¿Cuáles son los pros y los contras de operarme de la artrosis?
Esta afección se da sobre todo en personas mayores porque se desarrolla con el desgaste de muchos años. También es más probable tener OA si se es obeso, se tienen familiares que la padecen o se ha tenido una lesión articular previa.
Una vez diagnosticada la osteoartritis, es posible que el médico le diga que pruebe a hacer cambios en su estilo de vida, como el ejercicio, la pérdida de peso, la fisioterapia, los analgésicos o los remedios naturales. Pero, si éstos no funcionan, pueden sugerir la cirugía.
Tipos de cirugía
Hay varios tipos diferentes de cirugías que podría tener dependiendo de dónde está su lesión y cuánto dolor está experimentando. A continuación te presentamos algunos de los procedimientos, junto con los pros y los contras de cada uno:
Artroscopia: El cirujano introduce un tubo flexible del tamaño de un bolígrafo, llamado artroscopio, en el interior de la articulación. El artroscopio lleva una cámara de vídeo de fibra óptica para poder ver el interior de la articulación. Haciendo unas pequeñas incisiones, el médico puede alisar las asperezas. También puede eliminar quistes, cartílagos dañados o fragmentos de hueso del interior.
Se trata de una cirugía rápida y con menos tiempo de recuperación que las demás. Sin embargo, los estudios demuestran que la cirugía artroscópica de rodilla tiene usos limitados. El procedimiento parece ser eficaz sólo para lesiones muy específicas; por ejemplo, es útil si se tiene una rodilla que se bloquea cuando se intenta practicar un deporte, pero tiene menos éxito para el tratamiento de la OA.
Sustitución total de la articulación (artroplastia): El cirujano extrae las partes enfermas de los huesos y las sustituye por una articulación artificial con piezas de metal o plástico. La sustitución total de la articulación suele reducir drásticamente el dolor y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, las articulaciones artificiales se desgastan con el tiempo y es posible que tenga que someterse a otra sustitución en unos 20 años.
Osteotomía: El cirujano corta hueso cerca de una articulación dañada o añade una cuña de hueso para realinear la pierna o el brazo y eliminar la presión. Es una cirugía difícil y no parece ser tan eficaz para aliviar el dolor como la cirugía de sustitución de la articulación.
Fusión articular: El cirujano utiliza clavos, placas, tornillos o varillas para unir dos o más huesos y formar una articulación continua. Con el tiempo, las articulaciones se fusionarán. Esta cirugía suele durar toda la vida y debería reducir el dolor. Sin embargo, elimina la movilidad y la flexibilidad y puede ejercer presión sobre otras articulaciones. Esto puede hacer que la osteoartritis se extienda a otras partes del cuerpo.
Independientemente de la cirugía a la que se someta, ésta no sustituye a una dieta sana, un peso saludable y el ejercicio. Tendrá que seguir cuidándose después de la cirugía y comprometerse con la rehabilitación.
Preguntas para hacerse a sí mismo
Antes de decidir si se opera de OA, hágase las siguientes preguntas:
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Puedes vivir con el dolor que experimentas?
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Sus medicamentos para el dolor tienen efectos secundarios que le resultan difíciles de sobrellevar?
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Ha empeorado su dolor en el último año?
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Ha probado todos los demás tratamientos?
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Está lo suficientemente sano para la cirugía?
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Está comprometido con el proceso de post-recuperación de terapia física y ejercicio?
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Lo pagará su seguro?