Su dolor de espalda podría mejorar, y pronto. Hay muchos tratamientos que podrían ayudar, desde la fisioterapia hasta pequeños pero estratégicos cambios en tu rutina diaria. Incluso tu respiración puede marcar la diferencia.
En primer lugar, pregunta a tu médico cuál puede ser la causa de tu dolor de espalda y cómo tratarla. Puede que te recomiende fisioterapia o terapia ocupacional.
A continuación, añade estos nueve hábitos cotidianos:
1. Utiliza la respiración. Cuando el dolor aparece, es fácil ponerse tenso. En lugar de eso, intenta respirar profundamente. Puede visualizar que la respiración se dirige a la zona que le duele. Esto te ayudará a relajarte. También puedes probar otras técnicas de gestión del estrés, como la meditación.
2. Vuelve a pensar en tus días buenos. Es estupendo sentirse mejor. Pero es posible que sientas la tentación de hacer un montón de cosas para compensar las veces que no has podido. Así que pregúntate: "¿Son mis objetivos realistas?". Toma tu ritmo. Es una de las claves para hacer las cosas sin que el dolor te haga retroceder.
3. Desafíate a ti mismo físicamente. ¿Te tomas las cosas con demasiada calma? Si crees que no puedes estar activo por tu dolor de espalda, es comprensible pero equivocado. La actividad ayuda, siempre que no sea demasiado dura, demasiado larga o demasiado intensa. Los ejercicios que fortalecen la espalda y los músculos abdominales pueden ayudar a prevenir lesiones. Pregunte a su médico o fisioterapeuta qué es lo mejor para usted.
4. No te preocupes por tu espalda. Los corsés y el reposo en cama tienen su lugar. Su médico puede recomendarlas justo después de una lesión o cirugía. Pero cuanto antes se ponga en movimiento, mejor se sentirá. Y el uso prolongado de un corsé puede debilitar los músculos centrales y empeorar el dolor.
5. ¿Controlar el peso? Los kilos de más, sobre todo en la parte media del cuerpo, pueden desplazar el centro de gravedad y sobrecargar la espalda. Intenta alcanzar o mantenerte dentro de los 5 kilos de tu peso ideal comiendo de forma saludable y haciendo ejercicio regularmente.
6. Extienda la mano. El dolor puede ser aislante. Por eso, hazte a un lado. Puedes unirte a un grupo de apoyo, reservar unas cuantas sesiones con un consejero para que te ayude a gestionar tus emociones, o abrirte a tus amigos y familiares sobre lo que estás pasando.
7. Controla tu medicación. Si tomas medicamentos para el dolor de espalda, pregúntale a tu médico qué puedes esperar de ellos, incluidos sus efectos secundarios y durante cuánto tiempo puedes tomarlos.
8. Reduce el consumo de alcohol si el dolor de espalda te dificulta el sueño. El alcohol puede ayudarte a conciliar el sueño, pero también hará más difícil que permanezcas dormido toda la noche.
9. ¿Fumas? Intente dejarlo. Pida consejo y apoyo a su médico. El tabaquismo puede estar relacionado con la enfermedad degenerativa de disco, una de las principales causas de dolor lumbar.