Depresión: Por qué cuidar de alguien te pone en riesgo

Los cuidadores pasan una media de más de 24 horas a la semana ayudando a sus seres queridos. Aunque ese tiempo puede ser muy gratificante, también puede dejarlo vulnerable, si pone su propia salud y bienestar al final de su lista de tareas.

Descuidar sus necesidades puede tener graves consecuencias: Un informe de la Family Caregiver Alliance reveló que entre el 40% y el 70% de los cuidadores tienen síntomas de depresión.

No conocemos la causa exacta de la enfermedad -la genética, la química del cerebro y las experiencias vitales influyen-, pero sí sabemos lo que no ayuda.

La falta de sueño

El estrés que sientes puede hacer que te cueste tranquilizarte y descansar bien por la noche. Desgraciadamente, ese insomnio te hace casi 10 veces más propenso a la depresión.

Si duermes bien, pero no pasas suficientes horas por la noche, eso también puede ser un problema. Un pequeño estudio descubrió que basta con un par de días para que el estado de ánimo de las personas se vea afectado cuando duermen menos de 5 horas por noche.

Dieta inadecuada

La comida rápida puede ser conveniente, pero no es necesariamente saludable. Por eso, cerca de 6 de cada 10 cuidadores dicen que sus hábitos alimenticios han empeorado, según una encuesta realizada en colaboración con la National Alliance for Caregiving.

Y existe una fuerte relación entre lo que se come y la probabilidad de sufrir depresión. Las mujeres que recurren regularmente a los refrescos azucarados, la carne roja y los cereales procesados tienen hasta un 41% más de probabilidades de sufrir depresión, según un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, aceite de oliva y pescado puede ayudar a protegerte de la depresión.

Poco ejercicio

Cuando tienes poco tiempo o estás agotado al final de un largo día, es comprensible que quieras saltarte el gimnasio.

A continuación te explicamos por qué deberías hacer de tus entrenamientos una prioridad: Incluso el ejercicio moderado, como caminar 20 minutos al día, puede reducir el riesgo de depresión.

Menos tiempo para socializar

Las exigencias del cuidado pueden dejarle con poco tiempo o energía para cenas, fiestas y otras reuniones con amigos. Según el Centro de Investigación de Políticas de Salud de la UCLA, cerca de un tercio de los cuidadores dicen que su estado mental se interpone en su vida social.

Sin embargo, pasar tiempo con otras personas puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Un estudio realizado en Irlanda descubrió que sólo dos horas semanales de socialización ayudaban a mantener a raya la depresión.

Una advertencia: Tu smartphone no cuenta. Investigaciones recientes afirman que las interacciones cara a cara protegen mucho más contra la depresión que el correo electrónico y las llamadas telefónicas.

Puestos de trabajo

La persona a la que cuidas es propensa a los arrebatos de ira u otros comportamientos perturbadores? Es más probable que la depresión le deje de lado.

Si usted cuida a alguien con demencia, esto plantea aún más desafíos. Su ser querido puede alejarse o repetir las mismas palabras, preguntas y acciones. La frustración y la tensión adicionales duplican sus posibilidades.

¿Otra fuente común de estrés del cuidador que puede llevar a la depresión? El enfrentamiento con las enfermeras y otros miembros del equipo sanitario de su ser querido.

Problemas de trabajo y de dinero

Más de dos tercios de los cuidadores tienen un trabajo y hacen malabarismos con las exigencias de ambas funciones. Menos de 1 de cada 10 cuidadores reciben una remuneración por lo que hacen, y es común que los cuidadores gasten su propio dinero ayudando a mantener a su ser querido.

Cuando los deberes de los cuidadores se interponen en el desempeño de su trabajo o lo endeudan, ese estrés puede acabar provocando una depresión. Un estudio realizado con 8.400 adultos descubrió que las personas que declaraban estar endeudadas eran más propensas a tener síntomas de depresión. Otras investigaciones han descubierto que la amenaza de perder el trabajo también puede desencadenar la depresión.

Fumar y beber

Esa investigación de la UCLA también descubrió que los cuidadores tienden a fumar y a beber en exceso con más frecuencia que las personas que no son cuidadores.

¿Muy estresado? Tienes más del doble de probabilidades de encender un cigarrillo que otros cuidadores. Y esto se convierte en un círculo vicioso: Los fumadores también tienen el doble de probabilidades de estar deprimidos que los no fumadores.

Aunque una copa de vino o una cerveza de vez en cuando puede ayudar a algunas personas a relajarse, el abuso del alcohol puede provocar o empeorar la depresión.

¿Está usted deprimido?

Es normal tener días malos. Pero si alguno de estos síntomas es grave o dura más de dos semanas, es hora de acudir al médico.

  • Sentirse vacío, sin esperanza o agotado.

  • Poco interés en las actividades que antes disfrutabas

  • Irritable

  • Problemas de concentración

  • Pérdida o aumento de peso

  • Cambios en su patrón de sueño

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