Formas de tratar el dolor en casa

Cuándo decir cuándo

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El dolor provocado por una lesión, un accidente o una enfermedad puede ocurrirle a cualquiera en cualquier momento. Puedes hacer una serie de cosas en casa para sentirte mejor. Pero acude al médico si empeora o cambia repentinamente -especialmente si hay hormigueo, entumecimiento o ardor- o si nada de lo que intentas te hace sentir mejor.

ARROZ

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Son las siglas de reposo, hielo, compresión y elevación, y es el tratamiento más utilizado para los esguinces y los hematomas leves. Ponle hielo a la lesión lo antes posible y presiona con un vendaje o venda elástica. Si te has lesionado un brazo o una pierna, descansa con ellos elevados por encima del corazón para mantener baja la hinchazón. Pero no te quedes demasiado tiempo en el mismo sitio: lo mejor es que vuelvas a moverte lo antes posible.

Agua

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Úsala para limpiar cortes y raspaduras y para tratar quemaduras. Si se trata de una quemadura, ponga la zona lesionada en agua fría o cúbrala con una compresa fría tan pronto como pueda. Si la piel se ampolla, pierde líquido, pierde sensibilidad o se vuelve negra, marrón o blanca, busca ayuda médica de inmediato.

Paño multiusos

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Envuélvela alrededor de una bolsa de verduras congeladas o de una bolsa de plástico llena de cubitos de hielo para obtener una cómoda bolsa de hielo que puede ayudar a combatir la hinchazón y el dolor que provocan los esguinces o las distensiones. Una compresa caliente y húmeda también puede servir para tratar muchos tipos de infecciones, como un forúnculo, un corte infectado o un orzuelo (una pestaña infectada que provoca un bulto rojo y doloroso en el párpado). También puedes usar uno frío para aliviar el picor y el dolor de la conjuntivitis.

Antiinflamatorios de venta libre

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Estos medicamentos incluyen la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno. Suelen utilizarse para tratar el dolor que produce la inflamación, como los esguinces. No necesitas una receta, pero debes tener cuidado con ellos: Las dosis grandes pueden causar dolor de estómago y náuseas, y su uso excesivo a largo plazo puede provocar problemas renales, úlceras e hipertensión. Si tienes úlceras de estómago o una enfermedad renal, habla primero con tu médico.

Acetaminofeno

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Se utiliza para los dolores de cabeza, los dolores de muelas, los calambres menstruales y otros tipos de dolor que no necesariamente vienen acompañados de inflamación. Si lo tomas sólo ocasionalmente, no suele causar problemas. Pero no lo tomes en dosis elevadas, ya que puede dañar el hígado y los riñones. Las personas que tienen problemas con estos órganos no deberían tomarla sin consultar antes con su médico.

Analgésicos tópicos

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Se trata de geles, cremas, aerosoles y parches de venta libre que se ponen en la piel sobre el músculo, el tendón o la articulación dolorida. Pueden ayudar a aliviar el dolor sin efectos secundarios graves.

Baño caliente

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Esto puede ser bueno para todo tipo de dolencias que afecten a tus músculos, tendones y huesos, como la lumbalgia y el dolor articular. Algunos consejos: La temperatura ideal es entre 92 y 100 F. Y no te quedes ahí tumbado: el agua caliente puede ayudar a que la sangre fluya a los lugares que lo necesitan, así que estira y trabaja suavemente esas zonas.

Baño de asiento

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Si tu dolor está cerca del trasero o de la zona genital -llagas abiertas, fisuras anales, hemorroides, por ejemplo-, un baño de tus cuartos traseros en agua caliente puede ayudarte con el picor, la irritación y los espasmos del músculo del esfínter. Pon unos centímetros de agua caliente en tu bañera, y siéntate durante 20 minutos dos o tres veces al día.

Masaje

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Tanto si te lo da un profesional o un amigo, como si lo haces tú mismo, puede ayudar a aliviar ciertos tipos de dolor, como los de cabeza o los de espalda. Habla con un profesional de la medicina sobre la mejor manera de tratar tu dolor o lesión con un masaje en casa.

Gafas de sol

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Pueden ayudarte si eres sensible a la luz por culpa de las migrañas u otras enfermedades. Y pueden proteger tus ojos del picor y la irritación causados por el polen, el polvo y el moho.

Meditación

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Si tu dolor persiste, esta disciplina mental puede ayudarte a controlarlo. Despejas tu mente de pensamientos concentrándote en una cosa sencilla, como la respiración. Puede funcionar sola o en combinación con la medicación.

Terapia física

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A menudo se utiliza para el dolor crónico o después de algunos tipos de cirugías o lesiones, esto también puede tratar el dolor de cosas como un tobillo torcido o un músculo estirado. Habla con tu médico sobre la rutina adecuada para ti.

Ejercicio aeróbico

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Las personas que hacen ejercicio aeróbico con regularidad, por ejemplo, montar en bicicleta o correr, son menos propensas a padecer ciertos tipos de dolor en primer lugar. Y están mejor preparadas para afrontarlo si se lesionan. Consulta a tu médico si no estás seguro de estar lo suficientemente sano para hacer este tipo de ejercicio.

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