La tracción esquelética: ¿Qué es y cómo funciona?

La tracción esquelética es un método de tratamiento para los huesos rotos. Es un sistema en el que se utiliza una combinación de poleas, clavos y pesas para favorecer la curación de los huesos fracturados. Éstas suelen producirse en la parte inferior del cuerpo.

En la tracción esquelética, se coloca un pasador dentro del hueso. Ese pasador sirve de base para un sistema de poleas. Utiliza una fuerza de tracción gradual para realinear los huesos fracturados y promover una curación adecuada.

Hay dos tipos comunes de tracción. Se trata de la tracción cutánea y la tracción esquelética. La diferencia radica en el lugar donde se coloca el pasador, o la base. La tracción esquelética utiliza un clavo insertado en el hueso. En la tracción cutánea, se aplica una férula o un adhesivo en la piel.

Cuándo se utiliza la tracción esquelética?

La tracción esquelética es un método de tratamiento para los huesos rotos que se remonta al siglo XIII. Se utiliza principalmente para tratar las fracturas de la parte inferior del cuerpo.

En la actualidad, se utiliza como tratamiento preoperatorio. La tracción esquelética puede ayudar a realinear los huesos cuando la fractura es inestable.

La tracción esquelética se utiliza habitualmente para las fracturas de los siguientes huesos:

  • Hueso de la parte superior de la pierna (fémur)

  • Hueso de la parte inferior de la pierna (tibia)?

  • Hueso de la parte superior del brazo (húmero)

  • Caderas

  • Pelvis

  • Zona inferior de la columna vertebral (columna cervical)?

Un cirujano ortopédico insertará un clavo en una parte determinada de su hueso cuando realice una tracción esquelética. El lugar en el que el cirujano coloque el clavo dependerá del hueso que se haya roto y de la forma en que haya que fijarlo. Antes de hacerlo, se aplica anestesia local.

En un extremo de la polea del mecanismo de tracción se coloca un peso de hasta 15 libras. Esto proporciona una fuerza para ajustar los huesos después de una fractura. También ayuda a que vuelvan a su sitio.

Un sistema de poleas volverá a alinear el hueso roto correctamente, preparándole para una cirugía exitosa. Su médico también podría recomendar la tracción como una forma de promover la curación adecuada sin cirugía.

Beneficios de la tracción esquelética

Romper un hueso puede ser una experiencia muy dolorosa. También puede causarle muchos inconvenientes. Es importante tomar todas las medidas necesarias para asegurarse de que el hueso roto se cura correctamente. De lo contrario, podría tener que lidiar con el mismo problema durante bastante tiempo.

La tracción esquelética está diseñada para devolver los huesos a su sitio tras una fractura traumática. Los accidentes pueden hacer que tus huesos se rompan en pequeños trozos. Esto hace que sea difícil recuperar el uso completo de los mismos sin el tratamiento adecuado.

El músculo que rodea al hueso roto puede contraerse. Esto hace que los huesos se acorten mientras se curan y es habitual cuando un niño se rompe la pierna. Puede dar lugar a que una pierna crezca más que la otra.

La tracción esquelética puede utilizarse como medida temporal o como recomendación de tratamiento. Los principales beneficios de la tracción esquelética son:

  • Inmovilización articular u ósea

  • Reducir o realinear luxaciones y fracturas

  • Prevenir y reducir los espasmos musculares

  • Aliviar la presión y el dolor?

  • Aliviar los nervios de la columna vertebral

  • Promover la comodidad del paciente hasta que se decida una opción de tratamiento

Complicaciones de la tracción del esqueleto

La tracción esquelética tiene muchos beneficios. Pero como ocurre con la mayoría de los tratamientos médicos, también puede haber complicaciones.

Las complicaciones están asociadas a la falta de movimiento y a los efectos de los miembros suspendidos. Algunas de las complicaciones que puede provocar la tracción esquelética son las siguientes

Infección. En la tracción esquelética, se inserta un pasador metálico en el hueso. Este clavo actúa como base para reducir la fractura. El lugar de inserción puede infectarse, ya sea en el hueso o en el tejido blando.

Llagas por presión. Las úlceras por presión también se conocen como úlceras por presión o escaras. Pueden producirse cuando se está tumbado en la misma posición durante un periodo de tiempo prolongado. Suelen formarse en zonas donde los huesos están cerca de la piel.

Daños en los nervios. Hay diferentes maneras de dañar los nervios al someterse a una tracción esquelética. La inserción de los clavos y la disposición de los alambres son factores que influyen, pero es necesario investigar más en este ámbito.

Desalineación del hueso o la articulación. El personal médico hará todo lo posible para realinear correctamente las articulaciones o el hueso roto. En algunos casos puede producirse una desalineación.

Rigidez en las articulaciones. Sus articulaciones pueden volverse rígidas a causa de la tracción. Esto se debe posiblemente a la reducción del flujo sanguíneo.

Mal funcionamiento de los cables. Los cables que suspenden su extremidad durante la tracción esquelética pueden a veces funcionar mal o romperse.

Trombosis venosa profunda (TVP). La trombosis venosa profunda se produce cuando se forma un gran coágulo de sangre en las venas profundas. Suele producirse en las piernas cuando no se puede mover durante un largo periodo de tiempo.

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