Los síntomas de la artritis pueden ser peores unos días que otros. Aprenda más sobre lo que puede desencadenar una incómoda exacerbación y cómo tratarla.
Puede notar más dolor, hinchazón y rigidez. Puede que te cueste más moverte. Es posible que tus medicamentos no funcionen tan bien. Una reagudización puede durar días o semanas.
La mejor manera de controlar las reagudizaciones es pensar en el futuro. Averiguar qué es lo que puede desencadenarlas. Y trabaja con tu médico para encontrar una manera de afrontarlas.
¿Qué provoca un brote?
Las causas más comunes de un brote de OA son el exceso de actividad y la lesión de una articulación. Otras cosas que pueden desencadenar reagudizaciones son:
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Una infección, como un resfriado o una gripe
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Crecimientos en los extremos de tus huesos llamados espolones óseos
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Movimientos repetitivos
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Estrés
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Aumento de peso
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Tiempo de frío
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Cambios en la presión barométrica (presión en la atmósfera ligada a los cambios meteorológicos)
Con el tiempo, puedes aprender qué causa tus brotes y detectar las señales de que uno está en camino. El tratamiento precoz te ayuda a controlarlos. Antes de un brote, es posible que notes un dolor sordo en las articulaciones o somnolencia diurna durante varios días.
Cómo tratar y controlar los brotes
Habla con tu médico sobre cómo manejar las reagudizaciones y hazle saber si se producen con frecuencia. Es posible que tenga que cambiar su plan de tratamiento.
Algunas reagudizaciones mejoran después de descansar y tomar analgésicos de venta libre durante un par de días. Llame a su médico si duran más tiempo o si los síntomas son intensos.
Cambios en la medicación. Es posible que tengas que ajustar tu medicación temporalmente o añadir una nueva. Los medicamentos que pueden ayudar a combatir los brotes son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), ya sean de prescripción o de venta libre. Puedes tomarlos en forma de pastilla o ponértelos en la piel. El paracetamol ayuda a algunas personas. El médico también puede inyectar esteroides en las articulaciones.
Descansa. Una de las mejores maneras de afrontar una crisis es tomarse las cosas con calma. Tómate un día de descanso si lo necesitas. Pida a sus familiares que le ayuden con las tareas. Pero no dejes de moverte por completo. Haz unos cuantos estiramientos suaves para no ponerte rígido.
Terapias de frío y calor. El calor húmedo alrededor de las articulaciones estimula el flujo sanguíneo y relaja los músculos. Un baño de parafina caliente puede hacer que tus manos o pies se sientan mejor. Una máquina especial calienta la cera, que es la misma que se utiliza en las velas.
Si el ejercicio excesivo le provoca reagudizaciones, utilice una bolsa de hielo justo después del entrenamiento para aliviar el dolor. Una compresa fría también puede ayudar en otros momentos. El frío contrae los vasos sanguíneos, lo que disminuye el flujo de sangre. Así se reduce el dolor.
Limita el uso de cualquiera de estos métodos a dos o cuatro veces al día, durante no más de 15 minutos cada vez.
Kinesio taping. No hay muchas investigaciones al respecto, pero un estudio reveló que esta cinta flexible podría ayudar a combatir el dolor y la rigidez de la osteoartritis. El médico o el fisioterapeuta coloca la cinta alrededor de las articulaciones para aliviar la presión, al mismo tiempo que permite una gama completa de movimientos. Puedes utilizar la cinta durante días o semanas. El fisioterapeuta o el médico pueden enseñarte a ponértela en casa.
Acupuntura. Se necesitan más estudios sobre la eficacia de la acupuntura en la artrosis. Pero algunas personas obtienen alivio con ella. Un acupunturista coloca agujas extrafinas en determinados puntos del cuerpo. Es posible que sientas molestias cuando las agujas son lo suficientemente profundas. Aparte de eso, no suele doler.
Crema de capsaicina. Esta loción elaborada con extracto de chile puede ayudar a aliviar el dolor leve de rodilla. No es lo suficientemente profunda como para ayudar a las caderas. Lávate bien las manos después de aplicarla para asegurarte de que no te entre en los ojos.
Dispositivos de ayuda. Un bastón o un aparato ortopédico pueden proporcionarle apoyo y alivio del dolor cuando tenga un brote en las rodillas o las caderas. Su médico le ayudará a elegir una ortesis y a asegurarse de que le queda bien. Las férulas para los dedos y las muñecas y otros dispositivos similares pueden ayudar con la artritis en las manos. Un terapeuta ocupacional puede recomendarle el dispositivo de apoyo adecuado para usted.
Grupos de educación y apoyo. Pueden ayudarle a aprender a gestionar los brotes, así como la vida con la artrosis en general. La terapia cognitivo-conductual y el asesoramiento también pueden ayudar, especialmente si tiene mucho estrés.
Prevención
Además de seguir el plan de tratamiento que le recete su médico, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a prevenir los brotes.
Movimiento. El ejercicio fortalece los músculos cercanos a las articulaciones, ayuda a que funcionen mejor, evita la rigidez y alivia el dolor. Encuentra una actividad que te guste y te haga sentir bien. Caminar, montar en bicicleta estática, entrenar la resistencia y hacer ejercicios de equilibrio son buenas opciones. Las actividades acuáticas son fáciles para las articulaciones y aumentan la amplitud de movimiento. Un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional puede ayudarle a crear una rutina de ejercicios que pueda cumplir.
Alivio del estrés. Las prácticas de cuerpo y mente, como el tai chi o el yoga suave, pueden ayudarle a moverse y relajarse al mismo tiempo. La meditación y otras técnicas de relajación también pueden aliviar el estrés.
Pérdida de peso. Si tienes sobrepeso, la pérdida de peso alivia la presión sobre las rodillas y las caderas. Cuanto más pierda, más mejorarán sus síntomas. Para empezar, ponte como objetivo perder el 5% de tu peso corporal.