La artrosis se desarrolla por etapas y empeora con el tiempo. Descubra cómo afecta a su cuerpo en cada etapa.
La mayoría de las personas sufren esta enfermedad de desgaste en las rodillas, las caderas, las manos y la columna vertebral, pero puede darse en cualquier articulación.
Los médicos utilizan varios métodos para diagnosticar la artrosis de rodilla. Pueden examinarle las piernas, tomarle radiografías y preguntarle por sus síntomas. Así es como el médico sabe en qué fase se encuentra.
Etapas de la artrosis
Etapa 0
El cartílago de la articulación entre sus huesos está sano y no hay signos de la enfermedad. No es necesario el tratamiento.
Estadio 1
Es posible que empiece a perder cartílago, pero el espacio articular probablemente no se está reduciendo en este momento. Pueden empezar a formarse crecimientos en los extremos de los huesos, llamados espolones óseos. Puede dolerle doblar y enderezar la pierna a causa de ellos, pero es posible que no lo sienta durante años.
Fase 2
La rodilla empieza a doler después de un entrenamiento duro o de un día de mucha actividad. El espacio entre los huesos puede reducirse a medida que se reduce el cartílago. Tiene espolones óseos.
Etapa 3
El dolor aparece y desaparece cuando se mueve. Tienes menos espacio articular por la pérdida de cartílago y tus huesos están cambiando mucho. Los extremos de los mismos pueden ser más gruesos, densos y deformados. También tienes más espolones óseos. Además, puede acumularse líquido y causar hinchazón.
Etapa 4
Esta es la parte más extrema de la enfermedad. El movimiento diario duele intensamente. Hay muy poco o ningún cartílago en la articulación. Los espolones óseos son mucho más grandes. Los extremos de tus huesos están más duros y deformados.
Tratamientos en las primeras fases de la artrosis
Las etapas 1 a 3 son las primeras fases de la artrosis. Su médico puede recomendar una combinación de cambios en el estilo de vida, medicamentos y procedimientos durante este período.
Es importante reducir la presión sobre las rodillas y evitar las actividades que empeoran el dolor. Esto significa perder peso si tiene sobrepeso (IMC de 25-29,9) u obesidad (IMC de 30 o más). También ayuda el hecho de hacer ejercicio con regularidad. Si eres muy activo, cambia los ejercicios de alto impacto, como correr, por movimientos de bajo impacto, como Pilates o caminar.
El ejercicio en general le facilitará el movimiento, hará que sus rodillas sean más estables gracias a unos músculos más fuertes y disminuirá el dolor. Los remedios calientes y fríos también pueden ayudar con los síntomas del día a día.
Su médico también puede recomendarle el Kinesio taping y la acupuntura. No se sabe hasta qué punto funcionan estos métodos de medicina alternativa, pero puede merecer la pena probarlos.
A medida que la enfermedad avanza y el dolor empeora, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) que se ingieren o se ponen en la piel proporcionan alivio y funcionan con tratamientos no farmacológicos. Si éstos no ayudan o no son una opción, existen otros medicamentos para aliviar el dolor. Entre ellos se encuentran:
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Acetaminofeno
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Crema de capsaicina elaborada con extracto de chile
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Un antidepresivo llamado duloxetina (Cymbalta)
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Inyecciones de glucocorticoides intraarticulares
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Tramadol
La ablación por radiofrecuencia refrigerada por agua puede funcionar si otros tratamientos no mejoran los síntomas. Esta técnica elimina los nervios que indican al cerebro que hay dolor. Los resultados duran hasta que los nervios vuelven a crecer, entre 6 meses y 2 años. Puede someterse a este proceso tantas veces como necesite para obtener un alivio continuado.
La artrosis puede afectar a la alineación de la rodilla cuando daña un lado más que el otro. Un bastón o una férula ayudan a resolver este problema y proporcionan apoyo si siente que puede caerse cuando pone peso en la rodilla más afectada. Una osteotomía también puede ayudar. Durante esta operación, el médico corta y cambia la forma del fémur o la tibia para solucionar el problema de alineación.
Tratamientos en la última fase de la artrosis
Cuando otras terapias fallan, la artroplastia es la última opción. En esta cirugía, el médico retira las partes dañadas de la rodilla y coloca una pieza de metal o plástico en su lugar. Si eso no funciona, la conexión de los huesos mediante una fusión puede aliviar el dolor. El inconveniente es que, tras esta intervención, las otras articulaciones acaban sufriendo más presión. También es más difícil moverse.