Qué hacer con la sangre en la leche materna

Sangre en la leche materna: qué hacer

La leche materna tiene un aspecto diferente a lo largo del tiempo, que va desde el amarillo del calostro hasta el blanco, cremoso o transparente. A veces, la sangre tiñe la leche de rosa, rojo o marrón. Ver sangre en la leche materna causa alarma, pero en la mayoría de los casos, parece peor de lo que realmente es...

Saber por qué ocurre esto y los síntomas que lo acompañan te da una mejor idea de cómo responder y te ayuda a juzgar si necesitas tomar alguna medida.

Qué causa la sangre en la leche materna?

Son muchas las situaciones que pueden provocar la presencia de sangre en la leche materna. Estas van desde preocupaciones leves hasta señales urgentes de problemas. Algunos ejemplos son:

Síndrome del tubo oxidado. La leche materna de color marrón rojizo es a veces el resultado de un fenómeno llamado síndrome de la tubería oxidada.

Normalmente, el síndrome de la tubería oxidada se produce durante los primeros días de lactancia. Es un tipo de congestión mamaria que se produce por el aumento del flujo sanguíneo que acompaña al aumento de la producción de leche. Parte de esta sangre puede filtrarse en el calostro o la leche materna y cambiar su color. No suele ser doloroso y debería desaparecer al cabo de unos días.

Pezones agrietados. Otra fuente común de sangre en la leche materna, los pezones agrietados pueden ocurrir si el bebé no se adhiere bien al pezón. En ocasiones, la culpa la tienen problemas como las ataduras de la lengua o las aftas. Se puede aplicar leche materna o lanolina de calidad médica en la zona agrietada para ayudar a su curación.

Mastitis . La sangre en la leche materna es sólo uno de los varios síntomas asociados a la mastitis (inflamación del tejido mamario). Por lo general, las madres lactantes que padecen esta enfermedad tienen los pechos sensibles o doloridos, así como hinchazón, bultos o fiebre. La secreción sanguinolenta del pezón puede producirse durante la mastitis, pero es más a menudo una causa de la enfermedad que un síntoma.

Cáncer de mama. Aunque es poco frecuente, el cáncer de mama puede provocar a veces la presencia de sangre en la leche materna. Por lo general, esto es consecuencia de la secreción del pezón e incluye otros síntomas, como el engrosamiento de las mamas o bultos. Estos problemas suelen confundirse con la mastitis, pero ambas afecciones requieren atención médica.?

Qué hacer cuando tienes sangre en la leche materna

La forma de responder a la presencia de sangre en la leche materna puede depender de los síntomas que se presenten y del momento de la lactancia en que lleguen los problemas. Por ejemplo, es posible que las pequeñas cantidades de sangre en los primeros días de lactancia no necesiten que se actúe, sobre todo si no hay otros síntomas...

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Las respuestas comunes a la sangre en la leche materna incluyen:

Continuar con la lactancia. En la mayoría de los casos, es seguro o incluso útil seguir amamantando si ves sangre en la leche materna. A veces puede ser un signo de problemas de salud para la madre, pero no es peligroso para los bebés. Algunas madres descubren que la sangre en la leche materna hace que los bebés regurgiten más, pero esto no suele ser motivo de preocupación.

Siga los consejos de su médico y de su asesor de lactancia, independientemente de la presencia de sangre en la leche materna. A medida que usted y su bebé se adaptan a la lactancia, el problema puede desaparecer por sí solo.

Esperar a que desaparezca. Esperar a que la sangre desaparezca es la mejor solución cuando sólo aparece una pequeña cantidad durante los primeros días de lactancia. Si la sangre se debe claramente a problemas comunes como la congestión o el síndrome de la pipa oxidada, no es necesario buscar ayuda todavía. En su lugar, céntrate en resolver el problema de fondo...

Trabaja el apego y la posición. Si los pezones agrietados provocan la aparición de sangre en la leche materna, un mejor proceso de fijación (agarre) podría solucionar el problema. Para empezar, prueba diferentes posiciones hasta que encuentres una que sea cómoda para ti y para tu bebé. Independientemente de la posición que prefieras, la cabeza y la columna vertebral del bebé deben estar completamente alineadas. La boca debe abrirse bien antes de acoplarse, con la barbilla tocando el pecho en la medida de lo posible.

Si sigues teniendo problemas para conseguir un buen agarre, pide una cita con un asesor de lactancia. Menciona que has detectado sangre en la leche materna. Deberías recibir consejos específicos, así como atención de seguimiento para asegurarte de que estás segura y de que tus esfuerzos de lactancia van por buen camino.

Pregunta a tu médico. Si te preocupa que la presencia de sangre en la leche materna pueda ser un indicio de mastitis, cáncer u otro problema grave, ponte en contacto con tu médico lo antes posible. Si tienes cáncer, también puedes encontrar bultos en tus pechos que no estén relacionados con la obstrucción de los conductos lácteos o la mastitis.

Cuando visites a tu médico, te preguntará por tu historial médico y tus prácticas actuales de lactancia. Si el médico sospecha que se trata de un cáncer, es posible que te haga un examen de las mamas, una mamografía o una ecografía. Sólo se puede hacer un diagnóstico oficial cuando se hace una biopsia.

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