos rojos transportan el oxígeno por todo el cuerpo, si no hay suficientes células o esta proteína, se produce la anemia.

Infección. Si hay una infección presente al nacer, puede causar hidropesía fetal.

Defectos cardíacos y pulmonares. Si el corazón o los pulmones del bebé no se desarrollan correctamente, puede ser un factor que contribuya a causar hidropesía fetal.

Defectos de nacimiento y anomalías congénitas. Entre el 3 y el 4 por ciento de los bebés nacen con algún tipo de defecto de nacimiento. Un defecto de nacimiento es un problema de salud o una anomalía física. Puede ser muy leve o grave. Si su bebé tiene un defecto de nacimiento, aumenta la probabilidad de que desarrolle hidropesía fetal.

Enfermedad hepática. Si su hijo tiene problemas hepáticos, suele manifestarse con ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos), hinchazón abdominal, fiebre y dolor. La enfermedad hepática puede ser una condición médica que conduzca a la hidropesía fetal.

Cómo se diagnostica la hidropesía fetal

Su médico suele diagnosticar la hidropesía fetal durante una ecografía prenatal de rutina. Si se encuentran cantidades anormales de líquido en dos o más zonas del cuerpo de su bebé, puede indicar hidropesía fetal. El médico también comprobará otros síntomas, como una gran cantidad de líquido amniótico, una placenta engrosada, un corazón, un hígado o un bazo agrandados.

La hidropesía fetal también puede diagnosticarse mediante análisis de sangre que pueden revelar la incompatibilidad de glóbulos rojos entre la madre y el bebé.

Cómo se trata la hidropesía fetal

Si se diagnostica durante el embarazo, la hidropesía fetal no siempre es tratable y puede implicar un parto prematuro...

Si un bebé nace con hidropesía fetal, necesitará cuidados médicos especializados. Es posible que necesite un respirador (ventilador) y que el médico tenga que utilizar una aguja para extraer el exceso de líquido de los espacios que rodean el corazón, los pulmones y el abdomen del bebé.

Tu bebé deberá permanecer en el hospital bajo la atenta observación de tu equipo médico hasta que se estabilice la enfermedad subyacente que provoca la hidropesía fetal.

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