Te estás cepillando y usando el hilo dental como deberías, así que ¿por qué te apesta el aliento? el doctor te muestra 10 cosas que podrían ser la razón.
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Una noche de chicas o de cervezas con los bros puede darte más que una resaca. Aunque sea un líquido, el alcohol puede resecar tu boca, lo que favorece las bacterias que causan la halitosis, el término médico para el mal aliento. Las bebidas con cafeína, las comidas picantes y los cigarrillos también pueden hacerlo. Una boca seca por no producir tanta saliva mientras duermes también explica el "aliento matutino".
Tu lengua
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Las bacterias de la lengua son la principal causa del mal aliento. Limpia la tuya con tu cepillo de dientes o con un raspador de lengua. Los raspadores harán un trabajo algo mejor. Evita los de plástico frágil, que podrían romperse, así como los de metal, que pueden ser afilados.
Una dieta baja en carbohidratos
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Cuando eliminas los carbohidratos y aumentas la cantidad de proteínas que comes, tu cuerpo empieza a quemar grasa para obtener energía. Ese proceso produce unos compuestos llamados cetonas, que provocan el mal aliento. En este caso, una mejor higiene dental no resolverá el problema, ya que esa no es la causa principal. Tu mejor opción es enmascarar el aliento con un chicle sin azúcar.
El resfriado común
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Por si no fueran lo suficientemente molestas, las infecciones de las vías respiratorias como los resfriados y la bronquitis también pueden provocarte mal aliento. Esto se debe a que a las bacterias que causan el mal olor les gusta alimentarse de la mucosidad (sí, es asqueroso). Y si tienes la nariz tapada, es más probable que recurras a la respiración bucal, lo que puede resecar tu boca.
Una úlcera
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Vale, puede que la úlcera en sí no sea el problema. Pero un tipo de bacteria que causa las úlceras, la Helicobacter pylori, también puede desencadenar el mal aliento, según un estudio publicado en el Journal of Medical Microbiology. El tratamiento de la bacteria puede eliminar el mal olor. Tu médico puede hacerte una prueba para detectar el H. pylori y recetarte antibióticos para ello.
Medicamentos
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Más de 400 medicamentos de prescripción y de venta libre, incluidos los antidepresivos y los remedios para la alergia, pueden sofocar el flujo de saliva. Este líquido ayuda a eliminar los alimentos y las bacterias, manteniendo a raya el mal aliento. Cambiar los medicamentos no siempre es una opción, por lo que la Asociación Dental Americana recomienda mantenerse hidratado y masticar chicle sin azúcar para mantener la boca húmeda. Los enjuagues bucales especiales también pueden ayudar.
Cálculos de amígdalas
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Estos pequeños cúmulos blanquecinos -formados por bacterias endurecidas, partículas de alimentos, células muertas y mucosidad- quedan atrapados en las crestas de las amígdalas y en la parte posterior de la lengua. Por lo general, son inofensivos, excepto por el olor. A menudo se desprenden por sí solas, pero a veces se puede acelerar el proceso haciendo gárgaras con agua salada. Su dentista puede tener otras opciones para usted.
Frutos secos
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Tiene un alto contenido de azúcar, y a las bacterias causantes del mal olor les encanta alimentarse de ellas. Un razonable 1/4 de taza de pasas tiene 21 gramos de azúcar; la misma cantidad de albaricoques secos tiene 17 gramos. Eso es como comer 4-5 cucharaditas de azúcar puro. Además, la fruta seca es pegajosa, por lo que puede quedar atrapada en los dientes y entre ellos. Después de un tentempié, asegúrate de usar el hilo dental y cepillarte los dientes.
Reflujo ácido o acidez de estómago
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Estos son dos síntomas de la ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico), un trastorno digestivo común. El mal aliento puede deberse a que algún alimento no digerido vuelve a subir, o puede ser que la irritación de los ácidos del estómago te esté provocando un goteo postnasal. Pide ayuda a tu médico si tienes acidez de estómago con frecuencia.
Dientes agrietados y empastes
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Estos pueden atrapar partículas de comida y criar bacterias, lo que provoca caries, enfermedades de las encías y mal aliento. Las prótesis dentales mal ajustadas pueden causar los mismos problemas. Razón de más para programar citas regulares con el dentista.
