Al igual que los temblores y la lentitud de movimientos, la ansiedad y la depresión son síntomas comunes del Parkinson. Hasta la mitad de las personas con Parkinson pueden tener depresión, ansiedad o ambas.
La ansiedad y la depresión no son reacciones emocionales a la enfermedad, sino que forman parte de la propia enfermedad. Los científicos creen que son el resultado de cambios en la química del cerebro. La ansiedad y la depresión pueden aparecer incluso años antes de que se diagnostique el Parkinson.
El Parkinson afecta a las vías cerebrales que producen serotonina, la sustancia química que regula el estado de ánimo, el apetito y el sueño. Esto puede desencadenar síntomas de ansiedad y depresión.
Es importante saber si tiene ansiedad o depresión porque puede afectar al curso del Parkinson, a su salud general y a su calidad de vida.
Cómo es la depresión
La depresión no es igual para todos. Puede que te sientas triste o que pierdas el interés por las cosas que normalmente disfrutas. Puede que te sientas molesto y tenso. Puede tener problemas para dormir. Es algo más que sentirse triste.
No siempre es fácil de detectar, especialmente en uno mismo. Su familia, sus amigos o su médico pueden notarlo antes que usted.
Los síntomas de la depresión suelen ser:
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Cambios en el apetito
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Cambios en el sueño
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Llanto
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Fatiga
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Sentirse inútil
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Autocrítica
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La culpa
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Preocupación por ser una carga
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Menor preocupación por la higiene y la salud
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Pérdida de interés o disfrute en sus actividades habituales
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Baja energía o motivación
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Disminución del deseo sexual
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Tristeza que no desaparece
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Pensamientos de muerte
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Problemas para prestar atención
Cómo es la ansiedad
La ansiedad a menudo se siente como una preocupación o miedo extremo. Es más que las preocupaciones o los nervios cotidianos. Puede interponerse en tu vida diaria. Puedes tener problemas para dormir o oleadas repentinas de miedo. También puede tener síntomas físicos, como náuseas, latidos acelerados, falta de aire, sudoración o mareos.
La ansiedad también puede llevarle a evitar cosas que antes disfrutaba. Puede alejarse de las situaciones sociales porque le preocupan sus síntomas y se siente avergonzado ante los demás. O puede temer quedarse solo o no ser capaz de funcionar por sí mismo.
Los síntomas de ansiedad suelen incluir:
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Preocupación o miedo adicional
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Mal humor
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Tensión muscular
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Náuseas
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Latidos acelerados del corazón
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Inquietud
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Problemas de sueño
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Oleadas repentinas de pánico o miedo, como justo antes de la siguiente dosis de medicación para el Parkinson
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Sudoración
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Temblor
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Pensamientos incontrolables y no deseados
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Preocupación por los acontecimientos que se avecinan
Cómo saber si tienes ansiedad o depresión
Si nota estos síntomas, si sus amigos y familiares han visto cambios en su estado de ánimo, o si simplemente no se siente usted mismo últimamente, hable con su médico.
Tu médico o un profesional de la salud mental pueden decirte si tienes ansiedad o depresión. Te harán preguntas sobre cómo te sientes, los cambios de humor y los síntomas que pueden estar relacionados con la ansiedad o la depresión.
Para encontrar un profesional de la salud mental, pídale a su médico o a un ser querido que le recomiende uno. Si forma parte de un grupo de apoyo o conoce a otras personas con Parkinson, pregúnteles si conocen a alguien.
Tratamiento de la ansiedad y la depresión
Su médico puede sugerirle medicamentos, terapia de conversación y cambios en el estilo de vida, como el ejercicio y las actividades sociales. Muchos médicos consideran que una combinación de tratamientos funciona mejor.
Cada persona es diferente, así que el médico basará su tratamiento en sus necesidades. Tenga paciencia. Puede llevar tiempo averiguar qué es lo que mejor funciona para usted.
Tu médico puede recetarte antidepresivos como los ISRS, los IRSN o las benzodiacepinas, que son medicamentos contra la ansiedad. Pueden ajustar los niveles de los medicamentos para el Parkinson para ver cómo afectan a tu estado de ánimo.
La terapia conversacional, también llamada psicoterapia, puede ayudarle a entender su ansiedad y depresión y darle herramientas para controlar sus síntomas.
Su terapeuta puede probar la terapia cognitivo-conductual, o TCC, para ayudarle a cambiar los patrones de pensamiento negativos y aprender a reaccionar mejor ante las situaciones.
También puedes obtener ayuda a través de la terapia de grupo o los grupos de apoyo. Son buenos para conectar con otras personas que se relacionan con lo que estás pasando, compartir tus pensamientos y aprender de las experiencias de otras personas.
Tratamientos alternativos y cambios en el estilo de vida
Su médico también podría recomendarle terapias alternativas como:
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Acupuntura
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Aromaterapia
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Masaje terapéutico
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Meditación
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Musicoterapia
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Técnicas de relajación
Los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a controlar los síntomas. Hacer ejercicio con regularidad mejora tu estado de ánimo, te ayuda a dormir mejor y podría aliviar los síntomas. Comer alimentos saludables, dormir lo suficiente y dedicar tiempo a la relajación también puede ayudar. Contar con apoyo social puede suponer una gran diferencia.
Si la medicación, la terapia y los tratamientos alternativos no funcionan, el médico puede considerar cosas como la estimulación del nervio vago, la terapia electroconvulsiva u otras terapias.
Manténgase al día
Hable con su médico para que compruebe los cambios de humor de forma regular. La ansiedad y la depresión pueden desarrollarse en diferentes momentos. Controlarlos podría mejorar su salud general y su calidad de vida.