Arcos altos: Cómo afectan a su salud y qué hacer si los tiene

Los arcos altos en los pies pueden ser una condición dolorosa. A menudo se debe a la genética o a un problema neurológico.

Dado que la forma de estar de pie crea la base de la postura y la composición del esqueleto, tener arcos altos puede provocar problemas estructurales en el cuerpo.

¿Qué son los arcos altos?

Un arco alto, también llamado pie cavo, es cuando el arco del pie se eleva más de lo normal. Es lo contrario del pie plano. El arco se encuentra en la parte inferior del pie y va desde los dedos hasta el talón.

Es común descubrir arcos altos en la adolescencia. Esto se debe a que cuando el cuerpo crece, los pies soportan el peso extra. Los arcos altos pueden aparecer en cualquier momento de la vida.

Los síntomas del pie cavo son:

  • Dolor en el pie al caminar, estar de pie, hacer ejercicio o practicar deporte

  • Dificultad para encontrar zapatos que se ajusten correctamente

  • Acortamiento de la longitud del pie

  • Dedos de los pies en forma de garra, o doblados al estar de pie

  • El talón se inclina hacia dentro, lo que provoca inestabilidad

  • Callos en la bola del pie, en el lateral o en el talón

Si sientes dolor en los pies y sospechas que los arcos altos pueden ser los culpables, puedes realizar una sencilla prueba en casa para saber si tienes arcos altos. Sólo necesitarás agua y un trozo de papel o cartón resistente.

  • Sumerge el pie en el agua.

  • Pisa el papel o el cartón.

  • Examina tu huella.

  • Si se ven principalmente los dedos y el talón, y poco o nada de la parte media del pie, lo más probable es que tenga un arco alto.

    Tu médico también puede realizar pruebas que determinen la gravedad de tu caso de pie cavo.

    El médico también puede hacer pruebas para ver si sus arcos son flexibles, o si se pueden mover. Las siguientes pruebas están disponibles para ver si sus arcos son altos:

    • Radiografía del pie

    • Radiografía de la columna vertebral

    • Prueba de resonancia magnética de la columna vertebral

    • Electromiografía

    • Estudio de conducción nerviosa

    También pueden hacer un test genético para ver si esto puede ser transmitido a su hijo.

    Es importante llevar un calzado cómodo y adecuado si se sufre de arcos altos. No hay un zapato que funcione mejor para todas las personas con pie cavo. Asegúrate de elegir un zapato que ofrezca un acolchado y un apoyo adicionales. Las plantillas personalizadas podrían ayudar a aliviar el dolor.

    Causas de los arcos altos

    El pie cavo suele estar causado por un trastorno neurológico o heredado de sus padres.

    Los trastornos neurológicos u otras condiciones que comúnmente causan arcos altos son:

    • Espina bífida

    • Parálisis cerebral

    • Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth

    • Polio

    • Distrofia muscular

    • Accidente cerebrovascular

    Es importante averiguar la causa de sus arcos altos para que su médico pueda crear un plan de tratamiento adecuado. El pie cavo causado por un problema neurológico suele empeorar con el tiempo. Si la causa es genética, lo más probable es que no cambie.

    Cómo controlar los arcos altos

    Los arcos altos a veces pueden tratarse con métodos no quirúrgicos. El tratamiento suele estar determinado por la flexibilidad de sus pies.

    Las soluciones comunes para los arcos altos son:

    • Dispositivos ortopédicos. Puedes conseguir dispositivos que están hechos sólo para tu pie. Se llevan dentro del zapato para proporcionar un apoyo adicional.

    • Zapatos correctores. Ciertos zapatos, como los de caña alta, pueden prestar apoyo, ayudar a corregir la forma de caminar y aliviar el dolor.

    • Férula. Tu médico podría recomendarte que lleves una férula alrededor del pie y del tobillo para tener más apoyo.

    • Cirugía. La cirugía podría ser necesaria en casos graves.

    Tratamientos médicos para los arcos altos

    Cualquier tratamiento médico está determinado por la causa subyacente de sus arcos altos.

    Un médico hará un diagnóstico basado en su condición actual, la flexibilidad del arco y el progreso con dispositivos no quirúrgicos.

    En algunos casos, si el tratamiento no quirúrgico no funciona, se recomienda la cirugía. Los arcos altos pueden hacer que caminar y otras actividades sean muy dolorosas. La cirugía puede ser necesaria para reducir el dolor y ayudarle a caminar correctamente en el futuro.

    La cirugía también puede aumentar la estabilidad del pie y evitar que los músculos más fuertes compensen a los más débiles, lo que puede provocar desequilibrios.

    Cada caso de arcos altos es único. No existe una solución única para todos los casos cuando se trata de remedios quirúrgicos. Un cirujano evaluará su caso individual y le hará una recomendación.

    En los casos de arcos altos genéticos, una sola operación suele ser suficiente para corregir el problema.

    Si tiene arcos altos debido a un problema neurológico, es posible que necesite más de una intervención quirúrgica para corregir completamente el problema.

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