La enfermedad de Parkinson afecta a cada persona de forma diferente. Cualquiera que sea su caso, hay hábitos que puede incorporar a su rutina diaria para ayudarle a lidiar con sus síntomas y vivir la vida más plenamente.
Haz ejercicio con regularidad
Mover y estirar el cuerpo todos los días mejora la salud de cualquier persona. Cuando se tiene Parkinsons, puede ayudar a dar:
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Más flexibilidad
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Mejor equilibrio
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Menos ansiedad y depresión
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Mejora de la coordinación
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Aumento de la fuerza muscular
Habla con tu médico antes de empezar cualquier tipo de actividad física. Es posible que le recomienden que se asocie con un fisioterapeuta para que le ayude a encontrar su mejor forma física. Puede que quieras probar:
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Caminar
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Nadar o hacer ejercicios aeróbicos en el agua
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Jardinería
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Estiramiento
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Bailar
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Tai chi
Sé inteligente con el otoño
Los problemas de equilibrio pueden hacer que las caídas sean una verdadera preocupación cuando se tiene Parkinson. Al moverse, especialmente durante el ejercicio, sea inteligente. Por ejemplo:
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Coloca primero el talón cuando des un paso.
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No te muevas rápidamente.
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Esfuérzate por mantener la postura recta mientras caminas, y mira hacia delante en lugar de hacia abajo.
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Cambia de dirección con un giro en U en lugar de un pivote.
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Procura no llevar nada cuando camines.
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No camines hacia atrás.
Si, a pesar de tomar estas medidas, te encuentras con una caída, piensa en utilizar un bastón, un andador u otro dispositivo que te ayude a moverte con seguridad.
Duerma bien
A veces, el Parkinson puede obstaculizar un sueño reparador. La enfermedad de Parkinson puede causar problemas de sueño o sueños anormales. Prepárese para el éxito manteniendo una buena higiene del sueño: patrones que aumentarán sus posibilidades de obtener las ZZZ que necesita:
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Crea una rutina relajante antes de acostarte y síguela todas las noches.
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Cíñete a un horario: Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días.
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Ten mucha luz: Recibe mucha luz natural durante el día. Evita las pantallas y mantén tu habitación a oscuras por la noche.
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Evite la cafeína, el alcohol y el ejercicio durante al menos 4 horas antes de acostarse.
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Utiliza la cama sólo para dormir (y para el sexo).
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Mantén tu dormitorio fresco por la noche.
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Asegúrese de que su colchón y su almohada sean cómodos y le den un buen soporte.
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Busca a tus mascotas otro lugar para dormir: no compartas la cama con animales.
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Si duerme la siesta durante el día, que sea de 40 minutos o menos.
Comer para la salud
Es común que la enfermedad de Parkinson venga acompañada de cosas como adelgazamiento de los huesos, deshidratación, pérdida de peso y estreñimiento. Puede evitar muchos de estos síntomas si vigila de cerca su alimentación.
Cuando llene su despensa y planifique sus menús semanales, recuerde:
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Comer todos los días una variedad de cereales integrales, verduras y frutas.
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Vigila la cantidad de grasa que comes (sobre todo la saturada).
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Limita el azúcar, la sal y el sodio.
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No consuma mucho alcohol (y asegúrese de que lo que bebe no interactúa con sus medicamentos).
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Bebe mucha agua: al menos 8 vasos al día.
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Cargue con alimentos repletos de vitamina D, magnesio, vitamina K y calcio para fortalecer los huesos.
Amplíe su equipo
Su médico es su primera línea de defensa para tratar sus síntomas de Parkinson. Muchos otros especialistas y terapias pueden ayudarle. Piense en ampliar su atención para incluir:
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Fisioterapia para ayudarte con el movimiento.
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La terapia ocupacional facilita las actividades cotidianas.
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Logopedia para mejorar el habla y la deglución.
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Música, arte o terapia con mascotas para mejorar su estado de ánimo y ayudarle a relajarse.
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Acupuntura para ayudar con el dolor.
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Masaje para aliviar su tensión muscular.
Sea proactivo para mejorar su calidad de vida
El paso más importante que puedes dar es buscar ayuda desde el principio. La educación y el apoyo le ayudarán a afrontar cualquier reto que se le presente. Tomar medidas desde el principio le ayudará a comprender y afrontar los numerosos efectos de la enfermedad. Un consejero o un profesional de la salud mental puede diseñar un plan de tratamiento para satisfacer sus necesidades específicas. El objetivo es ayudarle a recuperar la sensación de control sobre su vida y mejorar su calidad de vida.
Otros pasos que puede dar son los siguientes.
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Averigua todo lo que puedas sobre la enfermedad.
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Habla con tus amigos y familiares sobre el tema. No los aísles. Querrán implicarse para ayudarte.
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Haz cosas que te gusten.
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No tenga miedo de pedir a su médico, enfermera u otro profesional sanitario que le repita cualquier instrucción o término médico que no entienda o recuerde. Siempre deben estar disponibles para responder a sus preguntas y atender sus preocupaciones.
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Aproveche los recursos y servicios de apoyo que ofrece su hospital y su comunidad.
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Aprenda a gestionar el estrés. Esto te ayudará a mantener una perspectiva física, emocional y espiritual positiva. Estar estresado sólo empeorará la situación. Debes intentar organizar una rutina diaria que reduzca el estrés, con tiempos muertos tanto para ti como para los miembros de tu familia.
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Si está deprimido -y esto es algo más que sentirse triste de vez en cuando-, se le pueden recetar antidepresivos para ayudarle a levantar el ánimo.
Busque el apoyo de los demás
Los amigos y la familia pueden ser una gran fuente de ayuda cuando se trata de Parkinson. Pero, a veces, es un alivio poder relacionarse con alguien que sabe lo que es lidiar con la enfermedad. Los grupos de apoyo en persona o en línea pueden ofrecer consuelo y consejos prácticos. También pueden ayudarle a sentirse menos solo. Pide a tu médico, enfermera o trabajador social que te sugiera grupos locales o en línea a los que puedas unirte.
A veces, los problemas de las personas se abordan mejor en un ambiente individual. Al participar en un asesoramiento individual, puede ser más fácil expresar los sentimientos sensibles o privados que tiene sobre su enfermedad y su impacto en su estilo de vida y sus relaciones.
También es habitual sentirse deprimido y ansioso. Consulte a un profesional de la salud mental si le resulta difícil disfrutar de la vida como antes, o si está a menudo enfadado, triste o no es el mismo de siempre.