El médico examina la artrosis de hombro, incluyendo sus causas, síntomas, tratamientos y más.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis -también conocida como enfermedad articular degenerativa- se produce cuando el cartílago que recubre la parte superior de los huesos, conocido como cartílago articular, se degenera o desgasta. Esto provoca inflamación, dolor y, a veces, el desarrollo de osteofitos -espolones óseos- cuando los extremos de los dos huesos se rozan.
Qué es la artrosis de hombro?
El hombro está formado por dos articulaciones, la acromioclavicular (AC) y la glenohumeral. La articulación acromioclavicular es el punto donde la clavícula se une al acromion, que es la punta del omóplato. La articulación glenohumeral es el punto en el que la parte superior del hueso del brazo, o húmero, se une al omóplato, o escápula. La artrosis es más frecuente en la articulación AC.
Quién padece artrosis de hombro?
La osteoartritis se produce con mayor frecuencia en personas mayores de 50 años. En personas más jóvenes, la artrosis puede ser consecuencia de una lesión o traumatismo, como una fractura o dislocación de hombro. Esto se conoce como artritis postraumática. La artrosis también puede ser hereditaria.
Cuáles son los síntomas de la artrosis de hombro?
Como en la mayoría de los tipos de artrosis, el dolor es un síntoma clave. Es probable que una persona con artritis de hombro tenga dolor al mover el hombro y después de moverlo. La persona puede incluso tener dolor mientras duerme.
Otro síntoma puede ser la limitación del rango de movimiento. Esta limitación puede verse cuando se intenta mover el brazo. También puede ser evidente si alguien mueve el brazo para evaluar el rango de movimiento. Mover el hombro también puede producir un chasquido o un crujido.
Cómo se diagnostica la artrosis de hombro?
Para diagnosticar la artrosis de hombro, el médico realizará una historia clínica y un examen físico para evaluar el dolor, la sensibilidad y la pérdida de movimiento y para buscar otros signos en los tejidos circundantes. En este punto, el médico puede saber si el músculo cercano a la articulación tiene signos de atrofia, o debilidad, por falta de uso.
Las pruebas que podrían solicitarse para diagnosticar la artrosis de hombro son:
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Radiografías
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Análisis de sangre, principalmente para buscar artritis reumatoide, pero también para excluir otras enfermedades
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Extracción de líquido sinovial, el líquido lubricante del revestimiento (sinovia) de la articulación, para su análisis
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Exploración por resonancia magnética
Cómo se trata la artrosis de hombro?
Los primeros tratamientos para la artrosis, incluida la artrosis de hombro, no implican cirugía. Estos tratamientos incluyen:
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Descansar la articulación del hombro
. Esto podría significar que la persona con artritis tenga que cambiar la forma de mover... el brazo mientras realiza las actividades de la vida diaria. Por ejemplo, la persona podría llevar ropa con cremallera en la parte delantera en lugar de ropa que va por encima de la cabeza. O la persona podría apuntalar los secadores de pelo en lugar de sostenerlos durante largos periodos de tiempo.
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Tomar antiinflamatorios no esteroideos de venta libre,
como el ibuprofeno o la aspirina. Estos medicamentos, también llamados AINE, reducirán la inflamación y el dolor. Consulte a su médico para asegurarse de que puede tomar estos fármacos de forma segura.
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Realización de fisioterapia?
según lo asignado por el médico.
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Realización de ejercicios de amplitud de movimiento.
Estos ejercicios se utilizan como un intento de aumentar la flexibilidad.
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Aplicar calor húmedo.
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Aplicar hielo en el hombro.
El hielo se aplica durante 20 minutos dos o tres veces al día para disminuir la inflamación y el dolor.
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Uso de otros medicamentos
prescritos por el médico. Estos podrían incluir inyecciones de corticosteroides, por ejemplo.
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Tomar los suplementos dietéticos de glucosamina y condroitina
. Muchas personas afirman sentir alivio con estos suplementos. Las pruebas son contradictorias en cuanto a si realmente ayudan. Debe discutir su uso con su médico porque los suplementos pueden interactuar con otros medicamentos.
Si los tratamientos no quirúrgicos no funcionan eficazmente, hay cirugías disponibles. Como ocurre con cualquier cirugía, existen ciertos riesgos y posibles complicaciones, como infecciones o problemas con la anestesia. Los tratamientos quirúrgicos incluyen:
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Sustitución de la articulación del hombro (artroplastia total de hombro).
La sustitución de todo el hombro por una articulación artificial suele realizarse para tratar la artritis de la articulación glenohumeral.
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Sustitución de la cabeza del húmero, o hueso de la parte superior del brazo (hemiartroplastia).
También esta opción se utiliza para tratar la artritis de la articulación glenohumeral.
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Extracción de un pequeño trozo del extremo de la clavícula (artroplastia de resección).
Esta opción es la cirugía más habitual para tratar la artritis de la articulación AC y los problemas asociados del manguito rotador. Tras la extirpación del extremo del hueso, el espacio se llena de tejido cicatricial.