La artrosis es una enfermedad dolorosa que desgasta el cartílago de las articulaciones. Su médico podría sugerirle una rodillera para tratar su artrosis. ¿Cuáles son los pros y los contras, y qué tipos de ortesis existen?
Los medicamentos, el ejercicio y otras terapias pueden ayudar. Otra opción puede ser una rodillera para aliviar la presión sobre tus articulaciones.
Beneficios de las ortesis
La investigación no aclara si las rodilleras pueden suponer una diferencia para las personas con osteoartritis, ni en qué medida. Algunas personas ven una mejora en su dolor y movilidad. Otros no ven ningún cambio.
La artrosis suele afectar más a un lado de la rodilla que al otro. Las ortesis pueden aliviar la presión en la parte de la rodilla más afectada por el desgaste y ayudarle a ponerse de pie y moverse con más facilidad. También puede ayudar:
Alinear la rodilla. Una ortesis que mantiene la rodilla recta desplaza el peso de la parte interior de la rodilla (que está más cerca de la otra) y ofrece apoyo.
Aliviar el dolor. Si tienes artrosis debajo de la rótula, una ortesis con un recorte puede ayudar a mantener el hueso en su sitio y aliviar el dolor. También puede hacer que el ejercicio sea más soportable para poder fortalecer los músculos que rodean las rodillas.
Permitir que los ligamentos se curen. Algunas ortesis mantendrán la rodilla bloqueada en su sitio o permitirán que se doble y se recupere tras una lesión o cirugía.
Riesgos de las ortesis
Probar una rodillera suele ser seguro. Puede resultar incómoda, caliente y pesada al principio. Los posibles problemas incluyen:
Hinchazón e irritación. Si la rodillera no se ajusta bien, puede irritar la piel y hacer que la rodilla se hinche.
Rigidez. El uso de una rodillera puede impedir que pongas peso en la rodilla, lo que puede provocar rigidez en la articulación.
Ajuste de la rodillera
Es posible que su médico le envíe a un ortesista, un profesional de la salud que fabrica y ajusta aparatos ortopédicos y férulas para personas con problemas de huesos, articulaciones, músculos y ligamentos. Tu médico o el ortopeda te indicarán cuándo debes llevar la rodillera y te enseñarán a ponértela y quitártela. Puede llevarla siempre o sólo cuando esté activo.
Durante la visita, el ortopeda te examinará la rodilla, tomará medidas y te pedirá que camines unos pasos para ver cómo funciona tu rodilla. También podría hablar de:
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Tipos de ortesis de rodilla
Si tu ortesista tiene una rodillera ya hecha de tu talla, puedes llevártela a casa enseguida. Si no es así, tendrán que fabricar una rodillera a medida para ti, lo que puede llevar unas semanas.
Existen diferentes tipos de rodilleras en función de la intensidad del dolor de rodilla y de la localización de la artritis (debajo de la rótula, en el exterior o en el interior de la pierna):
Rodillera de manguito. Este tipo de rodillera es el más común para el dolor o la rigidez leves de la rodilla. Ofrece un apoyo adicional y comprime la pierna, lo que puede aliviar la hinchazón y calentar la articulación de la rodilla.
Rodillera. Mientras que la rodillera ofrece una sujeción general, la banda de silicona de la rodillera se tensa en lugares específicos al doblar y enderezar la rodilla.
Rodillera de descarga. Esta ortesis tiene bandas metálicas que envuelven el muslo y la pantorrilla y se conectan a una barra con bisagras. Crea un marco ajustable que te ayuda a desplazar la presión sobre la rodilla.
Las rodilleras pueden costar entre 10 y 1.000 dólares. Puedes comprar una rodillera en una farmacia, en una tienda de suministros médicos o en Internet. Las ortesis a medida son las más caras. Si tienes un seguro médico, comprueba si tu póliza las cubre.