La enfermedad de Parkinson y la conducción de automóviles: Consejos de seguridad y cuándo dejar de conducir

La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento que puede afectar significativamente a las habilidades de conducción, causar problemas de seguridad y obligar a muchas personas con la enfermedad a dejar de conducir un coche. Esto se debe a que los principales síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden interferir gravemente en la compleja tarea de conducir un coche. Estos síntomas son:

  • Temblor: temblor en las manos, brazos, piernas, mandíbula o cabeza.

  • Rigidez: rigidez de las extremidades y del tronco.

  • Bradicinesia: lentitud de movimientos.

  • Inestabilidad postural: deterioro del equilibrio.

Además, algunas personas con la enfermedad de Parkinsons pueden desarrollar un deterioro cognitivo: defectos en el pensamiento, el lenguaje y la resolución de problemas.

Muchas personas con la enfermedad de Parkinsons en fase inicial pueden seguir conduciendo con seguridad, especialmente si los síntomas están controlados. Sin embargo, dado que la enfermedad de Parkinsons empeora con el tiempo, muchas personas con la enfermedad de Parkinson tendrán que dejar de conducir un coche y depender de otras formas de transporte.

En la cultura estadounidense, la conducción se asocia fuertemente con la autosuficiencia y la libertad. Algunas personas con la enfermedad pueden reconocer los riesgos de seguridad y aceptar voluntariamente limitar o dejar de conducir un coche. Pero otros pueden ser incapaces de reconocer que sus habilidades de conducción están gravemente deterioradas e insisten en conducir a pesar de los riesgos de seguridad para ellos mismos y para los demás.

Cómo afectan los síntomas de la enfermedad de Parkinson a la capacidad de conducir

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson varían de un paciente a otro. Pueden ir de leves a graves. Pero incluso en los casos leves, síntomas comunes como temblores en los brazos, las manos o las piernas,... deterioro del equilibrio,... y lentitud en las respuestas físicas y mentales pueden afectar a las habilidades de conducción.

Los episodios de temblor, por ejemplo, suelen comenzar en una mano o un pie y pueden afectar a la capacidad de manejar los mandos del coche. La rigidez puede dar lugar a movimientos bruscos al volante. La lentitud de movimientos puede interferir con el frenado en el tráfico pesado o con la capacidad de reaccionar rápidamente ante los peligros de la carretera. La inestabilidad postural suele dar lugar a una postura encorvada en la que la cabeza está inclinada y los hombros caídos, lo que reduce aún más la conciencia del conductor sobre su entorno.

Para muchas personas con la enfermedad de Parkinson en fase inicial, los medicamentos pueden reducir los síntomas. Pero los medicamentos pueden tener efectos secundarios, como la somnolencia, que también pueden afectar a la conducción. Puede ser difícil para los médicos diseñar un plan de medicación que reduzca los síntomas primarios de la enfermedad de Parkinson y permita a algunos pacientes conducir sin causar efectos secundarios que hagan aún más peligrosa la conducción de un coche.

Consejos para las personas con la enfermedad de Parkinson

Si tiene la enfermedad de Parkinson en su fase inicial y espera seguir conduciendo el mayor tiempo posible, es esencial que haga ejercicio con regularidad para mantener la fuerza muscular que necesita para manejar un vehículo. También es esencial que se reúna con su médico y le pregunte sobre:

  • Medicamentos y otros tratamientos, como la estimulación cerebral profunda, que pueden tratar sus síntomas.

  • Efectos secundarios de la medicación que pueden interferir en la seguridad de la conducción.

  • Derivación a un centro o especialista que pueda hacerle una prueba de conducción fuera de carretera.

Para encontrar un especialista local, ponte en contacto con la Asociación de Especialistas en Rehabilitación de Conductores en el 866-672-9466 o visita su página web... Tu hospital o centro de rehabilitación local puede ayudarte a encontrar un terapeuta ocupacional que pueda evaluar tus habilidades de conducción. Además, el departamento de vehículos de motor (DMV) de su estado puede ofrecer evaluaciones de conducción.

Si tiene la enfermedad de Parkinsons en fase inicial y demencia leve o en fase inicial -y desea seguir conduciendo- debe buscar una evaluación inmediata de sus habilidades de conducción. Las personas con demencia de moderada a severa no deberían conducir. Algunos estados revocan automáticamente el permiso de conducir a todas las personas a las que se les ha diagnosticado demencia de moderada a grave.

Si usted pasa una evaluación de conducción, no significa que pueda seguir conduciendo indefinidamente. Dado que los síntomas de la enfermedad de Parkinson y la demencia suelen empeorar con el tiempo, es importante volver a evaluarse cada seis meses y dejar de conducir si no se aprueba el examen.

Consejos para las familias y los cuidadores

Si a un ser querido se le ha diagnosticado la enfermedad de Parkinsons -con o sin deterioro cognitivo asociado-, ciertos comportamientos cotidianos pueden indicar una incapacidad para conducir con seguridad. Preste atención a los siguientes signos:

  • Mala coordinación

  • Dificultad para juzgar la distancia y el espacio

  • Desorientación en lugares conocidos

  • Incapacidad para manejar múltiples tareas

  • Falta de atención al cuidado personal

  • Aumento de la pérdida de memoria, especialmente la de corto plazo

  • Cambios de humor frecuentes, confusión e irritabilidad

  • Disminución de la capacidad de procesar información, resolver problemas y tomar decisiones

Aunque una evaluación independiente demuestre que su ser querido puede conducir de forma segura, sigue siendo importante seguir controlando sus habilidades de conducción para detectar problemas que puedan provocar un accidente grave. Las señales de advertencia incluyen:

  • Conducir demasiado despacio

  • Detenerse en el tráfico sin razón aparente

  • Ignorar las señales de tráfico

  • Perderse por una ruta conocida

  • Dificultad para ejecutar giros y cambios de carril

  • Desviarse hacia otros carriles de tráfico o conducir por el lado equivocado de la calle

  • Olvidar la señalización o señalizarla de forma incorrecta

  • No fijarse en otros vehículos, peatones o peligros de la carretera

  • Quedarse somnoliento o dormirse al volante

  • Aparcar de forma inadecuada

  • Recibir multas por infracciones de tráfico

  • Verse envuelto en situaciones de cuasi-accidentes, choques con el guardabarros u otros accidentes

Cualquiera de estas señales de advertencia podría indicar que ha llegado el momento de que su ser querido deje de conducir. Es importante que hable de cualquier preocupación que tenga con su ser querido y con su médico.

Cómo facilitar la transición

Las conversaciones francas con los familiares y los médicos suelen ser suficientes para convencer a los enfermos de Parkinson de que modifiquen su forma de conducir. Algunas personas pueden necesitar aportaciones adicionales de un grupo de apoyo, un abogado o un planificador financiero para facilitar la transición.

Algunas personas con la enfermedad de Parkinson pueden seguir conduciendo bajo pautas estrictas, aunque el objetivo a largo plazo seguirá siendo dejar de conducir. Las pautas para limitar la conducción pueden incluir:

  • Conducir sólo por carreteras conocidas.

  • Limitar los desplazamientos a viajes cortos

  • Evitar el tráfico en horas punta y las carreteras muy transitadas

  • Restringir los desplazamientos a las horas de luz durante el buen tiempo

Es importante que la familia y los amigos encuentren formas de ayudar a su ser querido a reducir su necesidad de conducir. Por ejemplo, organizando la entrega de alimentos, comidas y recetas a domicilio, o que los barberos o peluqueros vayan a casa.

También es importante ayudar a su ser querido a acostumbrarse a utilizar métodos de transporte alternativos, como:

  • Llevar a la familia y a los amigos

  • Taxis

  • Furgonetas y autobuses de enlace

  • Autobuses, trenes y metros públicos

  • A pie

Su Agencia Local sobre el Envejecimiento puede ayudarle a encontrar servicios de transporte para un ser querido. Eldercare Locator, un servicio de la Administración sobre el Envejecimiento de Estados Unidos, también puede ayudar. Su número de teléfono es el 800-677-1116,?

Si su ser querido se niega a limitar o dejar de conducir voluntariamente, a pesar de la necesidad demostrada de hacerlo, es posible que tenga que tomar medidas más agresivas, como:

  • Esconder las llaves del coche

  • Desactivar el coche

  • Vender el coche o trasladarlo fuera de la vista

  • Ponerse en contacto con el departamento local de vehículos de motor

Asegúrese de que el médico de su ser querido es consciente de sus preocupaciones. Ellos deberían ser capaces de ayudar.

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