El médico explica las causas y los síntomas de la artrosis de tobillo.
Causas
La artrosis de tobillo, a diferencia de otras partes del cuerpo, no es el tipo de "desgaste" que acompaña al envejecimiento. En cambio, casi siempre se debe a una lesión. Es posible que su médico la llame artritis "postraumática".
La artrosis de tobillo puede aparecer después de una lesión, como una fractura, o después de muchas lesiones a lo largo del tiempo, como los esguinces repetidos.
Si tienes los pies planos, las piernas arqueadas o las rodillas torcidas, o si tienes el arco del pie alto, también puedes padecer artrosis de tobillo, porque estas condiciones suponen un esfuerzo adicional para tus articulaciones.
Síntomas
Cuando tienes artrosis de tobillo puedes tener:
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Dolor en la articulación, que puede empeorar con la actividad y podría no mejorar con aspirina o ibuprofeno
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Hinchazón y rigidez
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Dificultad para caminar y doblar el tobillo
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Reducción del movimiento, como problemas para pisar el acelerador de su coche
Los síntomas pueden desarrollarse meses o incluso años después de haberse lesionado. Pueden empeorar con el tiempo, pero la rapidez o la lentitud varían.
El dolor y otros problemas se deben a que el cartílago de la articulación se adelgaza o se desgasta.
El cartílago es el tejido conectivo grueso que se encuentra en el extremo de los huesos. Los protege y les permite moverse con facilidad. Si no tiene suficiente, los huesos rozan entre sí, causando dolor.
Como el cartílago del tobillo es más grueso que el de otras articulaciones del cuerpo, tarda más en desgastarse. Eso puede explicar en parte por qué este tipo de artrosis no se produce con tanta frecuencia como en otras articulaciones.
Diagnóstico
Para diagnosticar su condición, su médico probablemente comenzará haciéndole preguntas como:
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Cuáles son sus síntomas?
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Cuándo empezaron?
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El dolor empeora cuando caminas o corres?
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El dolor es constante o aparece y desaparece?
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Ha tenido alguna lesión en el tobillo como esguinces o una fractura?
El médico te examinará el tobillo para ver si está hinchado y si se mueve bien. También comprobarán si tienes algún dolor durante el movimiento.
Te harán una radiografía del tobillo. Si muestra que el espacio entre los huesos es estrecho, podría indicar que se ha producido una pérdida de cartílago. También puede detectar un espolón óseo, un indicio de que podría tener artritis.
En ocasiones, los médicos utilizan otras técnicas de imagen, como la resonancia magnética (RM), que utiliza potentes imanes y ondas de radio para obtener imágenes del interior de la articulación. También es posible que le pidan un TAC, que utiliza potentes rayos X para obtener imágenes detalladas del tobillo.