Radiculopatía cervical: síntomas, causas y tratamiento

Qué es la radiculopatía cervical?

La radiculopatía cervical, a menudo llamada nervio pinzado, es el daño o un cambio en el funcionamiento de un nervio que resulta de la compresión de una de las raíces nerviosas cercanas a las vértebras cervicales. Estas siete pequeñas vértebras forman la columna cervical, o cuello, y comienzan en la base del cráneo. Esta es la zona en la que se produce la radiculopatía cervical.

Los nervios que recorren la columna cervical envían mensajes entre los músculos y el cerebro. Las raíces de estos nervios se ramifican a través de unas aberturas en las vértebras llamadas foramen. El daño a estas raíces nerviosas puede causar dolor y la pérdida de sensibilidad a lo largo del camino del nervio hacia el brazo y la mano, dependiendo de dónde se encuentren las raíces dañadas.

Causas y factores de riesgo de la radiculopatía cervical

El daño puede producirse como resultado de la presión del material de un disco roto, cambios degenerativos en los huesos, artritis u otras lesiones que ejercen presión sobre las raíces nerviosas.

Causas comunes

Las causas comunes de la radiculopatía cervical incluyen:

  • Cambios degenerativos: En las personas de mediana edad, los cambios degenerativos normales en los discos pueden causar presión sobre las raíces nerviosas. La estenosis foraminal cervical, por ejemplo, se produce cuando estos cambios estrechan las aberturas de las vértebras, lo que hace que pellizquen las raíces nerviosas

  • Lesión: En las personas más jóvenes, la radiculopatía cervical suele ser el resultado de la rotura de un disco, quizá como consecuencia de un traumatismo. Los discos suelen herniarse con la actividad, como cuando se dobla, se levanta, se tuerce o se tira. Cuando se hernia un disco, su material comprime o inflama la raíz nerviosa, causando dolor.

Otras causas

Con menos frecuencia, la radiculopatía cervical está causada por:

  • Infecciones en la columna vertebral

  • Tumores en la columna vertebral causados por el cáncer

  • Crecimientos benignos, o no cancerosos, en la columna vertebral

  • Sarcoidosis, el crecimiento de las células inflamatorias

Factores de riesgo

Algunos factores pueden aumentar el riesgo de padecer una radiculopatía cervical. Su riesgo puede ser mayor si usted:

  • Es de raza blanca

  • Fuman cigarrillos

  • Ha tenido una radiculopatía previa

  • Levantar objetos pesados

  • Tirarse a menudo a una piscina desde un trampolín

  • Manejar equipos que vibran.

  • Jugar al golf

Síntomas de la radiculopatía cervical

El principal síntoma de la radiculopatía cervical es el dolor que se extiende al brazo, el cuello, el pecho, la parte superior de la espalda y/o los hombros. A menudo, esto afecta a un solo lado del cuerpo.

Una persona con radiculopatía también puede experimentar:

  • Problemas sensoriales, como entumecimiento u hormigueo en los dedos o las manos

  • Problemas motores, como debilidad muscular, falta de coordinación o pérdida de reflejos en los brazos o las piernas

Diagnóstico y pruebas de la radiculopatía cervical

Para hacer un diagnóstico de radiculopatía cervical, su médico le pedirá primero que describa todos sus síntomas y revise su historial médico. También le hará un examen físico.

El examen incluirá una revisión del cuello, los hombros, los brazos y las manos para detectar debilidad muscular y problemas de sensibilidad o reflejos. El médico puede pedirle que mueva los brazos o el cuello para ver si ciertos movimientos provocan o alivian el dolor u otros síntomas.

También pueden hacer estas pruebas:

  • Radiografías, para buscar el estrechamiento de las aberturas vertebrales o una lesión discal

  • TAC, para obtener imágenes más detalladas de su columna cervical

  • Resonancia magnética, para comprobar si hay daños en las raíces nerviosas o en los tejidos blandos

  • Electromiografía, para ver cómo funcionan sus músculos cuando están en reposo y contraídos

Tratamientos de la radiculopatía cervical

Para algunas personas, los síntomas de la radiculopatía cervical mejoran con el tiempo y no requieren tratamiento. Si necesita tratamiento, su médico comenzará con opciones no quirúrgicas.

Tratamientos no quirúrgicos de la radiculopatía cervical

El tratamiento no quirúrgico de la radiculopatía cervical suele consistir en medicamentos, fisioterapia o una combinación de los mismos.

  • Medicamentos: Pueden ser corticoides (potentes antiinflamatorios) o analgésicos no esteroideos como el ibuprofeno o el naproxeno. Los corticoides pueden recetarse por vía oral o inyectarse por vía epidural (en el espacio que rodea la duramadre, que es la membrana que rodea la médula espinal).

  • Fisioterapia: Podría incluir tracción y movilización cervical suave, ejercicios y otras modalidades para reducir el dolor.

Tratamientos quirúrgicos de la radiculopatía cervical

Si existe una compresión importante sobre el nervio hasta el punto de que se produzca debilidad motora, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión.

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