Cuáles son los riesgos de una cesárea?
Aunque una cesárea puede no formar parte de tu plan de parto, tu médico puede recomendarte una por diversas razones. Es posible que tengas que planificar una cesárea si estás embarazada de dos o más bebés o si tienes alguna enfermedad o infección.
Si te encuentras con una emergencia durante el parto, también puedes necesitar una cesárea. Aquí tienes algunos ejemplos de cuándo puede ser la opción más segura:
-
Tu parto no está progresando como debería.
-
Tu bebé está en una mala posición o es demasiado grande para un parto vaginal.
-
Tu salud -o la de tu bebé- está en riesgo.
Pero sigue habiendo riesgos tanto para ti como para tu bebé con un parto por cesárea.
Riesgos para ti
Como ocurre con cualquier cirugía mayor, existen varios riesgos asociados a un parto por cesárea. Entre ellos están los coágulos de sangre, las hemorragias y la reacción a la anestesia. También podría tener alguno de los siguientes:
-
Infección
-
Lesión quirúrgica en la vejiga o los intestinos
-
Embolia de líquido amniótico (el líquido amniótico o el material fetal entra en el torrente sanguíneo materno)
-
Inflamación del útero
-
Sangrado
-
Riesgos para futuros embarazos
Someterse a una cesárea está bien si quieres dar el pecho. Una vez que estés en la sala de recuperación, deberías poder empezar a intentarlo de inmediato.
Una vez que has tenido una cesárea, es más probable que tengas complicaciones en futuros embarazos. Si tienes un parto vaginal después de una cesárea, existe la posibilidad de que tu útero se desgarre a lo largo de la línea de la cicatriz de la cesárea. Podrías tener problemas con la placenta en el futuro o desarrollar tejido cicatricial en la zona pélvica. Pero es posible tener un parto vaginal normal después de una cesárea.
Riesgos para tu bebé
Hay muchos menos riesgos para tu bebé durante una cesárea. Sin embargo, los bebés que nacen por cesárea son más propensos a desarrollar problemas respiratorios, especialmente si la cesárea se realiza antes de las 39 semanas. Esto se debe a que el parto ayuda a limpiar los pulmones del bebé de líquido.
Si la cesárea se practica antes de que comience el parto, el bebé podría tener líquido en los pulmones, pero suele desaparecer por sí solo al cabo de uno o dos días.
También existe un pequeño riesgo de que el bebé sufra algún tipo de lesión, normalmente sólo rasguños accidentales, durante la intervención. Pero son poco frecuentes, al igual que la posibilidad de que tu bebé tenga una mala reacción a la anestesia.