Rechinar los dientes, erosión del esmalte y lesiones dentales: Lo que rechina los dientes

Con un buen cuidado, los dientes pueden durar toda la vida. Pero masticar, cepillar y rechinar los dientes puede desgastarlos. A continuación te explicamos cómo proteger tus dientes.

Tus dientes están hechos de un material resistente. Su capa exterior, el esmalte, es la sustancia más fuerte de tu cuerpo.

Pero los hábitos, las condiciones de salud y las lesiones pueden provocar su desgaste.

Aprende qué puede dañar tu sonrisa y qué puedes hacer para protegerla.

Rechinar y apretar los dientes

Tus dientes están hechos para morder y masticar. Aun así, hacerlo en exceso puede causar daños.

A largo plazo, la fricción puede desgastar el esmalte y fracturar los empastes, dice Kimberly Harms, DDS, portavoz de la Asociación Dental Americana.

Tu dentista puede llamarlo bruxismo, y afecta a millones de adultos. Puede ocurrir durante el día o mientras se duerme.

Algunas cosas pueden causarlo:

El estrés y la ansiedad: Pueden desencadenarlo o empeorarlo.

La alineación de los dientes: La forma en que se alinean puede provocar el rechinamiento.

Los medicamentos: Algunos antidepresivos pueden provocarlo.

Apnea del sueño: Si se trata la apnea, el rechinamiento puede desaparecer.

La concienciación es la primera línea de defensa contra el rechinar y apretar los dientes.

Sé por experiencia propia que puedes rechinar los dientes sin darte cuenta, dice Harms.

Si te das cuenta de que lo haces, frota la lengua detrás de los dientes delanteros o coloca la punta entre los dientes.

Informa a tu médico y a tu dentista si tienes:

  • Dolores de cabeza

  • Dolor facial o de mandíbula

  • Tensión

  • Dolor

Si la causa es el estrés, realiza algunas actividades relajantes, como:

  • Hacer ejercicio.

  • Pasar tiempo con los amigos.

  • Respira lenta y profundamente.

Si rechinas los dientes por la noche, tu dentista puede recomendarte un protector bucal. Su médico también puede recetarle un relajante muscular. Es posible que quiera hacer un seguimiento de tu sueño para asegurarse de que no tienes un trastorno del sueño.

Dientes astillados o rotos

Esos problemas pueden provenir de una fuerza o presión intensa, dice Eugene Antenucci, DDS, profesor clínico asistente de la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York.

Puede ocurrir al morder un alimento u objeto duro, como un trozo de pan crujiente, hielo o bolígrafos.

Los impactos de los deportes o los accidentes también pueden dañar los dientes. Las lesiones deportivas suponen hasta el 39% de las lesiones dentales en los niños.

Cómo proteger tu sonrisa

No muerdas los alimentos duros, como el hielo y los caramelos duros. En lugar de intentar abrir ese paquete o botella con la boca, coge un abridor o unas tijeras.

Una caries o un empaste pueden debilitar tu diente y hacer que sea más probable que se astille o se rompa. Por eso es importante que acudas a tu dentista para que te revise dos veces al año.

Si practicas un deporte de contacto, pide a tu dentista que te ponga un protector bucal. Los deportistas que no los llevan tienen casi el doble de probabilidades de sufrir una lesión bucal o dental.

El ácido y la erosión del esmalte dental

Quizá recuerdes de la clase de química del instituto que los ácidos pueden corroer las superficies. Esto es cierto para el esmalte de los dientes. Estas son algunas de las formas en las que expones tu boca al ácido:

Alimentos y bebidas ácidas: Los cítricos pueden desgastar el esmalte. Los refrescos, la limonada y las bebidas deportivas y energéticas son las bebidas más dañinas.

Azúcar: Las bacterias de los dientes se alimentan del azúcar. Producen ácidos perjudiciales y provocan caries.

El reflujo ácido: Lleva los ácidos del estómago hacia el esófago y la boca.

Vómitos frecuentes: Las enfermedades que lo provocan, como el alcoholismo y la bulimia, exponen los dientes a los ácidos del estómago con demasiada frecuencia.

Lo que puedes hacer

Reduce el consumo de bebidas y aperitivos azucarados y ácidos durante el día. Cuando los tomas con regularidad, expones tus dientes al ácido durante un periodo de tiempo más largo, lo que desgasta el esmalte, dice Sara Hahn, DMD, profesora asistente de la Facultad de Odontología de la Universidad de California en San Francisco.

Y cada vez que comas algo ácido o azucarado, enjuágate la boca con un poco de agua, dice Hahn. También puedes masticar un chicle sin azúcar, que aumenta el flujo de saliva.

La saliva contiene minerales como el calcio y el fosfato que fortalecen el esmalte dental.

Si tienes reflujo ácido o reflujo gastroesofágico, alcoholismo o bulimia, acude a tu médico para que te dé tratamiento o medicación.

No olvides cepillarte los dientes durante 2 minutos, dos veces al día, con un dentífrico con flúor. Un enjuague bucal con flúor también te ayudará.

Hot