Hidrocodona vs. Oxicodona: La diferencia explicada

¿Cuál es la diferencia entre la hidrocodona y la oxicodona?

Tanto la hidrocodona como la oxicodona son analgésicos. Bloquean las señales de dolor de tu cuerpo. Son muy similares, pero hay algunas diferencias en cuanto a los efectos secundarios.

Ambos son un tipo de analgésico llamado opioide, que puede crear adicción. Los opiáceos proceden de la planta de la adormidera, pero también hay versiones fabricadas por el hombre.

Tu médico puede recetarte uno de estos medicamentos para tratar un dolor intenso que no ha mejorado con medicamentos no tan potentes, como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

Es posible que tomes estos analgésicos durante un breve periodo de tiempo después de una intervención quirúrgica o una lesión, como una fractura de hueso. O puede tomarlos a largo plazo para controlar el dolor crónico de enfermedades como el cáncer o la artritis.

Los estudios demuestran que tanto la hidrocodona como la oxicodona funcionan bien para el dolor a corto plazo. Pero cuando las tomas durante más de un par de meses, tu cuerpo puede acostumbrarse al fármaco y no funcionará tan bien. Por ello, se necesita más cantidad para sentir los mismos efectos.

Los opiáceos son algunos de los medicamentos recetados de los que más se abusa. Habla con tu médico sobre cómo tomarlos de forma segura para reducir el riesgo de adicción y abuso.

Formularios

Puedes tomar cualquiera de los dos fármacos solos o con otro analgésico como el paracetamol, la aspirina o el ibuprofeno.

Pueden presentarse en forma de líquido, pastillas o cápsulas. Ambos se presentan también en cápsulas y comprimidos de liberación prolongada (ER). Liberan lentamente el fármaco en el organismo para que dure más tiempo. Las versiones ER no están pensadas para tratar el dolor a corto plazo, como el que se tiene después de una operación.

Dosis

La hidrocodona y la oxicodona vienen en muchas dosis diferentes. La dosis que le recete su médico depende de:

  • Su edad

  • La causa de su dolor y la gravedad del mismo

  • Cuánto tiempo vas a tomar el medicamento

  • Si tiene alguna enfermedad del corazón, los pulmones, el hígado o los riñones

  • Otros medicamentos que toma

  • Su riesgo de adicción y abuso

Los expertos dicen que debes empezar con una dosis baja. Tu médico puede aumentarla si necesitas más alivio del dolor. Sigue las instrucciones de tu médico y asegúrate de leer la etiqueta cuando tomes estos medicamentos. No tome más de lo que indican las instrucciones.

Cómo y cuándo tomarlos

Usted toma oxicodona una vez cada 4 a 6 horas, o según sea necesario, para controlar su dolor. Lo mismo ocurre si tomas una forma que incluye otro medicamento, como el paracetamol, la aspirina o el ibuprofeno. Sólo es necesario tomar las versiones de liberación prolongada una o dos veces al día.

Las cápsulas de liberación prolongada de hidrocodona suelen tomarse una vez cada 12 horas. El comprimido de liberación prolongada suele tomarse una vez al día.

Pregunte a su médico si debe tomarlos con o sin alimentos. Beba mucha agua para tragar las cápsulas o comprimidos de liberación prolongada.

No deje de tomar estos medicamentos sin decírselo a su médico. Cuando su cuerpo espera la medicación pero no la recibe, puede sufrir un síndrome de abstinencia. Eso puede causar dolores de cabeza, irritabilidad y otros síntomas. Pero esto sólo ocurre cuando usas el medicamento regularmente.

Cómo almacenar

Su medicamento debe permanecer en el frasco en el que viene. No lo ponga en el baño o en cualquier otro lugar con mucha humedad. Manténgalo alejado de los niños. Su farmacéutico puede indicarle qué hacer con los medicamentos caducados.

Efectos secundarios

La hidrocodona y la oxicodona tienen muchos de los mismos efectos secundarios, como:

  • Boca seca

  • Dolor de estómago

  • Náuseas y vómitos

  • Dolor de cabeza

  • Mareos

  • Cambios en los latidos del corazón

  • Urticaria

  • Picor

  • Hinchazón de la cara, los labios y la lengua

  • Dificultad para respirar o tragar

Pero la hidrocodona puede hacer que te sientas cansado, mientras que la oxicodona es más probable que te produzca somnolencia o estreñimiento.

Tomar una cantidad excesiva puede conducir a una sobredosis, que provoca estos síntomas:

  • Debilidad o mareos

  • Latidos cardíacos lentos

  • Problemas para respirar

  • Piel fría y húmeda

  • Convulsiones

Interacciones con medicamentos

Su riesgo de sufrir efectos secundarios graves puede ser mayor si toma otros medicamentos con hidrocodona u oxicodona. Asegúrese de que su médico conoce todos los medicamentos y suplementos que utiliza.

Ciertos fármacos que deprimen el sistema nervioso central son peligrosos porque la combinación puede reducir su respiración y su ritmo cardíaco e incluso ponerle en coma. Estos incluyen:

  • Medicamentos ansiolíticos

  • Antihistamínicos

  • Medicamentos contra las náuseas

  • Fármacos antipsicóticos

  • Medicamentos anticonvulsivos

  • Benzodiacepinas y otros sedantes

  • Relajantes musculares

  • Fármacos para la enfermedad de Parkinson

  • Otros medicamentos opiáceos para el dolor

  • Medicamentos para el sueño

Algunos medicamentos pueden modificar la cantidad de hidrocodona u oxicodona que se libera en la sangre. Una cantidad excesiva puede provocar una sobredosis. Demasiado poco puede mantenerte con dolor y causar síntomas de abstinencia. Tenga cuidado con:

  • Antibióticos

  • Medicamentos antifúngicos

  • Fármacos contra el cáncer

  • Medicamentos para el VIH

  • Medicamentos para la artritis reumatoide

Tomar hidrocodona u oxicodona con antidepresivos puede provocar una peligrosa acumulación de la sustancia química cerebral serotonina.

Otros medicamentos y suplementos sin receta que deben evitarse son:

  • Alcohol

  • Kava kava

  • Marihuana y productos derivados del cannabis

  • Hierba de San Juan

Advertencias sobre los medicamentos

El uso prolongado de estos fármacos (como para el dolor continuo) puede conducir a la adicción y al abuso. Por eso es importante acudir a las citas médicas. Trabajarán contigo para asegurarse de que los usas de forma correcta.

Hay otras cuestiones que hay que tener en cuenta.

  • Problemas respiratorios. La hidrocodona y la oxicodona pueden ralentizar tu respiración y evitar que recibas suficiente oxígeno. Eso puede ser peligroso si ya tienes problemas respiratorios, incluyendo asma y EPOC.

  • Estreñimiento. Los opioides pueden causar un estreñimiento grave. Probablemente tendrás que tomarlos con un laxante o ablandador de heces. No los uses si tienes una obstrucción intestinal.

  • Enfermedad del riñón/hígado. Es posible que necesite una dosis más baja si tiene problemas en los riñones o en el hígado, ya que esas afecciones dificultan la eliminación del medicamento por parte del organismo.

  • Embarazo/lactancia. Estos fármacos llegan al cuerpo del bebé a través de la placenta y están en la leche materna. Esto puede causar problemas de salud al recién nacido, incluyendo síntomas de abstinencia. También hay pruebas de que pueden causar defectos de nacimiento, crecimiento deficiente, parto prematuro o muerte fetal.

  • Seguridad. La hidrocodona y la oxicodona pueden ser mortales para un niño que se haga con una sola pastilla. Manténgalas a salvo fuera de su alcance.

Costes

El coste depende de la forma y la dosis que tome, y de lo que cubra su seguro (si lo tiene).

Algunas compañías de seguros han dejado de cubrir ciertos opioides. Han cambiado a fármacos que, según dicen, tienen menos probabilidades de ser objeto de abuso. Comprueba con tu seguro qué opiáceos puedes obtener. Si no pagan el que te ha recetado tu médico, puede que paguen otro tipo.

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