Opiáceos: 10 consejos para un alivio más inteligente

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Tienes dolor crónico y tu médico te ha recetado un opioide, como la hidrocodona o la morfina. Estos analgésicos pueden proporcionar alivio, pero también conllevan algunas preocupaciones.

La diferencia entre una dosis útil y otra perjudicial de un opioide es menor que con otros medicamentos, dice el doctor Lewis Nelson, profesor de medicina de urgencias en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.

Además, dejar de consumir opiáceos puede provocar síntomas de abstinencia. Estos pueden incluir:

  • Ansiedad

  • Insomnio

  • Calambres

  • Diarrea

  • Náuseas

  • Vómitos

Estos síntomas también pueden hacer que te vuelvas dependiente o adicto al medicamento.

Estos consejos pueden ayudarte a mantenerte seguro:

1. Si estás preocupado, habla.

Pregunte a su médico si hay otras formas de controlar su dolor, como la fisioterapia u otro tipo de medicación. Los opiáceos deben ser la última línea de terapia, dice Nelson. También debes informar a tu médico si tienes un historial de abuso de sustancias. De este modo, podrá vigilarte de cerca para detectar cualquier signo de adicción a tu nuevo medicamento.

2. Colabora estrechamente con tu médico.

Hágale saber cómo le va y si tiene algún efecto secundario, como problemas para dormir o somnolencia. También infórmele si su dosis no le proporciona el mismo alivio que antes. Esto puede ocurrir porque tu cuerpo desarrolla una tolerancia al medicamento. También hay que informarles de que se ha creado una dependencia del medicamento. Sabrás que esto ocurre si tienes síntomas de abstinencia si no lo tomas.

3. Toma sólo la cantidad que te han recetado.

Cuando el dolor te molesta, es tentador tomar más. Pero aumentar la dosis es peligroso, dice Nelson. No es infrecuente que alguien sufra una sobredosis por tomar un comprimido más. Cada día, 44 personas mueren en EE.UU. por sobredosis de opiáceos con receta.

Si tienes dolor, habla con tu médico. Ellos pueden ajustar tu medicación y ofrecerte consejos. Por ejemplo, si te duele cuando limpias la casa, puede que tengas que ir a tu ritmo y trabajar en una habitación cada vez, dice el doctor Bill McCarberg, presidente de la Academia Americana de Medicina del Dolor y profesor clínico adjunto de la Universidad de California en San Diego.

4. Nunca aplaste ni parta las pastillas.

Algunas píldoras están diseñadas para liberar lentamente el medicamento en el torrente sanguíneo. Romperlas puede darle demasiada cantidad de una sola vez. Si tienes problemas para tragar las pastillas, habla con tu médico, dice McCarberg. Es posible que necesites otra forma del medicamento, como un parche o un comprimido disoluble.

5. Ten cuidado con el horario.

Si te has olvidado de tomar la medicación esta mañana, no la dupliques. Esto puede provocar una sobredosis. Basta con tomar la siguiente dosis a la hora prescrita, dice McCarberg. ¿No te acuerdas siempre de tomar la medicación, o ya te la has tomado? Consigue un pastillero diario. Algunos tienen temporizadores incorporados.

6. Vigila qué más tomas.

Los opioides ralentizan ciertas funciones corporales, como el corazón, dice Nelson. Por eso, mezclar los fármacos con alcohol, somníferos o relajantes musculares puede ser peligroso, incluso mortal. Informa siempre a tu médico si empiezas a tomar otra medicación mientras estás tomando opiáceos.

7. Almacénalos de forma segura.

Mantén la medicación lejos de los niños y los animales. En algunos casos, una sola pastilla puede matar a un niño pequeño, dice Nelson. La adicción a los analgésicos de venta con receta afecta a más de 2 millones de estadounidenses... Así que también deberías poner tus opiáceos en un lugar donde otros no puedan encontrarlos. No los guardes en un lugar accesible, como un botiquín, dice McCarberg. Sugiere esconderlos en un lugar difícil de encontrar o guardarlos en una caja fuerte.

8. No compartas.

Si un amigo se queja de que le duele la espalda, no le des una de tus pastillas de opiáceos. Es un riesgo, ya que puede sufrir una sobredosis accidental o una adicción a los opiáceos... y va en contra de la ley. Compartir analgésicos es un delito. En su lugar, dile a tu amigo que acuda a su médico.

9. Informa a tus familiares o cuidadores sobre tu prescripción y sus riesgos.

Las personas que te rodean deben saber que estás tomando opiáceos... Infórmales también de los signos de una sobredosis, como la somnolencia extrema o la incapacidad para despertarse, las uñas o los labios azules, los problemas respiratorios y las pupilas pequeñas. Así sabrán que deben pedir ayuda en caso de emergencia.

10. Deshazte de cualquier medicamento no deseado de la forma correcta.

Guardar esas pastillas opioides de más no es una idea inteligente. Podrían caer en manos equivocadas, o alguien podría tomarlas accidentalmente, dice McCarberg.

No te limites a tirarlas a la basura, donde la gente puede acceder a ellas. Pregunta a tu farmacéutico por un programa local de devolución. Si en tu zona no hay uno de esos programas:

  • Mezcla el medicamento con cosas no comestibles como tierra, arena para gatos o posos de café usados.

  • Mételo en una bolsa de plástico cerrada.

  • Tira la bolsa a la basura.

Antes de tirar el frasco de pastillas a la basura, asegúrate de tachar o rayar todo lo que hay en la etiqueta para que no se pueda leer.

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