El efecto placebo: ¿Qué es?

Un placebo es cualquier cosa que parece ser un tratamiento médico "real", pero que no lo es. Puede ser una píldora, una inyección o cualquier otro tipo de tratamiento "falso". Lo que todos los placebos tienen en común es que no contienen una sustancia activa destinada a afectar a la salud.

¿Cómo se utilizan los placebos?

Los investigadores utilizan placebos durante los estudios para ayudarles a entender qué efecto puede tener un nuevo fármaco o algún otro tratamiento en una enfermedad concreta.

Por ejemplo, algunas personas de un estudio podrían recibir un nuevo fármaco para reducir el colesterol. Otras recibirían un placebo. Ninguno de los participantes en el estudio sabrá si ha recibido el tratamiento real o el placebo.

Los investigadores comparan entonces los efectos del fármaco y del placebo en las personas del estudio. Así pueden determinar la eficacia del nuevo fármaco y comprobar si hay efectos secundarios.

¿Qué es el efecto placebo?

A veces una persona puede tener una respuesta a un placebo. La respuesta puede ser positiva o negativa. Por ejemplo, los síntomas de la persona pueden mejorar. O la persona puede tener lo que parecen ser efectos secundarios del tratamiento. Estas respuestas se conocen como "efecto placebo".

Hay algunas condiciones en las que un placebo puede producir resultados incluso cuando las personas saben que están tomando un placebo. Los estudios demuestran que los placebos pueden tener un efecto en condiciones tales como:

  • Depresión

  • Dolor

  • Trastornos del sueño

  • Síndrome del intestino irritable

  • Menopausia

En un estudio sobre el asma, las personas que utilizaban un inhalador placebo no obtuvieron mejores resultados en las pruebas de respiración que si se sentaban y no hacían nada. Pero cuando los investigadores preguntaron por la percepción de las personas sobre cómo se sentían, el inhalador placebo fue reportado como tan efectivo como la medicina para proporcionar alivio.

¿Cómo funciona el efecto placebo?

La investigación sobre el efecto placebo se ha centrado en la relación de la mente y el cuerpo. Una de las teorías más comunes es que el efecto placebo se debe a las expectativas de una persona. Si una persona espera que una píldora haga algo, entonces es posible que la propia química del cuerpo pueda causar efectos similares a los que podría causar un medicamento.

Por ejemplo, en un estudio, se dio a las personas un placebo y se les dijo que era un estimulante. Después de tomar la píldora, su pulso se aceleró, su presión arterial aumentó y su velocidad de reacción mejoró. Cuando se les dio la misma píldora y se les dijo que era para ayudarles a dormir, experimentaron los efectos contrarios.

Los expertos también afirman que existe una relación entre la intensidad con la que una persona espera tener resultados y el hecho de que éstos se produzcan o no. Cuanto más fuerte es la sensación, más probable es que una persona experimente efectos positivos. Puede haber un efecto profundo debido a la interacción entre el paciente y el profesional sanitario.

Lo mismo parece ocurrir con los efectos negativos. Si la gente espera tener efectos secundarios como dolores de cabeza, náuseas o somnolencia, hay más posibilidades de que se produzcan esas reacciones.

El hecho de que el efecto placebo esté ligado a las expectativas no lo convierte en algo imaginario o falso. Algunos estudios demuestran que hay cambios físicos reales que se producen con el efecto placebo. Por ejemplo, algunos estudios han documentado un aumento en la producción de endorfinas, uno de los analgésicos naturales del cuerpo.

Uno de los problemas del efecto placebo es que puede ser difícil distinguirlo de los efectos reales de un medicamento durante un estudio. Encontrar formas de distinguir entre el efecto placebo y el efecto del tratamiento podría ayudar a mejorar el tratamiento y a reducir el coste de las pruebas de medicamentos. Y un mayor estudio también podría conducir a formas de utilizar el poder del efecto placebo en el tratamiento de enfermedades.

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