Es probable que ya haya visto un pie con juanete, una afección común. El dedo gordo apunta lateralmente (hacia el dedo pequeño), y hay una protuberancia ósea en su base. La protuberancia puede estar roja y sensible.
Aunque los juanetes son obvios por el dolor y la forma inusual del dedo gordo, es buena idea acudir al médico.
Probablemente le harán una radiografía del juanete. También es posible que le hagan análisis de sangre si el médico cree que la causa del dolor puede ser un tipo de artritis, como la gota, o una infección. Con los resultados, el médico puede decidir si necesita zapatos ortopédicos, plantillas a medida, medicamentos, cirugía u otro tratamiento.
Tratamientos
En primer lugar, tu médico comprobará por qué tienes juanetes. La causa afectará al tratamiento que necesites.
Es posible que el médico te recomiende un analgésico de prescripción o de venta libre, y medicamentos para aliviar la hinchazón y el dolor.
También puede utilizar una almohadilla térmica o un baño de pies caliente para aliviar el dolor y las molestias inmediatas. Algunas personas encuentran que las bolsas de hielo ayudan.
Zapatos
Si el juanete no te duele todo el tiempo y lo detectas a tiempo, puede que solo necesites cambiar a unos zapatos bien hechos que te queden bien.
Algunos médicos aconsejan el uso de almohadillas para juanetes, férulas u otras plantillas, siempre que no ejerzan presión en otras partes del pie y empeoren otros problemas.
En algunos casos, un especialista en ortopedia puede recetar zapatos con plantillas y empeines especialmente diseñados para aliviar la presión de las articulaciones afectadas y ayudar al pie a recuperar su forma adecuada.
Cirugía
Algunos juanetes pueden necesitar cirugía, pero sólo si su forma de caminar se ve afectada o el dolor es realmente molesto. No debe operarse sólo porque no le guste el aspecto que tiene el juanete, porque los riesgos pueden ser mayores que los beneficios.
Deberá hablar con su médico sobre lo que puede esperar y cómo será la recuperación.
La operación se llama juanectomía. Puede realizarse en un hospital o en un centro quirúrgico.
Puede recibir anestesia local, que adormece la zona, y sedación. O puede recibir anestesia general para que no esté despierto durante el procedimiento.
El cirujano a menudo puede realinear el hueso detrás del dedo gordo cortando los ligamentos en la articulación.
En el caso de un juanete grave, puede ser necesario cortar el hueso mediante una osteotomía. Es posible que el cirujano tenga que insertar alambres o tornillos para mantener los huesos alineados, y afeitar o eliminar el exceso de hueso.
Algunos posibles problemas después de la cirugía:
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El juanete vuelve a aparecer.
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La cirugía no corrige el problema lo suficiente, o lo corrige en exceso de manera que el dedo del pie ahora apunta hacia adentro.
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El dolor continúa.
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No puedes mover el dedo gordo tan bien como antes.