Consejos para controlar las fluctuaciones motoras del Parkinson: Dieta, ejercicio y más

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a controlar las fluctuaciones motoras del Parkinson, síntomas que vuelven a aparecer después de haber estado recibiendo tratamiento durante años. El ejercicio, el alivio del estrés y una alimentación saludable pueden contribuir a que te sientas mejor.

Centrarse en la dieta

Un plan de alimentación saludable en general te dará los nutrientes que necesitas para sentirte mejor. Intenta conseguir un equilibrio de frutas, verduras, cereales integrales y otros alimentos nutritivos en cada comida.

Necesitas las proteínas de alimentos como la carne, los huevos, las judías y el queso para mantener tus músculos fuertes. Pero las proteínas también pueden dificultar la absorción de la levodopa, un medicamento habitual para el Parkinson.

Una solución es comer todos los alimentos ricos en proteínas a la hora de la cena. Limítese a comer frutas, verduras y cereales integrales a primera hora del día.

Tome la levodopa entre 30 y 60 minutos antes de las comidas, para que su cuerpo tenga tiempo de absorber el medicamento. Si el fármaco le produce malestar estomacal, tómelo con unas galletas o una tostada.

Descansa

Su cuerpo necesita tiempo para descansar y recuperarse cuando tiene Parkinson.

Una buena noche de sueño le ayudará a sentirse renovado. Si se despierta durante la noche y tiene problemas para volver a dormirse, hay medidas que puede tomar para ayudarle a descansar mejor.

Para ayudarte a dormir toda la noche, mantén tu habitación fresca, oscura y silenciosa. No ingieras una comida pesada ni bebas alcohol u otros líquidos en las tres horas previas a la hora de acostarte. Es difícil dormir cuando tienes la barriga llena o necesitas ir al baño.

Cambia tus sábanas habituales por unas de satén. El tejido sedoso te permitirá moverte con más facilidad y evitará parte de la rigidez y el dolor que pueden interrumpir tu sueño.

Haz algo relajante antes de acostarte. Medita, practica la respiración profunda o date un baño caliente para calmar tu mente. Si pruebas estos consejos y sigues sin poder dormir toda la noche, acude a tu médico para que te aconseje.

Haz ejercicio

Mantenerse activo es una parte importante del manejo de la enfermedad de Parkinson. El ejercicio fortalece los músculos, mejora la flexibilidad y ayuda a prevenir las caídas. También ayuda con síntomas como la rigidez y la lentitud de movimientos.

Antes de iniciar un nuevo programa de ejercicios, consulte a su médico para asegurarse de que es seguro para usted. Intenta caminar, nadar, levantar pesos ligeros o hacer otros ejercicios durante al menos dos horas y media cada semana. Trabaja con un fisioterapeuta para diseñar una rutina que se adapte a tus necesidades y respete tus límites.

Puede que le resulte difícil hacer ejercicio durante los periodos "off", es decir, los momentos en los que la levodopa no funciona tan bien y tiene síntomas. Intente programar las actividades para los periodos "on", cuando el medicamento funciona mejor.

Controle el estrés

Es importante encontrar formas de relajarse, ya que demasiado estrés puede empeorar tus temblores, rigidez y otros síntomas.

Prueba algunas técnicas de relajación, como la respiración profunda, durante unos minutos cada día. Para ello, siéntese en un lugar tranquilo, inspire lentamente por la nariz y deje que su vientre se expanda. A continuación, exhala, tirando suavemente del vientre hacia dentro.

También puedes hacer yoga o tai chi, programas de ejercicios que combinan movimientos suaves con respiración profunda. Pueden ayudarte a relajarte mientras mejoras tu equilibrio y flexibilidad.

La música es otra forma de combatir el estrés. Escucha tus canciones favoritas o busca una melodía relajante para calmar tu mente.

Ajusta tu medicina

Si está tomando levodopa, es probable que su médico le haya dicho que eleva los niveles de dopamina en el cerebro para evitar síntomas como la rigidez y el temblor. Al principio de la enfermedad, la levodopa debería mantener sus niveles de dopamina estables de una dosis a otra.

Una vez que haya tenido Parkinson durante muchos años, sus niveles de dopamina pueden empezar a descender entre las dosis. Cuando esto ocurre, los síntomas pueden reaparecer antes de que llegue el momento de tomar la siguiente dosis.

Su médico puede ajustar cuándo y con qué frecuencia toma levodopa para evitar estos descensos en los niveles de dopamina. Una estrategia es tomar dosis más pequeñas de levodopa más a menudo durante el día. O puede tomar una dosis más alta del fármaco el mismo número de veces al día.

Cambiar a un nuevo método de administración del fármaco

Otra forma de mantener los niveles de dopamina estables es probar una forma de levodopa de acción prolongada que suministre una dosis constante del medicamento. Entre ellas se encuentran:

  • Un parche que se lleva en la piel

  • Una cápsula que libera lentamente el medicamento en su cuerpo durante varias horas

O puedes tomar levodopa en gel, que va directamente al intestino a través de una aguja y un tubo llamado duopa. Funciona más rápido que una píldora porque el estómago no tiene que descomponer el medicamento primero.

También se ha aprobado una nueva forma de levodopa en polvo (INBRIJA) que se respira en los pulmones y ayuda a aliviar las fluctuaciones motoras más rápidamente que una píldora.

Añade otro fármaco

Su médico puede sugerir un segundo medicamento para potenciar los efectos de la levodopa en su organismo o hacer que el medicamento actúe durante más tiempo. Esto podría ayudarle a evitar el tiempo "off", un periodo en el que sus síntomas vuelven a aparecer.

Algunos fármacos hacen que el organismo descomponga la levodopa más lentamente, de modo que cada dosis dure más tiempo. Estos incluyen:

  • Inhibidores de la COMT: entacapona (Comtan) y tolcapona (Tasmar).

  • Inhibidores de la MAO-B: rasagilina (Azilect), safinamida (Xadago) y selegilina (Atapryl, Carbex, Eldepryl).

Los agonistas de la dopamina, como el pramipexol (Mirapex) y el ropinirol (Requip), actúan como la dopamina en el cerebro. Pueden reducir las fluctuaciones motoras, pero a veces provocan efectos secundarios como náuseas, mareos y cansancio.

El fármaco apomorfina (Apokyn) es un tipo de agonista de la dopamina que actúa como medicamento de "rescate". Ayuda a salvar los intervalos entre las dosis de levodopa y proporciona un alivio rápido cuando se presentan síntomas inesperados. Se inyecta bajo la piel, de forma similar a las inyecciones de insulina que se aplican para tratar la diabetes. La apomorfina empieza a actuar en pocos minutos y sus efectos duran una o dos horas.

Prueba la fisioterapia

Un fisioterapeuta puede mostrarle técnicas que mejoren su equilibrio y movimiento, y ayudarle a manejar sus fluctuaciones motoras.

Un programa de fisioterapia puede incluir:

  • Ejercicios para mejorar su fuerza y equilibrio

  • Consejos para prevenir las caídas

  • Técnicas para ayudarle a levantarse de una silla o de la cama y a caminar con más facilidad

  • Consejos sobre cómo utilizar bastones u otras ayudas a la movilidad para poder desplazarse con seguridad

Obtenga terapia ocupacional

Un terapeuta ocupacional puede enseñarle formas de manejar las fluctuaciones motoras en el trabajo y en casa. Aprenderá a utilizar herramientas como pinzas y cuernos de zapato de mango largo para realizar las tareas cotidianas.

El terapeuta también puede mostrarte algunos cambios que puedes hacer en tu casa. Por ejemplo, puede darte ideas como añadir barandillas en las escaleras o barras de sujeción en el baño para evitar las caídas.

Cirugía

Si los cambios de medicamentos y otros tratamientos no detienen los síntomas, la cirugía podría ser una opción. La estimulación cerebral profunda es un procedimiento que coloca electrodos en el cerebro. Estos envían suaves impulsos eléctricos para ayudar a aliviar los síntomas del Parkinson.

Obtenga apoyo

Si las fluctuaciones motoras empiezan a hacerte sentir un poco abrumado, acude a otras personas para obtener el respaldo emocional que necesitas. Pide apoyo a tu pareja, familia, amigos y equipo médico.

También puede unirse a un grupo de apoyo para personas con la enfermedad de Parkinson. Pida al médico que le atiende que le recomiende uno en su zona. O busque un grupo a través de una organización como la Fundación de Parkinson. Al unirse a uno, conocerá a personas que entienden lo que está pasando y pueden ofrecerle consejos.

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