Rabietas de niños pequeños - 10 cosas que los padres pueden hacer

¿Qué debes hacer cuando tu hijo tiene una rabieta? En el calor del momento, puede ser difícil elegir la estrategia adecuada. Obtenga aquí consejos del médico.

La crianza de los hijos puede ser el trabajo más gratificante, pero también puede ser uno de los más difíciles, como cuando el niño al que quieres mucho se descontrola.

Le ocurre a todos los padres. Sólo recuerda respirar y probar estas estrategias para que tu hijo C y tú mismo vuelvan a la normalidad.

1. Conoce las señales.

Es mucho más fácil frenar una rabieta en seco si la ves venir. Las rabietas son como fichas de dominó, dice el psicólogo de Houston James H. Bray, PhD. Una vez que caen unas cuantas, van a caer todas.

Aprenda las señales de que su hijo se está exaltando. Así podrás enseñarle a verlas también.

2. Distrae a los pequeños.

Las distracciones a menudo pueden ayudar a los niños de 3 años o menos. Enséñeles un juguete o inicie una actividad para desviar la atención y evitar una rabieta.

A esta edad, los niños no entienden el concepto de causa y efecto, por lo que las discusiones son eficaces.

3. Tómate un descanso.

Apartar a tu hijo de lo que le agobia. Esto le da la oportunidad de calmarse y tranquilizarse, que es una habilidad importante que debe aprender.

Haz que los niños pequeños se acuesten con su juguete favorito o se sienten en el sofá. A los niños mayores se les pueden enseñar estrategias para calmarse, como respirar profundamente, contar hasta cinco o diez antes de hablar o distraerse, dice Bray.

4. Mostrar autocontrol.

Lo más difícil es mantener la calma y no comprometerse, dice Bray. Si sientes que te alteras, da un paso atrás, respira hondo y date tiempo para reagruparte.

Los niños van a aprender mucho más del comportamiento de sus padres que de lo que dicen, dice.

5. Habla con firmeza.

Explica lo que necesitas de tu hijo, pero no le sermonees ni le grites.

Sea firme y establezca límites. Recuérdele a su hijo que ésta es la norma. Hágalo con calma y no se ponga nervioso, dice Bray.

Si tu hijo se porta mal y le das un abrazo porque crees que eso le calmará, reforzarás su mal comportamiento.

6. Utiliza el humor.

El humor suele ser un buen defusor, dice la doctora Gail Saltz. Es profesora asociada de psiquiatría en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, Escuela de Medicina Weill Cornell. Si ves que las cosas van cuesta abajo, ser capaz de hacer algo un poco tonto o divertido puede ayudar.

Sin embargo, las bromas siempre están prohibidas. Nunca hay una buena razón para burlarse de tu hijo, insultarlo o humillarlo.

7. Habla de los sentimientos.

Los niños pequeños suelen tener problemas para hablar de sus emociones. Puede que ni siquiera sepan lo que sienten, y eso puede aumentar su frustración.

Ayude a su hijo a entender y hablar de sus sentimientos. Enséñele que todo el mundo se enfada a veces y que no pasa nada por hablar de ello, dice Saltz.

Hazle preguntas como ¿Qué ha pasado? y ¿Te sientes triste? Pídele ideas de cosas que le ayuden a calmarse.

Así es como se empieza a ayudar al niño a ponerse en contacto con sus sentimientos y a hablar de ello en lugar de actuar, dice Saltz.

8. Haz equipo.

Ponte en el mismo bando. Saltz sugiere decir: Sé que esto es difícil para ti. Intentemos averiguar qué puede facilitar las cosas.

Si quiere algo, dale a elegir, pero no cedas sin más, dice Bray. Dile: ¿Quieres bañarte ahora o dentro de 5 minutos? o ¿Quieres limpiar tu habitación ahora o después de ver tu programa de televisión?

9. Identifica la causa.

Si nota que hay muchas crisis, analice qué otras cosas están sucediendo en el mundo de su hijo.

Puede que tenga demasiados factores de estrés o más actividades de las que puede gestionar", dice Saltz. Considere la posibilidad de dar marcha atrás.

Puede que esté molesto por otra cosa, como un cambio reciente en su vida. Saltz sugiere probar esto: Pídale a su hijo que haga un dibujo o juegue a representar una situación con muñecos. Esto puede ayudarle a elaborar sus sentimientos y darte una mejor idea de lo que le molesta.

10. Busca ayuda.

Si tu hijo se porta mal con frecuencia, da pasos atrás en cosas como el control de esfínteres o dormir toda la noche, o se resiste a ir al colegio o a hacer actividades que le suelen gustar, puede ser una señal de que tiene ansiedad. Un terapeuta profesional puede ayudar.

Hot