El médico explica los fundamentos de la artrosis o enfermedad articular degenerativa.
¿Quién padece osteoartritis?
La artrosis afecta a casi 27 millones de estadounidenses. La probabilidad de desarrollar la enfermedad aumenta con la edad. La mayoría de las personas mayores de 60 años tienen osteoartritis en algún grado, pero su gravedad varía. Incluso las personas de 20 y 30 años pueden padecer artrosis. En las personas mayores de 50 años, hay más mujeres que hombres que padecen artrosis.
Cuáles son los síntomas de la artrosis?
-
Dolor en las articulaciones y dolor, especialmente con el movimiento
-
Dolor y/o rigidez después de un uso excesivo o después de largos períodos de inactividad
-
Agrandamientos óseos en las articulaciones medias y finales de los dedos (que pueden o no ser dolorosos)
La osteoartritis no se asocia con fiebre, pérdida de peso o anemia (recuento bajo de glóbulos rojos). Si estos síntomas están presentes en alguien con osteoartritis, son causados por una condición no relacionada con la osteoartritis.
¿Qué causa la artrosis?
Hay varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar artrosis, como la herencia, la obesidad, las lesiones o el uso excesivo de ciertas articulaciones.
Las personas que nacen con anomalías articulares son más propensas a desarrollar artrosis.
Algunas personas tienen un defecto hereditario en uno de los genes responsables de la producción de colágeno, uno de los principales componentes del cartílago. Esto provoca un cartílago defectuoso, lo que conlleva un deterioro más rápido de las articulaciones.
Por último, las personas que nacen con una anomalía en la columna vertebral (como la escoliosis o la curvatura de la columna) son más propensas a desarrollar osteoartritis de la columna.
La obesidad aumenta el riesgo de osteoartritis. Mantener el peso ideal o perder el exceso de peso puede ayudar a prevenir la osteoartritis, o a disminuir la tasa de progresión una vez establecida la osteoartritis.
Las lesiones contribuyen al desarrollo de la artrosis. Por ejemplo, los deportistas que tienen lesiones relacionadas con la rodilla pueden tener un mayor riesgo de desarrollar artrosis de rodilla. Además, las personas que han tenido una lesión grave en la espalda pueden estar predispuestas a desarrollar osteoartritis de la columna vertebral. Las personas que han tenido una fractura de hueso que se extiende al margen de la articulación son propensas a desarrollar artrosis en esa articulación.
El uso excesivo de ciertas articulaciones aumenta el riesgo de desarrollar artrosis. Por ejemplo, los trabajos que requieren doblar repetidamente la rodilla aumentan el riesgo de padecer artrosis de rodilla.
Cómo se diagnostica la artrosis?
El diagnóstico de la artrosis se basa en una combinación de los siguientes factores:
-
Su descripción de los síntomas
-
La localización y el patrón del dolor
-
Ciertos hallazgos durante un examen físico
El médico puede utilizar las radiografías para ayudar a confirmar el diagnóstico y descartar otros tipos de artritis. Las radiografías muestran el grado de daño articular que se ha producido.
Si se ha acumulado líquido en las articulaciones, el médico puede extraer algo de líquido de la articulación (lo que se denomina aspiración articular) y examinarlo al microscopio para descartar otras enfermedades.
Aunque no existe un análisis de sangre para diagnosticar la artrosis, algunos análisis de sangre pueden ser útiles para descartar otros tipos de artritis.
Cómo se trata la artrosis?
La osteoartritis suele tratarse reduciendo la tensión en las articulaciones, por ejemplo, controlando el peso y evitando la actividad dolorosa, fisioterapia y ejercicio, aplicación de calor o frío en la articulación dolorida, medicamentos y uso de dispositivos de apoyo como bastones. La cirugía puede ser útil en casos graves para aliviar el dolor cuando otras opciones de tratamiento no han sido eficaces.
Los objetivos del tratamiento son lograr lo siguiente:
-
Disminuir el dolor y la rigidez de las articulaciones
-
Mejorar la movilidad y la estabilidad de las articulaciones
-
Aumentar su capacidad para realizar actividades cotidianas
El tipo de tratamiento prescrito dependerá de varios factores, como la edad de la persona, sus actividades, su ocupación, su estado de salud general, su historial médico y la gravedad de la afección.
Qué medicamentos se utilizan para tratar la artrosis?
Entre los medicamentos que alivian el dolor se encuentran el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como la aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno. Algunos medicamentos en forma de cremas, frotaciones o aerosoles pueden aplicarse sobre la piel de las zonas afectadas para aliviar el dolor. Pueden recetarse medicamentos para reducir el dolor causado por la artrosis. Algunos medicamentos pueden inyectarse en la articulación afectada para aliviar los síntomas.
Lamentablemente, los medicamentos no revierten ni ralentizan la progresión del daño articular causado por la artrosis.
La glucosamina y la condroitina son dos suplementos que se utilizan habitualmente para la artrosis. Las investigaciones no han demostrado de forma concluyente que estos suplementos sean eficaces para reducir el dolor o mejorar la función en pacientes con artrosis.
Cuando tome cualquier medicamento o suplemento, es importante que se lo comunique a su médico para que pueda evaluar la seguridad, las interacciones entre medicamentos y cualquier efecto secundario.
Cómo influyen el peso y el ejercicio en la artrosis?
Perder peso si tiene sobrepeso u obesidad ayuda a prevenir la artrosis de rodillas, reduce la tensión en las articulaciones que soportan peso y ayuda a reducir el dolor en las articulaciones afectadas.
El ejercicio es importante para mejorar el movimiento de las articulaciones y fortalecer los músculos que las rodean. Se recomiendan los ejercicios suaves y de bajo impacto, como la natación o los paseos por superficies planas, ya que suponen un menor esfuerzo para las articulaciones. Las actividades de alto impacto, como el footing o los ejercicios aeróbicos de alto impacto, pueden aumentar el dolor articular. También se recomienda el entrenamiento de fuerza, sobre todo para los músculos que rodean y sostienen las articulaciones afectadas.
Tratamientos de calor o frío para la artrosis
Si tiene osteoartritis, pueden recomendarse tratamientos de calor o frío para aliviar temporalmente el dolor y la rigidez. Estos tratamientos pueden administrarse en forma de ducha o baño caliente, o aplicando almohadillas térmicas o compresas frías.
Dispositivos de apoyo para la artrosis
Los dispositivos de apoyo o asistencia pueden ser útiles para disminuir la presión sobre las articulaciones en la artrosis. Los soportes para la rodilla o las ortesis pueden ser útiles para algunas personas para estabilizar los ligamentos y los tendones y disminuir el dolor. Los bastones pueden ser útiles para aliviar la presión sobre ciertas articulaciones.
Cuándo es necesaria la cirugía para la artrosis?
Cuando la artrosis es grave y el dolor no se controla con medicamentos u otros tratamientos mencionados, o cuando el dolor le impide participar en sus actividades normales, puede considerar la posibilidad de operarse.
Hay varios procedimientos quirúrgicos que podrían utilizarse. Incluyen:
-
Artroscopia para eliminar o reparar el tejido suelto o dañado en la articulación.
-
Cirugía de sustitución articular para reemplazar la articulación dañada por una artificial. Incluso en las mejores circunstancias, la cirugía no puede devolver la articulación a su estado original. Sin embargo, es muy probable que una articulación artificial disminuya el dolor. Las dos articulaciones que se sustituyen con más frecuencia son la de la cadera y la de la rodilla.
-
La fusión articular (artrodesis) fusiona los dos huesos de cada lado de la articulación. La articulación dejará de ser flexible.
-
La osteotomía realinea los huesos del brazo o la pierna para aliviar la presión sobre la articulación.
Habla con tu médico para determinar si alguna de estas opciones de tratamiento es adecuada para ti.