Los medicamentos para el TDAH, ya sean estimulantes o no estimulantes, pueden tener algunos efectos secundarios bastante desagradables, como náuseas, sequedad de boca, dolores de cabeza y otros. Aprende algunos consejos y trucos sencillos para controlar estos problemas.
Pero para muchas personas, estas ventajas tienen un precio: los efectos secundarios. La mayoría de las veces son leves y desaparecen tras unas semanas o meses de tratamiento. Pero eso no es cierto para todo el mundo.
He aquí un resumen de los posibles efectos secundarios y consejos para aliviarlos.
Efectos secundarios de los medicamentos estimulantes
La mayoría de las personas tratan su TDAH con medicamentos estimulantes, pero algunas toman medicamentos no estimulantes.
Ambos tipos tienen efectos secundarios similares:
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Mareos
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Boca seca
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Dolores de cabeza
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Pérdida de apetito
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Mal humor
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Tics
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Problemas para dormir
Consejos para reducir los efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH
Hay cosas sencillas que puedes hacer para que tomar estos medicamentos sea menos problemático.
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Mareos... A veces, los mareos pueden ser una señal de que estás tomando demasiada medicación. Consulta a tu médico. Es posible que también quiera comprobar tu presión arterial.
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Boca seca... Bebe mucho líquido y utiliza pastillas para mantener la boca húmeda.
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Dolores de cabeza... Puedes tenerlos después de tomar la medicación con el estómago vacío, o si estás deshidratado. A veces aparecen cuando el efecto del medicamento desaparece. Tu médico puede ayudarte ajustando el momento en que tomas el medicamento.
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Pérdida de apetito... Algunos medicamentos pueden hacer que no quieras comer mucho. Pero no te saltes las comidas. Eso puede provocar una bajada de azúcar en la sangre, y eso puede dificultar la concentración. En su lugar, haga varias comidas pequeñas al día, en lugar de tres más grandes. Cene más tarde, cuando los efectos de la medicación hayan desaparecido. Es posible que entonces sienta hambre. A veces, la pérdida de apetito hace que se pierda peso. Por lo general, es una pequeña cantidad, pero informe a su médico si cree que está perdiendo demasiado peso.
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Mal humor... Algunas personas descubren que sus medicamentos las ponen tensas y de mal humor. Como la mayoría de los efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH, esto puede desaparecer con el tiempo. Si su mal humor le molesta, pregunte a su médico si puede ajustar la dosis o cambiar la medicación.
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Náuseas... Tome su medicamento con comida para reducir las probabilidades de sentir náuseas. Si debe tomarlo por la mañana y no le gusta desayunar, puede buscar algo que pueda comer de todos modos.
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Los tics son movimientos o sonidos repetidos que haces sin querer. Los medicamentos para el TDAH no causan tics, pero a veces pueden hacer aflorar otros subyacentes: tal vez vuelvan a aparecer los tics que tenías en la infancia. Normalmente desaparecen con el tiempo, pero habla con tu médico si no desaparecen.
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Algunos medicamentos para el TDAH pueden acelerar y dificultar el sueño. Tómate la medicación a primera hora del día, para que se te pase el efecto antes de acostarte. Si tomas un estimulante de acción prolongada, puedes preguntar a tu médico si puedes probar uno de acción corta, cuyos efectos desaparecen más rápidamente. Limita o evita también la cafeína. Apaga la televisión, el ordenador y el teléfono una hora antes de acostarte y tómate un tiempo para relajarte.
No hay forma de saber si un medicamento te funcionará bien. A algunas personas les va mejor un medicamento que otro. Puede ser necesario probarlo varias veces para encontrar el adecuado.
Si tiene presión arterial alta, problemas cardíacos o antecedentes de salud mental o adicción, su médico debe saberlo. Estas condiciones pueden causar problemas con su tratamiento.
Los médicos a veces tratan a los adultos con medicamentos que no están aprobados por la FDA para el TDAH. A esto se le llama uso no autorizado. Debido a que estos fármacos tienen diferentes efectos secundarios, así como beneficios y riesgos, debes repasar los detalles con tu médico.
Muchas personas creen que vale la pena afrontar los efectos secundarios de sus medicamentos para el TDAH para obtener los beneficios de los mismos. Pero si son graves o interfieren en tu vida, no intentes ignorarlos. Pide ayuda a tu médico. Juntos podréis elaborar el plan que mejor se adapte a ti.