Acaba de someterse a una operación de prótesis de rodilla. El médico le explicará lo que puede hacer ahora para asegurarse de que la operación sea todo un éxito.
En el hospital
El proceso de rehabilitación comienza al día siguiente de la operación. Se pondrá en pie, probablemente con la ayuda de un bastón, muletas, barras paralelas o un andador. Se reunirá con un fisioterapeuta que le guiará a través de una serie de ejercicios para mejorar el movimiento y aumentar el flujo sanguíneo a las piernas y los pies. Esto es importante porque evita la coagulación de la sangre.
El fisioterapeuta también le enseñará a entrar y salir de la cama y a utilizar las muletas o el andador. Una enfermera o terapeuta ocupacional le enseñará la mejor manera de vestirse, bañarse y usar el baño.
Su rodilla se fortalecerá a medida que siga moviéndose. El terapeuta puede pedirle que suba y baje por el pasillo del hospital o que salga al exterior. Puede ayudarle a subir escaleras. Cuando esté listo para volver a casa, deberá ser capaz de doblar la rodilla en un ángulo de 90 grados, bañarse y vestirse por sí mismo, y utilizar sólo un poco de ayuda para caminar.
El médico y el fisioterapeuta le propondrán una serie de ejercicios que deberá realizar cuando esté a punto de recibir el alta. Estos son algunos de los objetivos de ejercicio que probablemente le marcarán:
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Caminar durante periodos cortos -primero dentro de su casa y luego fuera- para aumentar la movilidad.
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Suba lentamente las escaleras, haga las tareas y trabaje en otras actividades cotidianas.
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Continúe haciendo los ejercicios de fortalecimiento de la rodilla que aprendió del fisioterapeuta de los hospitales.
En rehabilitación
Una vez que salga del hospital, es posible que se traslade a un centro de rehabilitación. En la rehabilitación, un equipo de enfermeras, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, entre otros, confeccionará un programa basado en tu estado y salud. Además de fortalecerte, el personal te ayudará a controlar el dolor que puedas tener. También le enseñarán a cuidarse cuando vuelva a casa.
En casa
Algunos pacientes deciden rehabilitarse en casa. Para muchos, puede no ser una mala idea. Los estudios demuestran que los pacientes que reciben fisioterapia en casa obtienen tan buenos resultados como los que acuden a un centro hospitalario.
Los ejercicios que realice y el tiempo que los haga dependerán de su edad y de su estado de salud general. El tiempo que pase rehabilitando su rodilla, como paciente interno o externo, variará. Es de esperar que trabaje con un fisioterapeuta durante al menos unas semanas después de la operación. La mayoría de los pacientes pueden cuidar de sí mismos en un plazo de 3 a 6 semanas.
Ejercicios que debes hacer
Qué puedes esperar del ejercicio? Para empezar, caminar es importante. Los médicos recomiendan caminar entre 20 y 30 minutos dos o tres veces al día. El objetivo no es sólo fortalecer la rodilla, sino frenar el desarrollo de tejido cicatricial que puede reducir su rango de movimiento. Otros ejercicios son:
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Elevación de piernas: Consisten en enderezar la rodilla en una cama y tensar los músculos del muslo. A continuación, levantas las piernas de la cama varios centímetros y las mantienes en esa posición de 5 a 10 segundos y luego las bajas lentamente.
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Bombas para los tobillos: Túmbate en la cama con los tobillos colgando del extremo. A continuación, mueve el pie hacia delante y hacia atrás. Esto fortalecerá los músculos de la pantorrilla y mejorará la circulación de las piernas.
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Cuádriceps de arco corto: Los cuádriceps son un grupo de músculos que controlan la articulación de la rodilla. Puedes ejercitarlos tumbándote boca arriba con las piernas extendidas. Coloca una almohada debajo de la pierna operada. Levanta el talón de la pierna operada de la cama. Mantenga la posición durante cinco segundos. Intenta hacer una serie de 10 repeticiones tres veces al día.
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Elevaciones de piernas rectas: Simplemente túmbate boca arriba y levanta una pierna cada vez, manteniéndola en el aire durante 5 segundos. Haz una serie de 10 repeticiones tres veces al día.
Hay muchos otros ejercicios que aumentarán la fuerza de tu pierna. Tu fisioterapeuta puede ayudarte con ellos. Al final, el dolor que antes experimentaba se reducirá en gran medida. Podrá hacer la mayoría de las cosas que hacía antes de que su rodilla se dañara.