La sandía es una de las golosinas favoritas del verano para muchas familias. Es dulce y saludable y una forma estupenda de refrescarse, pero antes de dársela a tu hijo pequeño, aprende cuándo puedes darle sandía a tu bebé sin peligro y las precauciones de seguridad que debes tomar con ella...
Cómo introducir a los bebés en la sandía
La mayor preocupación a la hora de introducir nuevos alimentos a tu bebé es si será capaz de digerirlos. El estómago de tu bebé es delicado y tarda en adaptarse a los alimentos sólidos. Algunos alimentos, como la miel, no deberían introducirse hasta que el bebé tenga al menos un año.
Por suerte, no hay que esperar tanto tiempo para introducir la sandía. De hecho, la sandía es uno de los primeros alimentos que puedes dar a tu pequeño. La Academia Americana de Pediatría recomienda introducir a tu hijo en los alimentos sólidos, incluidos los purés de frutas y verduras, alrededor de los seis meses. También recomiendan que le ofrezcas a tu bebé alimentos con diferentes texturas para que las aprenda pronto...
La sandía es un buen alimento para ofrecer a tu bebé. Es blanda y acuosa, por lo que no le resultará difícil masticar y tragar. Además, es dulce, algo que gusta a muchos bebés.
Beneficios nutricionales de la sandía para los bebés
La sandía está cargada de micronutrientes como vitaminas y minerales que ayudarán a tu bebé a crecer y desarrollarse.?
Por ejemplo, la sandía tiene más de 470 microgramos de betacaroteno por taza. El betacaroteno es un importante antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A. La ingesta de suficiente vitamina A ayuda a los ojos del bebé a crecer y desarrollarse y es necesaria para que los pulmones, los riñones, el corazón y el sistema inmunitario funcionen correctamente. Dar a tu bebé sandía puede proporcionarle las vitaminas que necesita para mantenerse sano.
La sandía también es una forma fácil de asegurarse de que tu bebé se mantenga hidratado. Especialmente durante los meses de calor, es importante asegurarse de que el bebé beba lo suficiente. La sandía tiene más de un 90% de agua. Si tu hijo está inquieto o no le gusta beber agua, darle sandía puede ayudarle a obtener los líquidos que necesita.
Cómo preparar la sandía para los bebés
Cuando tu bebé está explorando por primera vez los alimentos sólidos, hay algunas formas comunes de preparar frutas como la sandía. Por ejemplo, machacar los alimentos hasta que estén suaves es la forma más fácil de ayudarles a probar la comida sin tener que masticar. La sandía puede triturarse y mezclarse fácilmente para que los bebés la prueben.
Los bebés un poco más mayores, que pueden manejar alimentos más pesados, pueden disfrutar de pequeños trozos de sandía. Asegúrate de que los trozos son lo suficientemente pequeños como para que tu hijo no se atragante con ellos. Dale sólo un trozo cada vez y vigila a tu bebé mientras come.
Es importante que le sirvas sandía sin pepitas. Incluso si compras sandía sin pepitas, comprueba que no las tenga, ya que pueden provocar que tu hijo se atragante. Si trituras la sandía, cuélala para eliminar las semillas antes de dársela a tu bebé.
Precauciones de seguridad de la sandía para los bebés
Tomar las medidas de seguridad adecuadas puede ayudar a tu pequeño a probar la sandía sin poner en riesgo su salud o seguridad. Aquí hay tres cosas que debes tener en cuenta antes de alimentar a tu bebé con sandía:
Enfermedades. Las frutas y verduras crudas conllevan el riesgo de enfermedades como la salmonela y la E. coli. Estas bacterias viven en la superficie de los productos, e incluso la sandía puede suponer un riesgo. Antes de alimentar a tu bebé con sandía, lava la parte exterior de la corteza del melón con agua y jabón. Así evitarás que los gérmenes del exterior del melón lleguen al cuchillo cuando lo cortes y contaminen la fruta del interior.
Alergias. Cuando introduzcas a tu bebé por primera vez en los alimentos sólidos, debes ir despacio. Tu bebé puede ser alérgico a ciertos alimentos, y no lo sabrás hasta que los pruebe. Introduce a tu bebé en un alimento cada vez, y espera unos días antes de presentarle algo nuevo. Así podrás detectar cualquier reacción alérgica, y sabrás exactamente qué puede haber desencadenado los síntomas.
Peligros de asfixia. Por último, el peligro de asfixia es un gran riesgo para tu bebé. Sólo dale puré de sandía hasta que esté seguro de que puede masticar y tragar trozos más grandes.