La osteoartritis de la mano provoca dolor y rigidez en las articulaciones. Obtenga más información sobre las causas, los factores de riesgo, los síntomas, el diagnóstico, el tratamiento, los remedios caseros y la prevención de la artrosis de mano.
La artrosis de la mano es una inflamación que provoca dolor y rigidez en las articulaciones. Suele producirse en tres lugares:
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La base del pulgar, donde se une a la muñeca
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Una de las articulaciones más cercanas a la punta de los dedos
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La articulación media de un dedo
No hay cura, pero hay muchas formas de proteger las articulaciones y sentirse mejor.
Sin tratamiento, la artrosis empeora con el tiempo. Es importante obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento lo antes posible.
Causas y factores de riesgo de la artrosis de mano
Antes se pensaba que la osteoartritis (OA) se producía por el desgaste de las articulaciones. Ahora los médicos saben que hay algo más.
En los extremos de los huesos hay una capa de material liso llamada cartílago. Ayuda a amortiguar las articulaciones y permite que se deslicen con facilidad. Pero con el tiempo, el cartílago se desgasta. Los huesos se rozan entre sí, provocando los síntomas de la OA. El desgaste también puede hacer que otros tejidos de la articulación produzcan células inflamatorias, que la dañan más.
Ciertas cosas pueden aumentar la probabilidad de padecer OA en las manos:
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La edad. Cuanto mayor seas, mayores serán tus probabilidades.
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Sexo. En comparación con los hombres, las mujeres tienen el doble de probabilidades de contraerlo.
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Origen étnico. Las tasas son más bajas en los afroamericanos.
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Peso. Las personas más delgadas tienen menos probabilidades de contraerla que las que tienen obesidad.
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Lesiones. Esto incluye huesos rotos y dislocados.
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Cambios en tus genes. Tus padres podrían haber transmitido una mayor probabilidad de padecer OA.
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Problemas articulares. Esto incluye infecciones, ligamentos sueltos, uso excesivo y articulaciones que no están alineadas como deberían.
¿Qué causa los brotes?
Puede notar que sus síntomas son peores por la mañana. Otros desencadenantes pueden ser:
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Estrés
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Tiempo de frío
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Cambios en la presión barométrica
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Hacer el mismo movimiento una y otra vez
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Excederse en la realización de una actividad
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Infección
Síntomas de la artrosis de la mano
Los síntomas más comunes son el dolor y la rigidez. Con el tiempo, pueden empeorar. El dolor podría volverse constante y más agudo, y la rigidez podría impedirle doblar completamente las articulaciones de los dedos.
La artrosis de la mano puede causar otros problemas, como:
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Bultos y protuberancias. Son comunes dos tipos de protuberancias óseas cerca de las articulaciones de los dedos. Los nódulos de Bouchard se forman en la articulación media de un dedo, y los nódulos de Heberden se producen en la articulación cercana a la punta del dedo. También es más probable que aparezcan quistes, que son bultos llenos de líquido, cerca de las articulaciones de los dedos.
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Chasquidos y crujidos (crepitación). Es el sonido de las superficies de tus articulaciones rozando entre sí a medida que el cartílago se rompe.
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Hinchazón y enrojecimiento. Este es un signo de inflamación alrededor de una articulación.
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Debilidad. El dolor y el daño articular pueden dificultar cosas como girar pomos de puertas o levantar ollas pesadas.
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Otros cambios físicos. Con el tiempo, la inflamación y la descomposición del cartílago y el hueso pueden cambiar la forma de tus articulaciones y hacerlas más grandes.
Diagnóstico de la artrosis de la mano
Su médico le examinará las manos y le preguntará sobre sus síntomas y sus antecedentes familiares. Probablemente también te harán radiografías. También intentarán descartar otras causas de dolor articular, como la artritis reumatoide.
Tratamiento de la artrosis de la mano
Su médico podría recomendarle uno o varios de estos tratamientos para aliviar el dolor y facilitar el uso de la mano:
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Pastillas analgésicas. El paracetamol y los AINE como el ibuprofeno pueden aliviar el dolor.
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Dispositivos de inmovilización. Una férula, un corsé o una manga pueden mantener la mano en una posición estable para disminuir el dolor.
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Terapia de manos. Un experto llamado terapeuta de manos puede mostrarte ejercicios y formas de hacer las tareas cotidianas. Por ejemplo, en lugar de llevar las bolsas de la compra con los dedos, podría llevarlas sobre el antebrazo.
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Inyecciones de cortisona. Una inyección en la articulación puede ayudar durante semanas o meses. Tu médico te las ofrecerá sólo un número determinado de veces porque pueden tener efectos secundarios como la infección y el debilitamiento de los ligamentos.
Cirugía
Si otros tratamientos no han funcionado o los síntomas dificultan el uso de la mano, usted y su médico pueden considerar la cirugía. Una opción es la fusión articular, en la que el cirujano fusiona tus huesos. Tendrá menos dolor, pero no podrá mover la articulación como antes. O puede que te operen para extirpar y sustituir la articulación.
Remedios caseros para la osteoartritis de la mano
Estos tratamientos caseros pueden ayudar:
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Ejercicios. Su médico o fisioterapeuta puede mostrarle qué hacer para mejorar la fuerza y la amplitud de movimiento y aliviar el dolor.
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Dispositivos de ayuda. Los bolígrafos especiales, los utensilios de cocina y otras herramientas con empuñaduras grandes pueden ser más fáciles de usar.
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Hielo o calor. El hielo puede reducir la hinchazón y el dolor. El calor, como un paño caliente o un baño de parafina, puede aflojar las articulaciones rígidas.
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Tratamientos para la piel. Las cremas medicinales pueden dar alivio al frotarlas sobre las articulaciones doloridas. Los geles con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) también ayudan.
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Suplementos. Muchas personas toman suplementos de glucosamina y condroitina para la OA. Los investigadores todavía están estudiando si ayudan. Pregunte a su médico si puede probarlos.
Prevención de la artrosis de la mano
No hay una sola forma de prevenir la artrosis. Algunos cambios en el estilo de vida podrían reducir sus probabilidades:
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Intenta no realizar actividades que impliquen los mismos movimientos una y otra vez. Y si puedes, sáltate las que puedan hacer trabajar demasiado a tus articulaciones.
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Mantén un peso saludable.
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Haz ejercicio para fortalecer tus articulaciones y músculos.