Desde el bicarbonato de sodio hasta el carbón vegetal, se dice que muchas cosas son buenas para los dientes. la presentación de diapositivas del doctor puede ayudarte a saber cuáles realmente funcionan y cuáles podrían hacer más daño que bien?
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En la antigüedad, la gente se limpiaba los trozos de comida de los dientes con finas ramitas deshilachadas en el extremo. Hoy en día, tenemos tantas opciones, desde remedios caseros hasta tendencias de moda, que puede ser difícil saber qué funciona y qué puede hacer más daño que bien.
Bicarbonato y peróxido
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La gente lleva generaciones probando esta combinación para limpiar y blanquear sus dientes. Pero es difícil acertar con la mezcla. Si el peróxido es demasiado fuerte, puede irritar los dientes y las encías. Y el bicarbonato de sodio, que es un poco fuerte, puede desgastar el esmalte (la parte exterior dura de los dientes).
Té verde
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Esta ha sido una de las bebidas favoritas en Asia desde hace más de 4.000 años, y con razón. Los investigadores han descubierto que, además de otros posibles beneficios para la salud, el té verde puede ayudar a que las encías y los dientes se mantengan sanos. Esto puede deberse en parte a una sustancia química que ayuda al cuerpo a combatir la inflamación.
Chicle sin azúcar
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Si masticas un trozo de esto durante unos 20 minutos después de una comida, tu boca produce más saliva. Esto elimina los restos de comida y equilibra algunos ácidos que producen los gérmenes de la boca. Busca chicles elaborados con edulcorantes llamados xilitol, aspartamo, sorbitol o manitol. Y recuerda que aún tienes que cepillarte y usar el hilo dental.
Agua salada
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Puede que esta mezcla no sepa del todo bien, pero puede ayudar a combatir los gérmenes de tu boca. Si tus encías están rojas o doloridas, revuelve media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Métela en la boca durante unos 30 segundos y luego escúpela. Otro uso del agua salada caliente: Si un resfriado te produce escozor en la garganta, hacer gárgaras con ella puede ayudarte durante un tiempo.
Nutrientes
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Una dieta saludable también es buena para tu boca. El calcio y el fósforo pueden fortalecer tus dientes. Puedes obtener el calcio de la leche, el yogur y el queso bajos en grasa o sin grasa; de las bebidas de soja y el tofu; del salmón en conserva; de las almendras y de las verduras de hoja verde oscura. El fósforo procede de los huevos, el pescado, la carne magra y los productos lácteos. La vitamina C, que ayuda a las encías, está en los cítricos, los tomates, los pimientos, el brócoli, las patatas y las espinacas.
Agua
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Tu cuerpo está compuesto por un 70% de agua, por lo que en general es buena idea consumirla en abundancia. Pero es especialmente buena para la boca y los dientes. El sistema de agua local probablemente añade flúor al agua, lo que ayuda a combatir las caries. El agua que pasa por la boca elimina las partículas de comida y diluye los ácidos que producen los gérmenes. Además, tu cuerpo convierte parte de ella en saliva, que te ayuda a tragar y aporta calcio para fortalecer los dientes.
Cepillo de dientes eléctrico
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Este aparato eléctrico puede ser bueno para las personas con discapacidades o las personas mayores que tienen las manos y los dedos rígidos, pero la versión de la vieja escuela funciona igual de bien. Cualquiera de los dos tipos puede hacer lo que tu boca necesita. Los aparatos que utilizan chorros de agua para limpiar los restos de comida entre los dientes también pueden ser buenos.
Cepillo de dientes masticable
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Es una especie de cruce entre un cepillo de dientes y un chicle. Tiene pequeñas cerdas que se frotan contra tus dientes y encías mientras masticas. Cuando terminas, lo escupes. Los investigadores han descubierto que pueden ayudar a limpiar los dientes, y pueden ser especialmente buenos para los niños y las personas mayores, cuyos dedos y manos tienen dificultades para manejar un cepillo de dientes.
Productos blanqueadores
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Un tipo de blanqueador de venta libre utiliza peróxido (en tiras o cepillado sobre los dientes) para blanquear los dientes. El otro es un dentífrico que utiliza una suave fricción y productos químicos para eliminar las manchas superficiales. Pueden funcionar bastante bien para algunas personas, pero tu mejor opción puede ser empezar con un tratamiento de tu dentista y luego seguir con uno de estos en casa.
Extracción de aceite
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La idea aquí es poner una cucharada de aceite de coco, aceite de oliva, o algún otro aceite comestible en la boca, luego chapotear y chuparlo entre los dientes. Se practica desde hace siglos en la India y el sur de Asia, pero no hay pruebas científicas de que combata las caries, blanquee los dientes o mejore la salud bucal de ninguna manera.
Cúrcuma
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Esta especia es un ingrediente clave del curry en polvo. La medicina popular del sur de Asia la utiliza desde hace tiempo para aliviar problemas respiratorios, dolores y otras dolencias. Puede que hayas oído que la cúrcuma también puede blanquear los dientes, pero no hay pruebas de que lo haga.
Carbón vegetal
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Las pastas de dientes y los polvos que prometen blanquear los dientes con este producto existen desde hace mucho tiempo, y los vendedores en Internet los han vuelto a poner en el candelero. Pero no hay pruebas de que hagan algo por los dientes, ni siquiera de que su uso sea seguro. Hay que investigar más para saberlo con seguridad, pero el carbón vegetal puede dañar tus dientes al rasparlos.
Fruta o vinagre
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Algunos métodos caseros para blanquear los dientes hacen que empieces con algo que tiene ácidos (como el zumo de limón o el vinagre de sidra de manzana) o con frutas con sustancias químicas que ayudan a la digestión (como la piña o el mango). Lo mezclas con algo abrasivo, como el bicarbonato de sodio, y te cepillas con ello. En resumen, no lo hagas. Si el ácido de la fruta o el vinagre roza tus dientes, puede corroer el esmalte.