Consejos de alimentación para la enfermedad de Fabry

Consejos de alimentación para la enfermedad de Fabry

Si tiene la enfermedad de Fabry, cambiar lo que come puede ayudarle a controlar algunos de sus síntomas. Una buena nutrición también beneficiará a su corazón y a sus riñones.

No hay una dieta específica para la enfermedad de Fabry. Tendrá que trabajar con su médico y un dietista titulado para encontrar un plan equilibrado. Ellos elegirán uno basado en sus síntomas y en su estado de salud general. El objetivo es ayudarte a comer cómodamente mientras obtienes toda la nutrición que necesitas.

No te pases con el sodio

Con el tiempo, la enfermedad de Fabry no tratada puede dañar tus riñones. Es posible que no filtren muy bien el sodio. Es un mineral de la sal que afecta a la forma en que tu cuerpo retiene los líquidos. Si no puedes eliminarlo, puedes acabar teniendo otros problemas de salud, como hipertensión arterial, hinchazón corporal o dificultad para respirar.

Pregunte a su médico qué cantidad de sodio es adecuada para usted. Es posible que no tenga que reducir demasiado si sus riñones funcionan bien.

Si necesita seguir una dieta respetuosa con los riñones, intente consumir menos de 2.000 miligramos de sodio al día. Pruebe estos consejos para mantenerse en el camino:

  • Compra alimentos frescos

  • Cocinar para ti mismo

  • Utiliza especias sin sal, como hierbas o condimentos sin sodio

  • Aclare los alimentos enlatados con agua (verduras, legumbres, carnes, pescados)

Hable con su médico sobre los sustitutos de la sal antes de probarlos.

Comprueba la etiqueta de información nutricional para ver la cantidad de sodio que tiene un producto. Elige alimentos con un valor diario del 5% o menos.

Consigue la cantidad adecuada de proteínas

Pregunte a su equipo de salud cuántas proteínas necesita. Tendrán en cuenta aspectos como su edad, su tamaño corporal y el funcionamiento de sus riñones. Es posible que no necesite limitar demasiado sus proteínas si su enfermedad de Fabry es estable.

Hable con su médico si está en diálisis. Sus necesidades de proteínas serán diferentes. Si no está en diálisis, siga estos consejos saludables:

Obtenga proteínas de las plantas. Los expertos solían pensar que los vegetales no podían proporcionarle todos los aminoácidos esenciales, los "bloques de construcción" de las proteínas. Pero eso ya no es así. Los estudios demuestran que las proteínas de origen vegetal suponen un menor esfuerzo para los riñones en comparación con los alimentos de origen animal.

Algunas opciones son:

  • Tempeh y tofu

  • Frijoles y legumbres

  • Semillas

  • Frutos secos sin sal o mantequillas de frutos secos

  • Cereales como la quinoa o el arroz integral

Coma carnes magras. Prueba el pollo sin piel, el pavo o la carne picada 95% magra.

Elija opciones saludables para el corazón

Los alimentos saludables para el corazón reducen las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, una enfermedad cardíaca y una insuficiencia renal. Eso es una buena noticia si tienes la enfermedad de Fabry. Pregunte a su médico por las dietas antiinflamatoria, mediterránea o DASH. Pero no es necesario seguir un plan específico para obtener beneficios.

Querrás incluir más de estos:

  • Frutas y verduras

  • Aceite de oliva

  • Cereales integrales, como la avena y el arroz integral

  • Frijoles y legumbres

  • Lácteos sin grasa o con poca grasa

  • Pescados grasos (como el salmón o el atún)

  • Leches no lácteas enriquecidas

Omita o limite los alimentos con alto contenido en grasas saturadas y azúcares añadidos, como:

  • Alimentos ultraprocesados como pasteles, galletas y patatas fritas

  • Bebidas azucaradas, incluidos los zumos y los refrescos

  • Hidratos de carbono refinados como el pan blanco o el arroz blanco

  • Carne roja o procesada

Cambia tu forma de comer

Los problemas estomacales son comunes con la enfermedad de Fabry. Los problemas digestivos pueden ser los primeros síntomas que se presentan. Eso incluye dolor de barriga y diarrea. Es posible que te sientas muy lleno después de comer una pequeña cantidad de comida.

Su médico o dietista puede darle medicamentos para aliviar algunos de sus síntomas. Pero también pueden sugerirte que pruebes estos consejos:

Presta atención a tus porciones. Es posible que su estómago no se hinche tanto si come menos cantidad de comida de una sola vez. Intente comer de 4 a 6 comidas pequeñas a lo largo del día. Vea cómo se siente cuando sólo come de 1 a 1,5 tazas de comida.

Siga una rutina. Una vez que encuentre un plan de alimentación que le funcione, manténgalo. Los cambios repentinos en la dieta pueden empeorar la diarrea. Y puedes sufrir estreñimiento si no comes de forma regular.

Prueba una dieta baja en FODMAP. Es posible que te cueste digerir ciertos hidratos de carbono. Estos se llaman FODMAPs. Se encuentran en alimentos como el trigo, los lácteos y algunas frutas y verduras. Habla con tu dietista si quieres probar una dieta baja en FODMAP.

Evita los alimentos desencadenantes. Tendrá que averiguar qué ingredientes empeoran sus síntomas. Pero es posible que quieras limitar:

  • Los alimentos con mucha grasa

  • Cafeína

  • Alcohol

  • Comida picante

Cuándo hablar con su médico

Es posible que no recibas suficientes vitaminas y minerales si tienes diarrea a menudo o no puedes comer mucho. Tu médico puede comprobar si estás bajo de algún nutriente y sugerirte formas de aumentar tus niveles.

Los pequeños cambios en la dieta pueden suponer una gran diferencia. Pero debes informar a tu médico si tus síntomas digestivos no mejoran. Es posible que tenga que hacer algunas pruebas para averiguar si hay algo más.

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