Guía visual de las lesiones por sobrecarga

Síndrome del túnel carpiano

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El nervio mediano y nueve tendones pasan por un tubo llamado túnel carpiano que va desde el antebrazo hasta la palma de la mano. Los movimientos repetidos, como enviar mensajes de texto, teclear o jugar a videojuegos, pueden influir en el tubo y presionar el nervio. Esto puede provocar dolor de manos, entumecimiento, hormigueo y debilidad en el agarre.

Fascitis plantar

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Es la causa más común de dolor en la parte inferior del talón. El ligamento que conecta la parte delantera y trasera del pie y sostiene el arco se inflama y se irrita.

Aunque es difícil saber con exactitud qué lo causa, es más probable que lo sufras si repites el mismo impacto en tus pies (cuando corres, por ejemplo). Es más frecuente cuando se empieza.

Bursitis de hombro

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Unos pequeños sacos llenos de líquido llamados bursa amortiguan tus articulaciones y suavizan la fricción entre el músculo y el hueso. Puedes inflamarlas si haces el mismo movimiento una y otra vez, como levantar cajas o servir una pelota de tenis. Puede doler lo suficiente como para dificultar cosas básicas como vestirse o peinarse.

El hombro es el lugar más común para la bursitis, pero puede ocurrir en el codo, la cadera, la rodilla y en cualquier otro lugar donde se encuentren los huesos.

Codo de tenista

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Casi la mitad de los adultos que practican deportes de raqueta (tenis, squash, racquetball) lo padecen en algún momento. El movimiento repetido del brazo inflama los tendones que unen los músculos del antebrazo con la parte exterior del codo (tendinopatía, a veces llamada tendinitis).

Otros movimientos -girar un destornillador, arrancar malas hierbas, blandir un martillo- también pueden provocarla. Es posible que sientas dolor y ardor, sobre todo cuando utilizas el brazo. El agarre también puede debilitarse.

Rodilla de saltador

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Se trata también de un tipo de tendinopatía. Correr o saltar repetidamente puede provocar la degeneración del tendón rotuliano en el borde inferior de la rótula.

Fractura de la espinilla

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Si corres mucho, por ejemplo si haces footing o juegas al baloncesto, puedes inflamar el hueso, el músculo y los tendones de conexión a lo largo del borde de la espinilla. Puede ser especialmente grave en superficies duras como el hormigón. El calzado inadecuado puede empeorar la situación.

Después, puede ser sensible al tacto. Un nuevo entrenamiento o un salto repentino en la duración del mismo podría causarlo y empeorarlo.

Fracturas por estrés

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Correr, jugar al baloncesto, al tenis o cualquier actividad en la que te golpees los pies una y otra vez puede provocar pequeñas grietas en los huesos, especialmente en la parte inferior de la pierna y el pie. Hacerlo más a menudo hace que sea más doloroso. Se necesitan varias semanas de descanso si no quieres empeorar la situación.

Síndrome de la banda IT

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El ligamento IT, o iliotibial, recorre la parte exterior de tu pierna. Los movimientos repetidos, como correr, montar en bicicleta o levantar pesas, pueden frotar esta banda contra el hueso y causar irritación, dolor e hinchazón. Puede doler más cuando caminas o corres cuesta abajo o por las escaleras.

Un calentamiento podría aliviar el dolor, pero no te dejes engañar: Si no descansas la lesión para darle la oportunidad de mejorar, puede convertirse en algo peor.

Dedo en gatillo

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También conocida como tenosinovitis estenosante, se produce cuando uno de tus dedos se atasca en una posición doblada. Esta afección recibe su nombre porque cuando el dedo se endereza, puede hacerlo con un chasquido, como cuando se aprieta un gatillo. Si tienes artritis, sobre todo AR, es bastante común. También puede ocurrir cuando se hacen cosas como la jardinería, los recortes o el uso del ratón del ordenador.

Prevención: Calentamiento

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Cómo evitar que te ocurran estas lesiones? Calentar antes de esforzarse es un buen comienzo. Tanto si vas a jugar un partido intenso de baloncesto como si vas a jugar un partido de golf, es una buena idea aflojar los músculos, ligamentos, tendones y articulaciones. Camina, corre en tu sitio o haz algunos saltos. Sólo son necesarios de 5 a 10 minutos, un pequeño precio a pagar para evitar lesiones.

Prevención: Empieza despacio

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Puede que estés entusiasmado por empezar tu nuevo plan de ejercicios. Pero trate de no exagerar. Cuando empiezas un entrenamiento que no has hecho antes, tu cuerpo necesita una oportunidad para acostumbrarse. Luego, dependiendo de tu forma de ejercicio, puedes ir añadiendo poco a poco la velocidad, la distancia, el peso o la intensidad, y hacer un seguimiento de tu respuesta a lo largo del camino.

Prevención: Hazlo bien

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La causa más común de las lesiones por sobreuso en el deporte es la mala técnica. El más mínimo error o cambio en la forma puede tener un efecto enorme. Incluso los músicos pueden lesionarse de esta manera. Entrenadores, preparadores físicos, profesores y fisioterapeutas pueden ayudarle a asegurarse de que hace las cosas de forma segura.

Prevención: Mezcla

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Puedes ayudar a evitar la sobrecarga si varías tus actividades. Por ejemplo, puede nadar para el corazón, levantar pesas para los músculos y hacer estiramientos para mantenerse flexible. O prueba algo fuera de lo común: El yoga combina el entrenamiento de fuerza, flexibilidad y equilibrio, y añade la meditación, que es buena para la salud mental.

Tratamiento casero: RICE

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Es el primer tratamiento cuando te duele cualquier lesión por sobrecarga, o cualquier otra lesión. Significa:

  • Descansa: Acostarse y mantener el peso

  • Hielo: 20 minutos seguidos

  • Compresión: Utilizar un vendaje envolvente para dar soporte.

  • Elevación: Elevar la zona lesionada (por encima de la nariz si es posible).

También puedes utilizar antiinflamatorios para aliviar el dolor y la hinchazón.

Cuándo debe acudir a su médico

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Pide cita si el dolor persiste o empeora después de unos días. Acuda a un servicio de urgencias de inmediato si una articulación tiene un aspecto extraño o si el dolor es intenso. Informa a tu médico de los cambios en tu entrenamiento. Es probable que te sugiera que dejes de practicar el deporte o el movimiento que te provoca el dolor, al menos durante un tiempo. Es posible que aún puedas hacer otros ejercicios que no agraven las cosas.

Tratamiento

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Dependerá de la causa de su dolor y de dónde se encuentre. Además del RICE, tu médico puede sugerirte ejercicios de fisioterapia para ayudar a fortalecer la zona. Las férulas, los yesos y los aparatos ortopédicos podrían ayudarte a no moverte y a proteger la zona lesionada de más lesiones. Los medicamentos recetados pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. En algunos casos, es posible que necesites una intervención quirúrgica para recuperarte por completo.

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