Más allá del picor: problemas por pulgas y garrapatas

Las pulgas y garrapatas encabezan la lista de preocupaciones de los propietarios de mascotas. Pero estas pequeñas plagas, que pican y se alimentan de la sangre de sus animales, pueden hacer mucho más que provocarles picores. También pueden transmitir una larga lista de enfermedades que pueden enfermar a tus compañeros peludos.

Garrapatas

Anaplasmosis. Los síntomas de esta infección bacteriana pueden ser muy parecidos a los de la enfermedad de Lyme, incluyendo fiebre y falta de energía. Tu mascota puede dejar de comer o ser incapaz de levantarse o caminar. Algunos perros y gatos con anaplasma también pueden tener hemorragias nasales u otros problemas de sangrado.

Babesiosis. Se produce cuando los parásitos destruyen los glóbulos rojos de su perro. Las encías de los animales pueden estar pálidas y el blanco de los ojos puede tener un aspecto amarillo-naranja. También pueden debilitarse, tener fiebre y perder peso.

Ehrlichiosis. Al igual que la enfermedad de Lyme, suele producirse por la picadura de una garrapata. Al igual que la anaplasmosis, puede hacer que tu perro o gato vomite, evite la comida y tenga hemorragias nasales. Los síntomas aparecen entre una y tres semanas después de la picadura. Es fácil de tratar si se detecta a tiempo.

Hepatozoonosis. Esta enfermedad grave y a veces mortal no proviene de una picadura de garrapata. Se produce si su perro o gato come una garrapata infectada o algo infestado por ella. Consulte a su veterinario si su mascota no quiere ponerse de pie o moverse, o parece carecer de fuerza muscular.

Enfermedad de Lyme. Al igual que las personas, los perros pueden contraerla por la picadura de una garrapata. Esta enfermedad infecciosa es tan común que más de la mitad de los perros de Nueva Inglaterra la han padecido. Por alguna razón, la enfermedad de Lyme deja en paz a los gatos. Sólo uno de cada 10 perros con Lyme presenta síntomas como fiebre, pereza y cojera que requieren tratamiento.

Fiebre maculosa de las Montañas Rocosas. A pesar de su nombre, la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas afecta a los perros (y a las personas) -pero no a otros animales- en todo el país. Ratones, ratas, conejos y otros pequeños mamíferos son portadores de la bacteria. Las garrapatas se alimentan de ellos y transmiten la enfermedad a través de las picaduras. Los síntomas comunes de un caso leve incluyen tos, diarrea y vómitos. Si su perro tiene un caso grave, puede observar enrojecimiento de los ojos, hemorragias nasales, sangre en la orina o en las heces, y problemas para ponerse de pie o caminar.

Citauxzoonosis. Proviene de las garrapatas que se alimentan de los gatos monteses. La citauxzoonosis no afecta a los perros, pero puede ser mortal para los gatos. Se propaga rápidamente y provoca problemas respiratorios, pérdida de apetito, ictericia y coma.

Pulgas

Dermatitis. Extraño pero cierto: algunos perros y gatos son alérgicos a la saliva de las pulgas. La dermatitis, o inflamación de la piel, es una reacción alérgica a las picaduras de pulgas. Puede hacer que la piel de tu mascota se enrojezca, tenga costras y pique mucho.

Tenias. Su perro o gato puede contraerlas por comer una pulga o cualquier otra cosa que tenga huevos de tenia. Estos parásitos viven en el intestino delgado de tu mascota y roban los nutrientes de todo lo que le das de comer. Las tenias acaban pasando a través de las cacas, pero rara vez hacen enfermar a tu mascota.

La pérdida de pelo no se debe a las pulgas en sí, sino a los picores y mordiscos. Las pulgas pueden desencadenar alergias que hacen que tu mascota tenga tanto picor que se rasque el pelo hasta quedar calva.

Garrapatas y pulgas

Bartonella. Es más conocida como la enfermedad del arañazo del gato, pero infecta tanto a gatos como a perros. La Bartonella se propaga a través de garrapatas, pulgas, moscas de la arena y una mordedura o arañazo de gato. Busque fiebre, dolor en las articulaciones y cualquier comportamiento inusual.

Lo que puede hacer

A las pulgas les encantan las zonas oscuras y húmedas. Una vez a la semana, acicala a tu mascota con un peine antipulgas y lava su ropa de cama. Pregunta a tu veterinario cuál es el mejor producto antipulgas para tu mascota.

Algunos medicamentos contra las pulgas también controlan las garrapatas. Sea consecuente con la medicación para la prevención de las garrapatas. Utilice guantes para revisar a su mascota en busca de garrapatas con regularidad, especialmente después de pasar tiempo en zonas boscosas. Si la exposición de tu mascota a las garrapatas es alta, habla con tu veterinario sobre las vacunas que previenen la enfermedad de Lyme.

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