Aprenda a apoyar a su hijo para que deje de acosar.
Quién tiende a ser un acosador?
El acoso escolar es un comportamiento, no una identidad. Etiquetar a un niño como "acosador" crea en él la sensación de que nunca podrá cambiar su comportamiento agresivo...
Aunque los acosadores deben ser considerados responsables de sus actos, como padre, debes intentar comprender por qué tu hijo se comporta de esta manera. Las investigaciones han demostrado que los niños con las siguientes cualidades son los más propensos a intimidar a otros:
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Son rápidos para culpar a los demás y no asumir la responsabilidad de sus actos.
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Mostrar apatía por los sentimientos de los demás.
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Han sido o son ellos mismos acosados.
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No progresan en sus habilidades sociales.
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Necesitan tener el control.
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Se sienten a menudo frustrados, ansiosos o deprimidos.
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Intentan encajar en un círculo social de compañeros que también intimidan a otros.
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Pensar que su comportamiento de acoso es sólo una burla.
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No sentir que reciben la atención que desean, por lo que acosan para sentirse vistos.
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Ser más naturalmente asertivo que otros.
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Percibir a los demás como hostiles incluso cuando no lo son.
Si crees que tu hijo está acosando a otros niños o te enteras de que lo hace a través de uno de sus padres o de sus compañeros, recuerda ser compasivo. El acoso no es un comportamiento natural sino aprendido. Si entiende por qué su hijo intimida, podrá ayudarle mejor a desaprenderlo.
Cómo ayudar a tu hijo a dejar de acosar
Cuando te enteres de que tu hijo acosa a otros niños, es fundamental que te lo tomes en serio pero que no salgas volando. Tal vez se sienta sorprendido, enfadado, triste o decepcionado con su hijo. Sean cuales sean sus sentimientos iniciales, resista la tentación de mostrarse excesivamente emotivo con su hijo. En su lugar, tómese un tiempo para procesar esta nueva información antes de hablar del tema con su hijo.
Cuando esté tranquilo y preparado, acérquese a su hijo y hable con él sobre el acoso escolar. Tómate el asunto en serio y sé muy sincero con tu hijo, y:
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No pongas excusas a su comportamiento ni niegues lo que ocurre.
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Hágales rendir cuentas y hágales saber que sus acciones tendrán consecuencias en casa y en su comunidad.
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Dígales lo mucho que quiere ayudar a su hijo a desaprender sus patrones de conducta negativos.
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Sin mostrar ningún tipo de juicio o insinuación de lo que está bien o mal, pregúntale a tu hijo sin tapujos en qué está pensando cuando está actuando.
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Pregunte sobre las veces que han intimidado a otros.
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Intenta ser objetivo sobre los hechos y la situación para poder entender claramente la perspectiva de tu hijo...
Una vez que sientas que has llegado al fondo de la situación, discute el impacto que han tenido las acciones de tu hijo por:
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Haciéndole saber que sus acciones agresivas se consideran acoso escolar y asegurándose de que su hijo entiende por qué estas acciones se ven de esta manera...
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Hazles saber con cariño que no toleras este comportamiento de los demás?
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Enséñales a pensar en lo que ocurre e intenta que resuelvan los problemas.
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Anímales a sentir empatía por las personas a las que acosan.
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Ayude a su hijo a reconocer sus sentimientos y a trabajarlos de una manera menos dañina.?
También puedes crear un contrato de comportamiento con tu hijo y el colegio. Esto establecerá que usted y la escuela están trabajando juntos y le hará saber a su hijo que será responsable de sus acciones. El contrato debe indicar cuáles son las consecuencias de sus acciones. También debe mencionar las estrategias que pueden aplicar en lugar de acosar.
Aunque hablar con tu hijo y crear un comportamiento es útil, el mejor método para prevenir el comportamiento de acoso de tu hijo en el futuro es predicar con el ejemplo. Practica ser una persona paciente, amable, compasiva y sensible en tu vida diaria con ellos. Dar un ejemplo claro de lo que es un comportamiento apropiado es mucho más eficaz que simplemente decirles lo que no es correcto.