Los rastreadores de fitness están de moda, pero ¿has pensado en comprar uno para tu hijo? Descubra consejos sobre cómo su familia puede utilizarlos para estar más saludable.
¿Y has pensado en comprárselos a tus hijos? Aunque sus objetivos sean diferentes a los de tus amigos adultos, tus hijos podrían sentirse motivados a moverse más cuando lleven un dispositivo de seguimiento. (Sólo el 15% de los niños hacen los 60 minutos de ejercicio diario que necesitan).
Prueba estos consejos para que tus hijos saquen el máximo partido a estos aparatos.
1. El hecho de que vayan a caminar o a la escuela infantil no significa que tus hijos estén preparados para registrar todos sus movimientos. El jardín de infancia o el primer curso es un buen punto de partida para utilizar un dispositivo de seguimiento. Antes de eso, probablemente serán demasiado pequeños para entenderlo.
2. Aunque puede que envidien la pulsera de colores o la elegante pantalla de su dispositivo, es posible que sus hijos estén mejor con un dispositivo de seguimiento hecho específicamente para ellos. Los dispositivos hechos para niños muestran las estadísticas de forma más sencilla (se iluminan cuando los niños se han movido durante un determinado número de minutos, por ejemplo). Esto hace que sean más fáciles de usar y entender para los niños pequeños. Además, suelen ser más baratos que los dispositivos para adultos.
3. En el jardín de infancia y en el primer grado, los niños no tienen la edad suficiente para comprender los grandes números, por lo que un objetivo de 10.000 pasos al día, que es la recomendación general para los adultos, puede ser abrumador. En lugar de eso, pídeles que se levanten y se muevan durante 60 minutos al día. Luego recuérdales todas las formas en las que pueden alcanzar ese objetivo: corriendo por el patio trasero, jugando al baloncesto en la entrada de casa o haciendo una fiesta de baile en el estudio.
4. El seguimiento de los pasos también puede ser una cuestión de anatomía: Los niños pequeños suelen dar más pasos al día porque sus piernas son más cortas. Así que el objetivo de 10.000 pasos al día no tiene sentido para ellos. No te centres en ese objetivo hasta que tengan 13 o 14 años y las piernas más largas.
5. Una vez que tu hijo se haya acostumbrado a su dispositivo, tendrás que mantener su interés en acumular pasos o minutos de actividad. Crea un reto familiar en el que todos se fijen un objetivo y traten de superarlo. Puedes hacer un seguimiento de los progresos de cada uno a través de una aplicación para smartphones o una tabla en la nevera. O bien, ¿cuántos minutos o pasos se necesitarían para atravesar tu ciudad, llegar al siguiente estado o ir a Disney World? Ayuda a tus hijos a calcularlo y a ver hasta dónde pueden llegar.
6. Dé a cada uno de sus hijos su propio reto para que la competición sea justa y más divertida. Si tu hijo de 10 años compite con el de 6, probablemente alcanzarán cifras muy diferentes a lo largo del día, y no querrás que tu hijo pequeño se sienta desanimado porque no pueda seguir su ritmo.
7. Dedica un tiempo cada noche a hablar de la actividad que han realizado tus hijos a lo largo del día y de lo que podrían hacer de forma diferente mañana. Si sólo han hecho 30 minutos de ejercicio, por ejemplo, puedes sugerirles que den un paseo de 20 minutos en bicicleta o que paseen al perro después del colegio y que hagan una pausa de 10 minutos para estudiar y tirar a la canasta o hacer estiramientos. Pídeles ideas sobre lo que les gustaría hacer para aumentar su actividad: si sus objetivos implican cosas que les gustan, estarán más dispuestos a hacerlo y a moverse más.
8. Si quieres que tus hijos se muevan más, levántate tú también del sofá. Planifica un tiempo cada día para moveros juntos en familia, ya sea dando un paseo o jugando al fútbol después de cenar. Acumularás más actividad en tus dispositivos y les enseñarás que moverse es una parte divertida de la vida cotidiana.