La cafeína es un estimulante natural que se encuentra en más de 60 plantas. Las personas consumen alimentos y bebidas con cafeína para obtener una inyección de energía. La forma más común de tomar cafeína es con una taza de café o té por la mañana.
La gente disfruta de la cafeína porque le hace sentirse más alerta. Las madres recientes pueden utilizarla para adaptarse a un nuevo horario de trabajo o para sentirse más despiertas si no han dormido mucho debido a su nuevo bebé. Algunas personas también disfrutan del sabor de los productos que contienen cafeína, como el chocolate y el café. Pero, ¿es seguro tomar cafeína durante la lactancia?
Es seguro tomar cafeína durante la lactancia?
La respuesta corta es que sí, en general es seguro tomar cafeína mientras amamantas a tu bebé. Sin embargo, los expertos recomiendan limitar la ingesta de cafeína a 300 miligramos de cafeína al día durante la lactancia.
La cafeína afecta a algunos bebés. La leche materna puede contener pequeñas trazas de esta sustancia. La cantidad varía de una madre a otra. Además, algunos bebés son más sensibles que otros.
Los signos de que su consumo de cafeína está afectando a su bebé incluyen:
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Aumento de la inquietud y la irritabilidad
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Más problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido
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Hiperactividad
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Inquietud
Los bebés más pequeños son más sensibles a la cafeína que los mayores. Además, la cafeína permanece en el organismo de un recién nacido más tiempo que en el de un bebé mayor. En un bebé de 6 meses, la vida media de la cafeína es de unas 2,5 horas, pero en un recién nacido es de unos días.
El consumo de cafeína puede afectar a la calidad nutricional de la leche materna. Las madres que beben tres tazas de café al día tienen aproximadamente un tercio menos de hierro en la leche materna que las madres que no beben café. Evitar la cafeína puede mejorar el contenido de hierro de la leche materna.
Qué hacer si le preocupa su leche materna. Si sospechas que tu consumo de cafeína hace que tu pequeño esté más tiempo despierto, los expertos tienen algunas recomendaciones:
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Alimenta a tu bebé antes de tomar cualquier tipo de cafeína. Luego, espera al menos tres horas antes de volver a amamantar. Esto debería dar a tu sistema el tiempo suficiente para procesar la cafeína y evitar su propagación a través de la leche materna.
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Reduce tu consumo de cafeína a una taza de café al día.
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Deja la cafeína por completo hasta que termines de dar el pecho o hasta que tu bebé sea lo suficientemente mayor como para procesarla más rápidamente.