La terapia psicológica puede formar parte de su plan de tratamiento del dolor.
Cuando tienes dolor, es natural que te sientas enfadado, triste, desesperado y deprimido. El dolor puede alterar su personalidad, perturbar su sueño e interferir en su trabajo y sus relaciones. Pero no tiene por qué hacerlo. El tratamiento psicológico proporciona un método seguro y no farmacológico para tratar su dolor directamente, reduciendo los altos niveles de estrés fisiológico que suelen agravar el dolor. El tratamiento psicológico también ayuda a mejorar las consecuencias indirectas del dolor al ayudarle a aprender a afrontar los problemas asociados al dolor.
Los tratamientos psicológicos más comunes son:
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Terapia de conversación: La terapia de conversación ofrece el apoyo y el asesoramiento de un psiquiatra o psicólogo.
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Entrenamiento de relajación: La relajación profunda se ha asociado con la curación y la reducción del dolor.
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Manejo del estrés: El estrés puede empeorar el dolor. El tratamiento de gestión del estrés puede ayudarle a comprender la relación entre el estrés y el dolor y enseñarle formas de reducir el estrés y aliviar el dolor.
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Entrenamiento en habilidades de afrontamiento del dolor: Si aprendes a acomodar tu vida al dolor, puedes mejorar significativamente tu calidad de vida.
El tratamiento psicológico puede considerarse para cualquier problema de dolor intenso y recurrente junto con otros tratamientos para el control del dolor. Su equipo sanitario puede ayudarle a decidir qué tratamientos pueden ser adecuados para usted.