Los adultos mayores disponen de un tratamiento seguro contra el dolor. Aunque es más probable que experimenten dolor que la población general, en muchos casos, los adultos mayores reciben un tratamiento insuficiente. Muchos adultos mayores creen que el dolor es una parte natural del envejecimiento y no informan a sus médicos sobre su problema. Si usted o un ser querido siente dolor, hable con un médico.
Cómo tratar el dolor en los ancianos
Aunque hay una serie de analgésicos que son seguros para las personas mayores, los médicos deben tomar precauciones especiales al recetar analgésicos; los pacientes mayores manejan los analgésicos de forma diferente a los pacientes más jóvenes. Por ejemplo, como la función renal disminuye con la edad, puede haber... una filtración (eliminación del fármaco) menos eficaz
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El... riñón también puede ser más susceptible a las lesiones provocadas por ciertos tipos de analgésicos (por ejemplo, los AINE). Además, el hígado experimenta una disminución de la masa y del flujo sanguíneo con el envejecimiento, lo que dificulta que el hígado descomponga algunos medicamentos. La forma de administrar los medicamentos a las personas mayores también puede convertirse en un reto. La disminución de la saliva puede interferir en la deglución, y las inyecciones pueden ser más difíciles en caso de disminución de la masa muscular. Además, los fármacos orales pueden absorberse de forma diferente debido a los cambios en los niveles de ácido estomacal.
Para superar estos retos, los médicos suelen empezar con sus pacientes mayores con la dosis más baja recomendada y luego aumentar la cantidad de medicamento si es necesario.
Puntos a tener en cuenta
Si usted es una persona mayor que experimenta dolor, tenga en cuenta que corre un riesgo mayor que la media de sufrir efectos secundarios con todos los medicamentos, incluidos los analgésicos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Los AINE tampoco se recomiendan a las personas con problemas de riñón, hígado o corazón y, en definitiva, no deben tomarse sin consultarlo antes con el médico.
También existe el riesgo de que los medicamentos interactúen con los que ya estás tomando. Pero tener problemas médicos crónicos y un mayor riesgo de efectos secundarios no significa que su dolor no pueda, o no deba, ser tratado de forma agresiva. Puede ser un candidato para cualquiera de las terapias analgésicas disponibles. Pero hable con su médico antes de tomar cualquier medicamento de venta libre. Es posible que tenga que tomar una dosis inferior a la recomendada en la etiqueta.
