Las madres que amamantan a sus hijos pueden enfrentarse a una serie de retos en los primeros días de vida de sus bebés. Uno de ellos es asegurarse de que el bebé se agarra al pecho como debe mientras se alimenta. La calidad del enganche puede afectar a aspectos como los niveles de dolor, la producción de leche e incluso la duración de la lactancia. A muchas madres y bebés les resulta difícil conseguir un buen agarre, lo que provoca molestias y a veces les obliga a dejar de dar el pecho antes de estar preparados.
Incluso si tu bebé no se agarra bien al principio, puedes desarrollar un buen agarre con tiempo y práctica.
Cómo es un enganche correcto?
Una vez que el bebé se haya agarrado bien al pecho, su barbilla y la punta de la nariz tocarán el pecho. Los labios de tu bebé deben estar extendidos contra tu pecho en lugar de ser succionados. Un agarre correcto incluye tanto el pezón como la areola.
Además de estos signos visuales, puedes detectar un agarre correcto por el patrón rítmico de succión. Éste debe incluir la succión, la deglución y la respiración. ?
Cómo conseguir un agarre ideal
Hay una serie de factores que pueden afectar a la calidad del enganche, como la posición y el momento en que se produce. Algunas cosas, como la forma del pezón, pueden estar fuera de su control. Estas estrategias pueden ayudar a promover un mejor agarre.
Elige la posición correcta. Las posiciones de amamantamiento afectan a la calidad del enganche, pero lo que funciona para algunas madres y bebés puede no ser ideal para otros. Si te cuesta coger el pecho en una posición, prueba con otras hasta que encuentres una opción cómoda.
Algunas buenas opciones para los recién nacidos que tienen dificultades para prenderse son:?
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Acostado. Prueba esta posición si tienes un exceso de suministro o la leche viene rápidamente, ya que limitará el flujo de la leche y, por tanto, cualquier tirón o inquietud. En esta posición, colocarás a tu bebé contra tu vientre mientras tú estás tumbada boca arriba.?
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El fútbol. Si te estás recuperando de una cesárea, esta posición te ayudará a encontrar un enganche ideal evitando la presión sobre tu vientre. También funciona bien para gemelos y bebés prematuros. En esta posición, sostendrás a tu bebé contra tu costado mientras se alimenta.
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Lateral. Una gran opción para amamantar cómodamente en el hospital o en casa, la posición de lado suele recomendarse cuando se trata de un flujo de leche rápido. Al igual que la posición de fútbol, este método también puede promover una mayor comodidad después de una cesárea. En esta posición, te tumbarás de lado, apoyándote en almohadas, mientras tu bebé está de cara a ti...
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Cuna. Cuando la mayoría de la gente se imagina la lactancia materna, piensa en la clásica postura de cuna. Consiste en sentarse con el cuello del bebé apoyado en el antebrazo y con las barrigas tocándose. Esta posición puede ser cómoda para los bebés de más edad, pero suele ser difícil para los recién nacidos, ya que ofrece un apoyo limitado. Aun así, puede valer la pena probarla si no has tenido mucho éxito con otras posiciones.
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Cuna cruzada. Esta postura, a la que recurren muchas madres primerizas, funciona mejor en un sillón deslizante o en una silla cómoda. En esta posición, apoyarás la cabeza de tu bebé con el brazo del lado opuesto al que estás amamantando.
Prueba con un protector de pezones. Si tienes los pezones planos o invertidos, puede ser difícil asegurar un agarre adecuado. Un protector de pezones puede ayudar dando una forma más clara. También puede hacer que la lactancia sea más cómoda si tienes pezones agrietados u otras fuentes de dolor.
Espera a que tu bebé abra bien la boca. Si la boca del bebé no se abre lo suficiente, es posible que el agarre sea superficial. Tiene que cubrir tanto el pezón como una gran parte del tejido mamario. Para ello, pon el pezón en contacto con los labios del bebé.
No tengas miedo de desprenderte del pezón con suavidad y volver a intentarlo si al principio te cuesta conseguir el momento adecuado. Para ello, introduce un dedo en la boca del bebé y rompe suavemente la succión.
Comprueba si hay ataduras en la lengua. La anquiloglosia es la tensión del cordón que une la lengua con el fondo de la boca. Se da hasta en el 11% de los recién nacidos y puede limitar la movilidad de la lengua, lo que provoca una forma de compresión de la lactancia que puede ser dolorosa para las madres y dificultar el aumento de peso del bebé en los primeros días, que son cruciales. Un procedimiento llamado revisión de la lengua puede corregir el problema.
Trabajar con un asesor de lactancia. Muchas madres recientes se esfuerzan por encontrar la causa de un mal agarre. Si has probado varias posiciones y sigues teniendo problemas, no dudes en reunirte con un asesor de lactancia. Este profesional puede analizar tu forma de amamantar y darte sugerencias.