Lo que dicen tus dientes y encías sobre tu salud

médico le muestra cómo la diabetes, las enfermedades del corazón, la osteoporosis y más problemas de salud están relacionados con la enfermedad de las encías y la salud oral.

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Algunos estudios muestran que las personas con enfermedades de las encías tienen más probabilidades de padecer enfermedades del corazón que las que tienen encías sanas. Los investigadores no están seguros de por qué ocurre esto; no está demostrado que las enfermedades de las encías causen otras enfermedades. Pero tiene sentido cuidarse la boca como se hace con el resto del cuerpo.

La enfermedad de las encías y la diabetes

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La diabetes puede reducir la resistencia del organismo a las infecciones. Los niveles elevados de azúcar en sangre aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades de las encías. Además, la enfermedad de las encías puede dificultar el control de los niveles de azúcar en sangre. Proteja sus encías manteniendo los niveles de azúcar en sangre lo más cerca posible de lo normal. Cepíllate después de cada comida y utiliza el hilo dental y un enjuague bucal antiséptico a diario. Visite a su dentista al menos dos veces al año. A veces el dentista puede querer verle con más frecuencia.

La sequedad de la boca y la lengua provocan caries

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Los 4 millones de estadounidenses que padecen el síndrome de Sjögren son más propensos a tener también problemas de salud bucodental. En el caso del síndrome de Sjögren, el sistema inmunitario ataca por error los conductos lagrimales y las glándulas salivales, lo que provoca sequedad crónica en los ojos y en la boca (llamada xerostomía). La saliva ayuda a proteger los dientes y las encías de las bacterias que causan caries y gingivitis. Así que una boca perpetuamente seca es más susceptible de sufrir caries y enfermedades de las encías.

Medicamentos que causan sequedad en la boca

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Dado que una sequedad bucal crónica aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías, es posible que quieras revisar tu botiquín. Los antihistamínicos, los descongestionantes, los analgésicos y los antidepresivos son algunos de los fármacos que pueden provocar sequedad bucal. Habla con tu médico o dentista para saber si tu régimen de medicación está afectando a tu salud bucal, y qué puedes hacer al respecto.

El estrés y el rechinar de dientes

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Si estás estresado, ansioso o deprimido, puedes tener un mayor riesgo de sufrir problemas de salud bucodental. Las personas estresadas producen altos niveles de la hormona cortisol, que causa estragos en las encías y el cuerpo. El estrés también conduce a un mal cuidado bucal; más del 50% de las personas no se cepillan ni utilizan el hilo dental con regularidad cuando están estresadas. Otros hábitos relacionados con el estrés son fumar, beber alcohol y apretar y rechinar los dientes (llamado bruxismo).

Osteoporosis y pérdida de dientes

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La enfermedad de los huesos frágiles, la osteoporosis, afecta a todos los huesos del cuerpo, incluido el de la mandíbula, y puede provocar la pérdida de dientes. Las bacterias de la periodontitis, que es una enfermedad grave de las encías, también pueden romper el hueso de la mandíbula. Un tipo de medicación para la osteoporosis, los bifosfonatos, puede aumentar ligeramente el riesgo de una rara afección llamada osteonecrosis, que provoca la muerte del hueso de la mandíbula. Por lo general, esto sólo es motivo de preocupación después de una intervención quirúrgica dental. Informe a su dentista si toma bifosfonatos.

Encías pálidas y anemia

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Tu boca puede estar dolorida y pálida si tienes anemia, y tu lengua puede hincharse y volverse lisa (glositis). Cuando tienes anemia, tu cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos, o tus glóbulos rojos no contienen suficiente hemoglobina. Como resultado, su cuerpo no recibe suficiente oxígeno. Hay diferentes tipos de anemia y el tratamiento varía. Habla con tu médico para saber qué tipo tienes y cómo tratarla.

Los trastornos alimentarios erosionan el esmalte de los dientes

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Un dentista puede ser el primero en notar los signos de un trastorno alimentario como la bulimia. El ácido estomacal de los vómitos repetidos puede erosionar gravemente el esmalte dental. Las purgas también pueden desencadenar hinchazón en la boca, la garganta y las glándulas salivales, así como mal aliento. La anorexia, la bulimia y otros trastornos alimentarios también pueden provocar graves carencias nutricionales que pueden afectar a la salud de los dientes.

La candidiasis dental y el VIH

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Las personas con VIH o SIDA pueden desarrollar aftas orales, verrugas orales, ampollas de fiebre, aftas y leucoplasia vellosa, que son manchas blancas o grises en la lengua o en el interior de la mejilla. La culpa la tiene el sistema inmunitario debilitado y su incapacidad para evitar las infecciones. Las personas con VIH/SIDA también pueden sufrir sequedad de boca, lo que aumenta el riesgo de caries y puede dificultar la masticación, la alimentación, la deglución o el habla.

El tratamiento de las enfermedades de las encías puede ayudar a la AR

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Las personas con artritis reumatoide (AR) tienen ocho veces más probabilidades de padecer enfermedades de las encías que las que no padecen esta enfermedad autoinmune. La inflamación puede ser el denominador común entre ambas. Y lo que es peor: las personas con AR pueden tener problemas para cepillarse los dientes y usar el hilo dental debido a los daños en las articulaciones de los dedos. La buena noticia es que el tratamiento de la inflamación e infección de las encías existentes también puede reducir el dolor y la inflamación de las articulaciones.

Pérdida de dientes y enfermedad renal

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Los adultos sin dientes pueden ser más propensos a padecer una enfermedad renal crónica que los que aún tienen dientes. Todavía no está claro al 100% cómo se relacionan la enfermedad renal y la enfermedad periodontal. Pero los investigadores sugieren que la inflamación crónica puede ser el hilo conductor. Así que cuidar los dientes y las encías puede reducir el riesgo de desarrollar problemas renales crónicos.

Enfermedad de las encías y parto prematuro

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Si estás embarazada y tienes una enfermedad de las encías, podrías tener más probabilidades de tener un bebé que nazca demasiado pronto y demasiado pequeño. Aún no se sabe exactamente cómo se relacionan ambas enfermedades. La inflamación o las infecciones subyacentes pueden ser las responsables. El embarazo y los cambios hormonales que conlleva también parecen empeorar las enfermedades de las encías. Habla con tu obstetra o dentista para saber cómo protegerte a ti y a tu bebé.

Cómo son las encías sanas

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Las encías sanas deben tener un aspecto rosado y firme, no rojo e hinchado. Para mantener las encías sanas, practica una buena higiene bucal. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día, utiliza el hilo dental al menos una vez al día, ... enjuágate con un colutorio antiséptico una o dos veces al día, acude al dentista con regularidad y evita fumar o masticar tabaco.

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