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La disposición de la pared torácica, los huesos y músculos del hombro y la parte superior del brazo crean un pequeño hueco llamado axila. La axila es la parte inferior de la articulación del hombro, y se encuentra entre las zonas más cálidas del cuerpo. La axila también se denomina así.
Los vasos sanguíneos y linfáticos que sirven al brazo pasan por la axila. En la axila hay más de 20 ganglios linfáticos (pequeños bultos de tejido que forman parte del sistema linfático del cuerpo, que ayuda a combatir las infecciones). Normalmente, estos ganglios linfáticos no se pueden palpar a través de la piel. Las axilas tienen una alta concentración de folículos pilosos y glándulas sudoríparas.
Condiciones de las axilas
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Hiperhidrosis: Sudoración excesiva, que suele afectar a las axilas y las manos. La causa es desconocida; la transpiración no se debe a la ansiedad o al estrés.
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Dermatitis de contacto irritante: Inflamación de la piel (enrojecimiento, hinchazón, dolor o calor) causada por el contacto de una sustancia irritante con la piel. Los jabones, el desodorante, el alcohol y el aire seco pueden provocar una dermatitis de contacto irritante en la axila.
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Dermatitis alérgica de contacto: Reacción alérgica a algo que toca directamente la piel, que suele provocar enrojecimiento y pequeñas ampollas. La dermatitis de contacto irritante afecta a la axila con más frecuencia que la dermatitis de contacto alérgica.
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Psoriasis: Las axilas suelen estar afectadas por la psoriasis, una enfermedad que provoca la aparición de placas rojas con una escama plateada en la piel. La psoriasis es una enfermedad autoinmune, lo que significa que se produce cuando el sistema inmunitario ataca por error a los propios tejidos del organismo.
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Acantosis nigricans: Trastorno de la piel que provoca marcas aterciopeladas, de color marrón claro a negro, en la piel de las axilas, el cuello, la ingle y/o debajo de los pechos.
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Tinea corporis (tiña): Infección fúngica de la capa superior de la piel (epidermis). La tiña suele crear una erupción en forma de anillo, aunque no haya ningún gusano implicado.
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Tinea axillaris: Término utilizado ocasionalmente para la tiña que afecta a la axila.
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Candidiasis (infección por hongos): Infección de la piel por la levadura Candida, que provoca una piel irritada con placas blancas. La cándida crece mejor en la piel cálida y húmeda, y puede afectar a las axilas.
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Intertrigo: Afección en la que la piel húmeda y caliente se irrita y a menudo se infecta levemente. El enrojecimiento, la picazón y el ardor de la piel de las axilas son síntomas comunes del intertrigo.
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Absceso en la axila: Cuando se acumula líquido infectado (pus) en la axila. La bacteria Staphylococcus es la causa más común.
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Hidradenitis supurativa: Enfermedad de larga duración (crónica) que provoca protuberancias rojas y sensibles en la piel de las axilas y/o la ingle. Las protuberancias a menudo se convierten en abscesos y pueden causar cicatrices con el tiempo.
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Eritrasma: Infección cutánea de larga duración (crónica) causada por la bacteria Corynebacterium. La infección causa parches de piel de color marrón rojizo e irritados en las axilas u otras zonas húmedas de la piel.
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Forúnculo axilar (forúnculo): Infección cutánea de un solo folículo piloso y de la piel circundante. Provoca un bulto rojo y doloroso en la piel, que puede crecer hasta convertirse en un absceso.
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Foliculitis axilar: Inflamación de los folículos pilosos, generalmente causada por una infección bacteriana. La mayoría de las foliculitis son leves y desaparecen sin tratamiento específico.
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Linfadenopatía axilar: Agrandamiento de los ganglios linfáticos de una o ambas axilas. La hinchazón puede estar causada por una infección, un cáncer u otras causas y puede detectarse durante un examen médico o en pruebas de imagen.
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Papilomas cutáneos en las axilas (acrocordones): Pequeños e inofensivos colgajos de piel que suelen aparecer en el cuello o las axilas. Los papilomas cutáneos son más frecuentes con la edad.
Pruebas en las axilas
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Exploración física: Al observar y palpar (sentir) la axila, el médico puede encontrar ganglios linfáticos agrandados u otras afecciones de la axila.
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Biopsia de los ganglios linfáticos axilares: Se extrae una parte o la totalidad de un ganglio linfático de la axila y se examina al microscopio, a veces para buscar un cáncer.
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Ultrasonido: Un dispositivo colocado en la superficie de la piel hace rebotar ondas sonoras de alta frecuencia en las estructuras de la axila. Las señales se convierten en imágenes en una pantalla de vídeo, lo que permite a los sanitarios ver las estructuras del interior del cuerpo.
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Tomografía computarizada (TC): Un escáner de TC toma múltiples radiografías y un ordenador compila las radiografías en imágenes de la axila y las estructuras cercanas.
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Imágenes por resonancia magnética (IRM): Un escáner de resonancia magnética utiliza un imán de alta potencia y un ordenador para crear imágenes detalladas de la axila y las zonas adyacentes del cuerpo.
Tratamientos para las axilas
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Hidratantes para la piel: Dado que la sequedad de la piel empeora muchas afecciones cutáneas, hidratar la piel puede ser útil en muchas afecciones de las axilas.
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Esteroides tópicos: Cremas o ungüentos que contienen cortisona, que reduce la inflamación de la piel. Los esteroides tópicos pueden reducir el picor y la irritación de la piel en la axila.
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Disección de los ganglios linfáticos axilares: Extirpación de uno o todos los ganglios linfáticos de las axilas. Suele realizarse como parte del tratamiento quirúrgico del cáncer de mama. El examen de los ganglios linfáticos extirpados ayuda a identificar si el cáncer de mama se ha extendido y en qué medida.
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Antitranspirante: Los antitranspirantes especiales de prescripción pueden ayudar a controlar la sudoración excesiva de las axilas de la hiperhidrosis.
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Inyección de toxina botulínica (Botox): Un médico puede inyectar Botox en las glándulas sudoríparas de la axila; esto puede reducir la sudoración excesiva de la hiperhidrosis.
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Incisión y drenaje: Los abscesos axilares a menudo deben ser cortados y drenados por un proveedor de atención médica con el fin de permitir una curación adecuada.
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Antibióticos: Las infecciones de la piel de la axila causadas por bacterias suelen poder tratarse con antibióticos.
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Simpatectomía torácica endoscópica: Tratamiento quirúrgico de la hiperhidrosis, en el que se cortan los nervios que contribuyen a la sudoración. En los casos exitosos, la sudoración excesiva mejora notablemente.
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Antifúngicos tópicos: Las infecciones fúngicas de la axila (como las producidas por la cándida) suelen poder tratarse con cremas y pomadas tópicas que contienen fármacos antifúngicos.
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Eliminación de los papilomas cutáneos: Los médicos pueden eliminar los papilomas cutáneos con tijeras o bisturí, con cauterización eléctrica (quemando), atándolos con un hilo o congelándolos con nitrógeno líquido.