El dolor óseo y el dolor articular o muscular afectan a partes similares del cuerpo. Por ello, puede ser difícil distinguirlos. Es posible que sientas dolor muscular después de un entrenamiento intenso o cuando tengas gripe. O puedes sentir dolor en las articulaciones, como los tobillos, las rodillas o los codos, a causa de la artritis o simplemente por envejecer.
El dolor óseo suele ser más profundo, agudo e intenso que el dolor muscular. El dolor muscular también se siente de forma más generalizada en todo el cuerpo y suele remitir en uno o dos días, mientras que el dolor óseo es más focalizado y dura más tiempo. El dolor óseo también es menos común que el dolor articular o muscular, y siempre debe tomarse en serio.
Causas comunes del dolor de huesos
Lesión. Si tienes un dolor óseo nuevo y agudo, es posible que tengas una fractura, o un hueso roto. Eso puede ser el resultado de una lesión traumática repentina, como un accidente de coche, una caída o una lesión deportiva. También puedes tener una pequeña fisura en el hueso, llamada fractura por estrés. Los deportistas suelen sufrirlas por sobrecargar su cuerpo.
Osteoporosis. La osteoporosis es una enfermedad de los huesos que los hace menos densos y les quita masa ósea. Normalmente, esto ocurre en los adultos mayores. La disminución de la resistencia de los huesos puede provocar fracturas dolorosas, que pueden producirse en cualquier parte del cuerpo, pero son más frecuentes en la cadera, la columna vertebral y la muñeca.
Cáncer. El dolor óseo puede ser un síntoma de que el cáncer se ha extendido desde otra parte del cuerpo hasta los huesos. También puede ser un signo de un cáncer que comenzó en un hueso, también conocido como osteosarcoma. Este cáncer se desarrolla con mayor frecuencia en los huesos largos de los brazos y las piernas. El dolor suele empeorar por la noche y a veces puede mejorar con el movimiento.
Anemia falciforme. Cuando se padece este trastorno sanguíneo hereditario, no se dispone de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar el oxígeno por el cuerpo. La falta de oxígeno puede provocar daños en los huesos y un fuerte dolor óseo.
Infección. La infección en el hueso se llama osteomielitis. Puede producirse cuando una infección iniciada en otra parte del cuerpo se extiende al hueso. También puede comenzar en el propio hueso, a menudo debido a una lesión. La osteomielitis puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más frecuente en los niños. También se corre un mayor riesgo si se padece la enfermedad de células falciformes.
Embarazo. El dolor de huesos en la pelvis es un síntoma común en el embarazo. Es posible que su médico lo llame dolor de la cintura pélvica relacionado con el embarazo (PPGP).
Tratamiento
Para decidir un tratamiento eficaz para el dolor de huesos, su médico tendrá que averiguar cuál es la causa. Algunos tipos de dolor de huesos acaban desapareciendo tras el tratamiento, mientras que otros pueden ser crónicos y tener que ser tratados durante mucho tiempo.
Las lesiones como las fracturas pueden tener que fijarse con un yeso o una férula. Las fracturas por estrés suelen tratarse con reposo, hielo y elevación.
Su médico puede tratar el dolor óseo relacionado con la osteoporosis con una combinación de medicamentos para fortalecer los huesos y analgésicos, así como con cambios en el estilo de vida y la prevención de caídas para ayudar a prevenir las fracturas. Puede obtener un alivio temporal del dolor óseo utilizando analgésicos de venta libre como el paracetamol, la aspirina o el ibuprofeno.
La osteomielitis suele requerir un tratamiento con antibióticos orales o intravenosos.
El tratamiento del dolor relacionado con el cáncer puede ser muy complejo. El médico elegirá una opción en función del estadio de la enfermedad y del lugar donde se originó el cáncer.
El dolor óseo relacionado con la anemia de células falciformes puede tratarse con una variedad de medicamentos dependiendo de su gravedad.
El PPGP no suele desaparecer hasta después del parto, pero puede ayudarse con fisioterapia y ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.
Sea cual sea la causa, es importante que acuda al médico si tiene algún tipo de dolor óseo importante.
Cómo prevenir el dolor de huesos
Mantener unos huesos fuertes y sanos es la mejor manera de prevenir al menos algunos tipos de dolor de huesos, como los relacionados con la osteoporosis. Para ello, debes:
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Mantener un peso saludable.
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Incluya mucho calcio en su dieta.
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Haga ejercicio con regularidad, y asegúrese de incluir ejercicios con peso.
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Evite el consumo de tabaco.
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Bebe sólo con moderación.